Miranda SALAS   Oaxaca, México.-  Son de esas personas que dan con su ejemplo, una lección permanente de vida. Dar siempre a pesar de su discapacidad. Así fue Gerardo Nigeda, el fotógrafo invidente que atravesó con su lente aquello, que los ojos de muchos no pudimos ver. Aun cuando no era de la Ciudad de México, Nigeda, se convirtió al oaxaqueñismo puro y desde que el maestro Francisco Toledo abrió las puertas de la Biblioteca para Invidentes “Jorge Luis Borges”,  comenzó  su labor de dar y compartir. [caption id="attachment_53779" align="alignleft" width="267" caption="Gerardo Nigeda un gran fotógrafo"][/caption] Primero como instructor para enseñar el sistema Brailler a todas aquellas personas, en especial a niños, que como él, perdieron la vista, luego para descubrirse como fotógrafo cuando compartía el mismo espació con el Centro Fotográfico Álvarez Bravo.   Comenzó entonces, una fructífera carrera artística que le fue reconocida no solo en Oaxaca sino a nivel nacional e internacional, con exposiciones  colectivas e individuales. También Nigeda, se convirtió en un afanoso maestro de la fotografías impartiendo múltiples talleres, no solo en el CFAB sino en otras sedes culturales a lo largo del  país. En 2008, participó en la II Bienal de Arte Contemporáneo de la Fundación ONCE en España cuya obra ahora forma parte de la colección de esta organización. [caption id="attachment_53780" align="alignright" width="300" caption="Lo que los ojos no ven en la obra de Nigeda"][/caption] Sus fotografías han sido publicadas en Luna Córnea, Cuartoscuro, Equis, el catálogo Diálogo en la oscuridad, entre otras publicaciones. Imparte el “Taller de Percepción no visual” desde hace ocho años en varios estados de la República. El sábado Gerardo Nigeda,  falleció en esta ciudad, dejando un gran vació en la fotografía.