Fortino TORRENTERA O.   Oaxaca. México. La música de Alfonso Maya discurre desde la encrucijada del rock urbano, la trova y la música popular mexicana, narrando vivencias tan románticas como hirientes en el lenguaje propio de una nueva generación musicalmente diversa.   A diferencia de de José Alfredo Jiménez pero le cantó a la desgracia, Maya representa un movimiento que aunque silenciado por la mercadotecnia, representa a decenas de creativos músicos, tan profundos, como expresivos.     [caption id="attachment_83142" align="alignleft" width="300" caption="“Trato siempre de hacer catarsis en una canción”, dijo el cantautor morelense."][/caption] Es un guerrero, con su guitarra ha luchado por 15 años, sin pelear la fama y con una disciplina que caracteriza a muchos de su generación, lo cual lo ha demostrado en giras por Chicago, Los Ángeles, San Francisco, New York, Barcelona, Guatemala y San Juan Puerto Rico, además de ciudades de México.   En el festival “La voz de Asia” en la ciudad de Astana, en Asia Central, en 2006 ganó un premio como mejor canción extrajera, su música ya es un referente de esta nueva expresión que ahora se multiplica en otros talentos del país como lo comenta en una breve entrevista en su reciente visita a esta capital.   FT.- ¿Como defines tus canciones?   “Mis canciones tratan de reflejar ciertas vivencias, son de retrospectiva, de reflexión, tratamos de acercarnos mucho a la poesía, es nuestra fuente; tenemos un acercamiento con la trova, pero como somos cantautores con raíces en el rock, mi música ya es un híbrido, no es un género puro. No es trova, ni blues, ni urbano”.   FT.- Además de los discos que sacaste ¿traes material nuevo?   Tengo material nuevo, todavía no grabo, pero estoy presentando las canciones nuevas para ver cómo responde el público. Estoy tratando de hacer canciones que tengan que ver con lo femenino, rescatar los valores de la mujeres, como un tema que se llama “Seres de luz” que habla de la mujer madre, mujer hija, la mujer pareja.     [caption id="attachment_83143" align="alignleft" width="300" caption="Alfonso Maya, se presentó el pasado fin de semana en el Café Kioo."][/caption] Otra tema sobre la luna que se llama “Ciclos” y aborda la mágica relación del ciclo lunar que dura 28 días como el ciclo menstrual de la mujer.   Trato siempre de hacer catarsis en una canción, de hablar de mis vivencias y llegar a una conclusión para tratar de irme curando, para que finalmente pueda compartirlo y tratar de hacer la chispa con el público.   FT.- ¿Como notas a los nuevos valores del país y aquí en Oaxaca?   Yo me llevé una gran sorpresa en el Peñatour que pasó aquí en Oaxaca hace unos 15 días, pues pude notar que hay en Oaxaca hay bastante diversidad y entendí por qué se le considera una ciudad patrimonio cultural del mundo.   En ese sentido los oaxaqueños si tienen mucha identidad y también mucha ingenuidad que es muy bueno, porque en cuanto pierdes eso, pierdes mucho de lo que eres; empiezas a creer en otras cosas, a hacer otro tipo de sonidos, a desvirtuar tu identidad y creo que Oaxaca todavía tiene esa esencia.   Me gustó mucho ver a tantos cantautores y trovadores manteniendo la raíz y mucha identidad. Para quienes vivimos en otras ciudades con influencia como yo en Cuernavaca que está pegada a la Ciudad de México, se ha arraigado la cultura chilanga cuando Morelos tienes hondas raíces culturales.   Por eso me interesa convivir con los músicos oaxaqueños, pues platicando con David Haro que es mi maestro, habla mucho de eso y al escuchar sus recientes canciones hace una fusión de música jarocha-oaxaqueña que suena riquísimo, a lo cual me gustaría aspirar a crear una obra así, muy arraigada en lo tradicional y ahora me permitió descubrir eso.   Yo no estoy muy arraigado con lo tradicional, mi identidad es con mi capacidad de asimilar la vida y transmitirla en una canción. Por eso es que hago una fusión de rock trovado o funk ranchero, es un híbrido   FT.- Decías que la poesía es tu fuente pero, qué hay de las tecnológicas y la globalización   Hasta ahora he grabado dos discos “Giros y giros” y “Tarot”, y aunque resulta arriesgado decir que uno es poeta y más aún que uno hace filosofía, trato de acercarme a todo eso, como en una frase de “Giros y giros” que dice: “La vida da tantas vueltas, que ya ni me acuerdo en que vuelta te vi”.   Como se globaliza todo, el internet creo que ha sido grato, personalmente me complace tener acceso a escuchar música todo el mundo y de aquí que difícilmente podría tener, lo que implica tener sonidos híbridos, lo cual me parece muy rico, a diferencia de la globalización comercial que va en contra de las raíces, Vale la pena que haya música con raíces como vale que haya música híbrida que enriquece cuando se fusionan.   Lo que hace Lila Downs es interesante, pero creo que de pronto se va demasiado lejos, que a “La Cucaracha” le puso otra melodía, otra letra o “Los cojolites” de música veracruzana que le meten guitarra eléctrica, pues mejor que toquen rock and roll. Pues para hacer fusión hay que ser sutil; no perder la esencia pero si arriesgarte a algo nuevo.   Por eso es importante que los trovadores y cantautores que están en las regiones, en el Istmo, la Costa, la Sierra, la Mixteca, se arriesguen y se dejen escucharlos para conocer su trabajo.