Vidal PINEDA
Oaxaca, México.- Reconocido por su gran trayectoria literaria, el poeta cubano Waldo Leyva, dijo que lamentablemente “la poesía siempre se ha quedado circunscrita a pequeños grupos, a cenáculos, pero no es por culpa de la poesía, sino por culpa de la gente”, explicó minutos antes de leer parte de su más reciente producción literaria.
Fue el edificio del Instituto del Instituto de Investigaciones en Humanidades de la UABJO, el lugar en que el reconocido vate reflexionó sobre la situación actual de la poesía, la cual dijo, se encontraba sólo en pequeños grupos de lectores ya que la gente no ha podido comprender que, como dijera José Martí, “la poesía sigue siendo indispensable en los pueblos, nos permite ser mejores, más humanos, desarrollar la sensibilidad, Por eso yo creo en ella y la vengo practicando desde hace muchos años”, mencionó el escritor.
Alegre de ver que jóvenes oaxaqueños acudieron a ser parte de su encuentro literario, el autor de El rasguño en la piedra, recordó el trabajo poético que su compatriota José María Heredia realizó en México en inicios del siglo XIX, pues fue él quien inició con la corriente del romanticismo poético en la lengua española.
José María Heredia – contó - nació en Santiago de Cuba pero vivió y murió en la ciudad de México, de los 35 años de vida que tuvo, por lo menos 14 se los pasó en México, específicamente en Toluca, lugar en que le permitió formar parte de la vida política, intelectual y artística de este país.
El también ensayista y conocedor de la vida de Heredia, dijo que fue en el año de 1819 cuando su colega pisa por primera vez tierras mexicanas y comienza a escribir los primeros poemas del romanticismo de la lengua española, “fue él quien inicia con esta escuela romántica, diez años antes de que se diera a conocer en España, aunque lamentablemente es muy breve su periodo en esta corriente de la poesía”.
Leyva, quien fue ganador del X Premio Casa de América de poesía americana, explicó que después de estar un rato en México, Heredia decide viajar a Estados Unidos y es en ese país en dónde logra una de sus creaciones cumbres: Oda al Niágara, que se convirtió en un canto universal.
En 1827 – continuó - Heredia es invitado por el presidente Guadalupe Victoria a regresar a México, así es como vuelve y se entrega a la vida mexicana hasta su muerte en 1839. Lamentablemente, alguien tan importante para la vida intelectual, política y cultural de México, sobre todo en la época de la Revolución, apenas es conocido, es muy triste porque el romanticismo de la lengua española empieza en la voz de ese muchacho.
Al parecer fue Antonio López de Santa Anna quien impide el reconocimiento de Heredia, ya que el poeta cubano fue uno de quienes lucharon en su contra cuando el gobernante mexicano se declaró Benemérito de la Patria, esa mala relación ocasionó que Heredia muriera en la miseria absoluta.
Waldo Leyva leyó el miércoles pasado, parte de los poemas incluidos en su libro El rumbo de los días, con el cual fue merecedor del Premio Casa de América. Esta fue la primera lectura que el poeta hizo de estos escritos, ya que será hasta el próximo mes de noviembre cuando culmine la edición del ejemplar.