Ciudadania Express
Jueves 23 de diciembre, 2010. 04:15 pm

Se extingue la esencia tradicional de Las Posadas

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Fortino TORRENTERA O.   Oaxaca. México. Hasta hace unos 20 años, las posadas decembrinas no sólo eran una expresión tradicional del pueblo mexicano, sino que implicaban un fortalecimiento de los lazos familiares y vecinales; hoy estas fiestas han adquirido otro matiz, pero su esencia se extingue. La masiva aceptación del estilo norteamericano de celebrar las fiestas decembrinas, no sólo se ha coronado con la imagen de Santa Claus en todo el mundo, sino que ese manejo mercantil de modernidad, ha acallado más de un siglo de tradición. Si bien en la época prehispánica se celebraba el advenimiento de Huitzilopochtli durante la época invernal o Panquetzaliztli, que iba del 17 al 26 de diciembre y se dice que la imagen de Huitzilopochtli fue sustituida por la de José y María, las posadas son una clara representación del peregrinar en Belem. Las posadas forman parte del sincretismo religioso que se vivió después de la conquista con la intención de perpetuar la evangelización, no obstante el pueblo la adaptó y si coincide con el Panquetzaliztli, habría de ser una celebración sagrada encima de otra. No obstante, vino de España como una interpretación del culto católico romano, consistente en nueve rosarios (novenario), tanto en el peregrinar, como por los nueve meses de la gestación de Jesús. Al final, el pueblo las hizo suyas y a un estilo muy mexicano, pero donde jugaban un papel fundamental las pastorelas, hoy exitosas sólo en versión cómica y en las carteleras comerciales. La colación, las piñatas, las luces de bengala y los peregrinos, han sido sustituidos por el sándwich, la coca cola, los cohetes chinos, el baile, el alcohol y más. De la convivencia ya ha pasado al reventón. Un factor determinante es el alto costo de los productos para estas festividades, sin embargo, cuando se realizan, todo se compra en el supermercado, renos, santacloses, campanitas y arbolitos de peluche dan el toque decembrino a las nuevas posadas. Un punto de encuentro han sido las parroquias, donde los vecinos colaboraban y acudían ya sea para organizar las posadas, montar el nacimiento, los carros alegóricos o a integrar coros y pastorelas; ahora resienten la crisis económica y sobre todo cultural. En Oaxaca se puede confirmar cómo en el comercio local; en puestos de los mercados de la ciudad, son pocos los productos tradicionales que se venden, las ventas son para productos de importación. No son las mismas ventas de pastle y musgo que en otros años, la gente ya casi no pone nacimientos, comenta una de las vendedoras, lo mismo que en dulcerías que antes se colmaban; estos días lucieron vacías. Son contadas las familias y escasas las parroquias que mantienen viva la tradición de Las posadas, cuya esencia claramente se diluye en la red mercantil y la adopción de nuevos estilos de vida occidental.
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