Ciudadania Express
Sábado 03 de abril, 2010. 09:00 am

Tablada fue un poeta que supo apostar a la larga duración: Quitarte

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Artemisa MENDIZABAL/CONACULTA   Oaxaca. México. El poeta, narrador y académico de la lengua Vicente Quitarte recurrió a una frase del historiador Fernan Braudel, para describir a José Juan Tlabada (Ciudad de México 1871-Nueva York 1945): fue un poeta que supo apostar a la larga duración.   Entrevistado a propósito del 139 aniversario del natalicio de Tablada, que se cumple el próximo sábado 3 de abril, Quirarte, quien al lado de José Emilio Pacheco y Edith Negrín, coordina la serie Viajes al siglo XIX (Fundación para las Letras Mexicanas- FCE-UNAM) que reúne a los mayores escritores mexicanos de esa época, entre los que figura el autor de el Nocturno alterno, afirmó que su obra es de un espectro tan vasto como generoso, tan exigente como innovador.     [caption id="attachment_49616" align="alignleft" width="242" caption="Este sábado se cumple el 139 aniversario del natalicio de Tablada."]Este sábado se cumple el 139 aniversario del natalicio de Tablada.[/caption] El director del Instituto de Investigaciones Bibliográficas de la UNAM , expresó que la obra de Tablada va del decadentismo a la poesía ideográfica, del exotismo al nacionalismo, de la suntuosidad verbal finisecular a la pureza sustantiva y la imagen autónoma de las vanguardias.   Agregó que con Enrique González Martínez y Ramón López Velarde, puso punto final al modernismo y abrió la puerta al siglo XX. “Esa constante voluntad de renovación lo hizo en vida uno de los autores más admirados por los poetas jóvenes. En nuestro tiempo, sigue siendo nuestro contemporáneo, y admiramos en él, a pesar de sus contradictorias ideas políticas, la lealtad a la belleza y su poderosa capacidad creadora”.   Por su parte el poeta, editor y crítico literario Juan Domingo Argüelles –en coincidencia con Vicente Quirarte-, puntualizó que como señalara en algún momento Octavio Paz, José Juan Tablada fue uno de los escritores que fundaron la modernidad literaria de México, junto con López Velarde, Manuel Gutiérrez Nájera y Enrique González Martínez.   “Fue, y es, sobre todo un gran poeta, pero en la prosa también es un maestro. Sus Memorias son espléndidas no sólo porque narran una parte importante de la última década del siglo XIX y las primeras del siglo XX, sino porque también están maravillosamente escritas. En cuanto a su poesía, ha llegado a nuestros días con poemas que no pueden faltar en ninguna antología seria de la poesía mexicana”, observó.   Como ejemplo, Juan Domingo Argüelles mencionó Misa negra, Ónix, Quinta Avenida, Los pijijes y el Nocturno alterno. También aludió a “sus insuperables haikús”, acerca de los cuales consideró que  al menos unos veinte, no han  podido ser siquiera igualados por nadie en sus imágenes, concreciones, síntesis y armonía.   “Todo el mundo piensa que puede hacer haikús, y muchos los hacen, pero en México no conozco uno solo que supere a esas pequeñas obras maestras que son El saúz, Los sapos, El ruiseñor, La araña, La luna, Un mono, Peces voladores, Sandía y otros más”, aseveró.   En este sentido y en coincidencia con este 139 aniversario de su natalicio, Argüelles subrayó que más que homenajes de discursos y e recordaciones, que no están de más, el mejor reconocimiento a Tablada tendría que ser la reposición popular de sus libros. “Está bien que haya ediciones académicas e investigaciones y estudios eruditos, pero resulta más indispensable que los libros de Tablada se consigan fácilmente en las librerías”.   A su vez, el poeta uruguayo mexicano Saúl Ibargoyen se sumó a las voces de Quirarte y Argüelles, para recalcar que Tablada fue uno de los grandes renovadores de la poesía mexicana de finales del siglo XIX y principios del XX.   Entre sus principales virtudes, hizo énfasis en su uso de la ironía y en ese espíritu lúdico con los que salpícó sus textos. Pero aclaró que nunca fue un escritor banal, aún cuando en algunos momentos pudiera inferirse que hubo algo de eso en sus textos.   Para Saúl Ibargoyen el mejor adjetivo con el que podría referirse a Tablada, es que fue el poeta de la ruptura. En su opinión, a diferencia de muchos otros, no fue un seguidor de los considerados clásicos y tradicionalistas; por el contrario, rompió drásticamente con todos ellos.   El poeta que reside en México desde la década de 1970 echó mano de una metáfora: “Tablada mató a todos su padres, se alejó de los convencionalismos y al lado de otros grandes como López Velarde, Gutiérrez Nájera y González Martínez, puso en marcha una nueva época para la literatura mexicana”.
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