Fortino TORRENTERA O.   Oaxaca. México. La danza es la poesía primigenia, define el coreógrafo Rolando Beattie al arte que reunirá a los más importantes exponentes de la danza contemporánea en Oaxaca en la tetralogía coreográfica “De rojo adentro”, este sábado 10 y domingo 11 de julio en el Teatro Juárez.   Acompañado de Laura Vera, Gerardo Ibañez, Julio Cesar Castellanos y coreógrafos de las cinco compañías que participan en este proyecto, a partir de la convocatoria hecha por Gesto A.C. y con el auspicio de la Secretaría de Cultura, comentaron que es un seguimiento al proyecto que iniciaron con la coreografía “Geografía interior”, justo el año anterior.     [caption id="attachment_63456" align="alignleft" width="300" caption="Cinco compañías en este montaje de danza contemporánea en el Teatro Juárez."][/caption] Beattie, impulsor de este proyecto y coreógrafo de este montaje, explicó que “De rojo adentro” explica que el propósito es construir este montaje en un sentido tonal, familiar y construir cada coreografía como si fuera una sola pieza, pero otro objetivo es propiciar intercambios en experiencia de la representación, para las compañías como para el propio coreógrafo, dando oportunidad al público de ver lenguajes distintos con bailarines de diferentes compañías.   Esta tetralogía de duetos no sólo es un tributo que desde hace tiempo buscaba Beattie hacer al más grande dramaturgo, William Shakespeare retomando cuatro de sus clásicos, Hamlet, Macbeth, Otelo y Romeo y Julieta, relacionándolos con elementos como agua, viento, fuego y polvo, respectivamente.   “Quería hacer un montaje de Shakespeare para teatro, pero no encontré el reparto correcto para garantizar un buen trabajo y como la danza es un lenguaje de abstracción, de metáforas, permite muchas licencias, por ello las piezas no están puestas en el sentido anecdótico de la estructura planteada en el texto original, sino que son producto de la sustracción hacia lo universal en la relación de los personajes protagónicos”, dijo el coreógrafo y bailarín.   En ese sentido, detalló que la estructura de la obra teatral está fundada en la capacidad de la intriga que infiere un tercer personaje, pero esta intriga no daría fruto, como en el caso de “Fuego” que es la pieza que refiere a Otelo, si este personaje no tuviera la capacidad de sospecha por lo que basta tener a Otelo y a Desdémona porque la tragedia está fundada en la peripecia en la que este personaje es suspicaz y capaz de todo hasta destruir un maravilloso amor.   De Romeo y Julieta, buscó extraer el carácter universal a los personajes con base en su relación para proponer una premisa fundamental que es el amor más allá de la muerte.   En Hamlet, advierte un daño colateral, pues éste demuestra que no le era importante Ofelia, uno no sabe si realmente la amaba, para él lo importante era la venganza, lo que reflejan sus elementos dramatúrgico es un daño colateral, pero como las obras de Shakespeare, muestran la complejidad humana.   Por eso se representa con el agua, pues Hamlet siempre se va, mientras Ofelia en el montaje se desvanece, tanto que cantando se hunde en su túnica. Sobre “Viento” define: “la ambición llega como voces ocultas en el cerebro que flotan en el aire y las propias brujas le dicen a Macbeth que va a ser rey, pero te matarán y demás estrategias que dan la complicación de la trama, pero la ambición es aérea”.   “Todos somos Romeo y Julieta. La extraordinaria virtud de Shakespeare no es la estructura, porque incluso es deficiente, pues por ejemplo no se sabe qué pasa con el amor de Ofelia, pero lo importante es que todas sus piezas revelan lo universal con personajes que retratan al ser humano de todos los tiempo”, apunta.   Comenta que este montaje se compone de cuatro piezas que comparten la misma estructura, incluso en lo acústico, emplea en una edición especial a dos compositores Helmut Lakerman y Federico Chopin en su bicentenario.