Ciudadania Express
Viernes 06 de agosto, 2010. 02:28 pm

Sociedad y Política/¿Con quién gobernar?

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    Isidoro YESCAS Oaxaca, México.- ¿Con quién ( o quienes) gobernará Oaxaca Gabino Cué a partir del primero de diciembre? ¿Con las organizaciones sociales? ¿Con los partidos políticos? ¿Con los exgobernadores?¿Con el gobierno federal?   [caption id="attachment_67738" align="alignleft" width="233" caption="Podrá gobernar con la fe juarísta o acabará con la espera de cambo en Oaxaca"]Podrá gobernar con  la fe juarísta o acabará con la espera de cambo en Oaxaca[/caption] Las preguntas no son de ninguna manera ociosas, porque es un tema que ya está en boca de todos los oaxaqueños. En la calle, en las oficinas públicas, en los cafés, en los centros de trabajo, no comentan o charlan sobre el programa de trabajo o el plan de gobierno de Gabino Cué sino sobre los hombres (o mujeres) y nombres que se barajan para integrar su gabinete. Importan los nombres porque en función de ello se generan para determinados sectores y segmentos sociales, profesionales y políticos las expectativas de ganar o perder un empleo, de obtener o perder un ascenso. Y también para iniciarse o continuar en los grandes negocios que el poder político permite y tolera en una relación de mutuo beneficio entre funcionarios públicos y proveedores de servicios. O para que los líderes de las decenas y centenas de organizaciones sociales que existen en Oaxaca aseguren una interlocución eficaz para beneficio personal y de sus clientelas políticas. O simplemente para agilizar los trámites burocráticos de asuntos personales u oficiales. Así ha operado el sistema político mexicano y oaxaqueño por mucho tiempo, así se hizo costumbre en cada relevo sexenal de los gobiernos priístas y eso puede volver a ocurrir, contra todas las buenas intenciones del gobernador electo, Gabino Cué, si los principales actores políticos y sociales de Oaxaca y la sociedad toda, no intentan darle continuidad a la discusión iniciada durante las campañas electorales sobre el tipo de gobierno que se quiere para Oaxaca. Pensando, por supuesto, en un gobierno de alternancia, plural y en tránsito hacia su democratización. Gabino Cué ha ofrecido que gobernará para todos, sin distinción ideologías, religiones o filiaciones partidistas. Ha expresado también que su gobierno será progresista y democrático, pero parecería que tiene sus reservas para poner a discusión la formación de una coalición gobernante, no obstante que ya los diputados del PAN, PRD, PC y PT que integrarán la LXI Legislatura han dado un paso significativo al darle continuidad a la coalición electoral a través de la formación de una coalición legislativa que, por principio, se ha propuesto impulsar una serie de reformas constitucionales que en esencia recuperan la parte sustancial de lo que constituyó la plataforma electoral de la Coalición “Unidos por la Paz y el Progreso”. Hasta ahora el proceso para ir avanzando en la integración del próximo gabinete parecería estarse rigiendo exclusivamente bajo las reglas del viejo régimen, es decir, a partir de los compromisos políticos de campaña, de amistades y de la capacidad de influencia y presión de las diversas expresiones partidistas y sociales que apoyaron la candidatura de Gabino Cué. Por supuesto, se ha insistido en los atributos personales y profesionales de los aspirantes, pero nada se ha dicho sobre la posibilidad de que ante las grandes expectativas de cambio social y político que se están generando para el próximo sexenio se pudiera experimentar con un modelo propio de cogobierno con los mejores cuadros partidistas; los políticos y administradores más experimentados y con vocación democrática del viejo régimen; los hombres y mujeres de la sociedad civil más capaces, honestos y probados para incursionar en la administración pública; con esa joven tecnocracia formada en prestigiadas instituciones públicas y privadas, en su mayoría hijos de políticos y exfuncionarios de pasadas administraciones estatales. La esperanza que Manuel Camacho Solís ha puesto en Oaxaca en el sentido de que el gobierno de Cué pudiera constituirse en el modelo a seguir en México en términos de un nuevo ejercicio del poder, radica precisamente en la voluntad y capacidad de la nueva élite gobernante de desmantelar la estructura centralista y autoritaria del viejo régimen para dar paso a un gobierno con un poder ejecutivo acotado en sus facultades constitucionales y metaconstitucionales , con una real división de poderes, con instituciones confiables y respetuosas de la ley y una ciudadanía vigilante y proactiva. ¿Será posible, entonces, atestiguar la instauración de un gobierno de composición, plural, con un gabinete en donde puedan cohabitar las más disímbolas expresiones políticas, partidistas y sociales de Oaxaca? Bajo las reglas del viejo régimen resultará casi imposible. Con nuevas reglas del juego, es probable. No hay que perder de vista que una de las primeras novedades que tendrá el gobierno de Gabino Cué es que no habrá un partido en el poder; que el PC, su partido, es la cuarta fuerza política y electoral de Oaxaca y, por tanto, con escaso margen de influencia y movilidad política; que la disputa ideológica-política entre el PAN y el PRD para posicionarse estatalmente y avanzar en la ruta del 2012 ya se inició, y que la gobernabilidad del estado seguirá dependiendo en buena medida de una relación más institucional y transparente con las organizaciones sociales y su privilegiada casta de líderes y de un cambio sustancial de éstas últimas en sus estrategias y tácticas de lucha. DIÁLOGO DE SORDOS Un diálogo de sordos y ciegos: por esa ruta quiere seguir caminando el gobernador Ulises Ruiz. En su carta abierta publicada ayer en medios locales y nacionales no reconoce a Gabino Cué como gobernador electo; insiste en que no habrá modificación en los tiempos para la entrega-recepción y concluye afirmando estar dispuesto a dialogar con su sucesor. Pero sin voluntad política para un relevo institucional no parece tener mucho sentido dialogar. Mucho menos si antes no reconoce que su interlocutor por mandato ciudadano ya es gobernador electo. Y tampoco si los duros de un lado y de otro, del que se va y el que llega, insisten en amarrar navajas y en seguir ajustando cuentas personales. isidoroyescas@yahoo.com.mx
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