Olaf Ramírez ROBLES
Oaxaca, México.- Hace poco el novio escritor de mi amiga Nadia, que también es escritora, publicó en una revista de literatura que consideraba entre los mejores escritores mexicanos a Rulfo, Paz, Carlos Fuentes y Sergio Pitol. Si el novio de mi amiga hubiera dado a conocer esto hace 50 años sería un hombre respetado por su gran inteligencia capaz de comprender textos adelantados a su tiempo, pero para cuando se le ocurrió publicar su nota daba la casualidad que a todos los que mencionaba se les había reconocido incluso por más de 50 años, fuera y dentro del país; a uno le habían otorgado el Novel de literatura, y a los otros el Príncipe de Asturias o el premio Cervantes.
De cualquier manera, cada uno de ellos, al iniciar a publicar sus primeros libros, tuvo retractores más que adeptos. Muy pocos creyeron en Pedro Páramo o en El laberinto de la Soledad. Y esto viene al caso porque también para mí es más fácil repetir la cantaleta, que entre los mejores escritores oaxaqueños se encuentran José Vasconcelos y Andrés Henestrosa. Aunque añado que publicaron su mejor obra pocos años antes que Rulfo, Paz, Carlos Fuentes y Pitol. Vasconcelos (con
La raza cósmica,
Ulises Criollo,
La Tormenta, etc.), Henestrosa, con una de las prosas poéticas mejor escritas en lengua española (un libro pequeño formado por 4 cartas:
El retrato de mi madre, Sobre el mi, Los cuatro abuelos y El remoto y cercano ayer.
El nombre original de este libro era
Retrato de mi madre, luego a estas cartas se le unieron otras y se le cambió el título; después, o antes, ya no sé, se llamó
Cartas sin sobre y hasta este día no sé bien a bien en qué quedó el asunto, pero este trabajo epistolar de Andrés Henestrosa es brillante). Y hoy, de más escritores oaxaqueños, no se sabe gran cosa, salvo que han tenido en los últimos años muchos cursos, talleres y charlas de literatura, sobre todo de narrativa y poesía, talleres de creación literaria de donde sólo han surgido pocos libros con los que no ha pasado nada y que muy pocos conocen; si bien es cierto que es el inicio para una escritura con seriedad y con dedicación. Y como el novio de mi amiga Nadia no se atrevió a mencionar nombres de quienes podrían pasar a acompañar a los que menciona como los mejores escritores mexicanos, me atrevo a dar nombres de quiénes podrían ser otros de los escritores oaxaqueños sobresalientes. Gerardo de la Torre, sobre todo por sus relatos cortos, además de por sus novelas
Ensayo general,
Los muchachos locos de aquel verano, Morderán el polvo y
Nieve sobre Oaxaca; Julio Ramírez con
Tocar el alba,
Es un rufián el corazón del alba y otro poemario inédito,
Bitácora del solo, que nos ha prometido desde hace muchos años, cuyos poemas algunos ya conocemos; César Rito Salinas, con casi todos poemarios de que ha escrito últimamente… Están escritores que decidieron hacerse pasar por oaxaqueños como Leonardo da Jandra, el más prolífero novelista y con la solidez de uno de los mejores escritores mexicanos; Pilar González Basteris por sus poemarios
El auténtico corazón de la tristeza,
Cuando las ganas se juntan,
Los diferentes tonos del azul,
Volver a la vida… Luego están los escritores oaxaqueños más jóvenes como Víctor Armando Cruz Chávez, Askari Mateos y Víctor Vásquez Quintas, los tres con un libro publicado en
Tierra Adentro y en otras editoriales. Aunque ojalá que todos los que no menciono también sean los elegidos y que yo esté entre ellos.