Ciudadania Express
Lunes 04 de enero, 2010. 10:17 am

Reproduce UNAM plantas silvestres en extinción

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UNAM/Investigación   Oaxaca, México.- En México, la extracción ilegal de plantas silvestres se ha convertido en un grave problema y, ante ello, integrantes del Laboratorio de Cultivo de Tejidos Vegetales de la Facultad de Estudios Superiores (FES) Iztacala trabajan en la reproducción de especies en peligro de extinción o amenazadas.   Juan Gerardo Ortiz Montiel, coordinador de la Unidad de Morfología y Función de esa FES, explicó que, hasta el momento, han trabajado principalmente en la reproducción de cactáceas en riesgo, así como cícadas y el grupo de las crasuláceas, como echeveria laui, nativa del estado de Oaxaca, y cuya distribución se encuentra confinada prácticamente a algunas cañadas del Río Salado-Quiotepec.   [caption id="attachment_15658" align="alignleft" width="300" caption="Gran logro universitario para el recate de la extinción de especies silvestres"]Gran logro universitario para el recate de la extinción de especies silvestres[/caption] Dentro de la familia de las cactáceas, el Laboratorio se dedica a la reproducción de 17 especies también en peligro de extinción. No obstante, se investigan algunas otras que no necesariamente se encuentran en esa situación, pero que están sujetas a protección especial, como el peyote (lophophora williamsii).   Además, han observado la reproducción de algunas plantas de las que es importante su incremento, incluyendo diversos árboles como el encino.   Ortiz Montiel reconoció que en el país la extracción de plantas de su hábitat natural es grave, porque no hay mucha gente dedicada a proteger las áreas en riesgo.   Por lo general, la flora que está en esta situación son ejemplares que la población no toma en cuenta, ni les da importancia; sólo los considera útiles desde el punto de vista ornamental. Lo trascendente no es reproducirlos, sino tomarlos del medio ambiente y venderlos; es lo más rápido, por ser seres vivos que tardan varios años en crecer.   Este problema tiene pocas posibilidades de solución, porque no se tienen los recursos para su reproducción directa en el campo y su reintroducción, que sería lo ideal, consideró.   Desde la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación, y la Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad, deben tomarse medidas sobre las poblaciones vegetales que enfrentan este problema, sobre todo las endémicas, por su calidad de exclusivas de una región.   Es necesario solicitar a las comunidades su colaboración para la protección de esas especies, pero también ofrecerles fuentes de empleo relacionadas con esa tarea. No obstante, aclaró, es indispensable que no se considere a la reforestación como la gran panacea, porque se trata de una medida que sólo es útil en sitios donde hay árboles, como en los bosques.   Sin embargo, reconoció el experto, gran parte del territorio nacional está conformado por zonas áridas, y en ellas a nadie interesa reproducir cactáceas ni otras plantas en peligro. Si bien las cícadas son de áreas tropicales, a la gente tampoco le importa cultivarlas, sólo venderlas.   Especies reproducidas Hasta el momento y luego de diversas investigaciones y procesos, en el Laboratorio han logrado reproducir la echeveria laui, una planta con forma de roseta de hasta 30 centímetros de diámetro y con tallo de hasta 10 centímetros de longitud; por lo general simple, con hojas redondeadas, rojizas o verde oscuro, cubiertas por una pruina protectora que confiere un aspecto azul-grisáceo, casi blanco.   Se trata de una familia en cierto riesgo, porque proviene de una área específica de Oaxaca, pero es una crasulácea con grandes posibilidades, sobre todo ornamentales.   Su viabilidad deriva de cómo actúa y funciona en el ambiente, porque genera grandes cantidades de cera; por esa condición se investiga su papel ecológico, qué tanto la protege de los factores extremos como alta irradiación luminosa, temperatura, y falta de agua.   Una de las posibilidades es estudiar cómo se desarrollan sus procesos fisiológicos, para aplicar alguno de ellos, o integrar de manera genética a plantas que no tienen esas capacidades de alta resistencia; es decir, la cera podría ser utilizada para conservar otros cultivos.   Ortiz Montiel destacó que también han logrado reproducir el peyote, que actualmente se encuentra en riesgo, aunque lo más importante son sus características alucinógenas.   También es analizable la capacidad que tiene para producir alcaloides, metabolitos secundarios con posibilidades de actuar en la disminución del dolor. Incluso, algunos reportes mencionan su potencial para destruir algunas células cancerosas.   De igual manera, trabajan en la fisiología de la planta in vitro. Se buscan alteraciones o modificaciones de las especies sujetas a cultivo de tejidos, porque dentro del frasco tienen un ambiente diferente al del exterior; afuera cuentan con suficiente oxígeno y bióxido de carbono, no están en un medio de cultivo donde lo tienen todo, sino en el suelo, que puede ser pobre o rico.   Si bien en el medio de cultivo hay condiciones homogéneas, algunas son pobres, relativamente hablando; hay poco bióxido de carbono en el frasco, porque prácticamente está hermético, por lo que el vegetal cambia; en muchos de los casos, ese metabolismo provocado por estar en una botella, es capaz de alterar la respuesta morfológica.   Como parte de su labor científica, el equipo de trabajo encabezado por Juan Gerardo Ortiz Montiel ha publicado artículos en diversas revistas nacionales e internacionales, como The Botanical Review, y Cactáceas y suculentas mexicanas.
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