La poca participación ciudadana por violencia y desconfianza

Elizabeth R, MORA/Notimex Oaxaca, México.- La falta de participación y compromiso de los mexicanos se debe a que sufren desconfianza y apatía hacia las autoridades, lo que se reflejó en las elecciones que se efectuaron en 14 estados el domingo 4 de julio, señaló la psicóloga Amparo Miranda. En entrevista con Notimex, la directora de Servicios Clínicos de la asociación civil Psicología y Educación Integral, planteó que se tiene una influencia negativa por la violencia que se vive debido sobre todo a actos delictivos como el secuestro y el narcotráfico, así como por la crisis económica y la pérdida del empleo. Explicó que a pesar de la alternancia democrática que se dio hace 10 años, "no se han visto grandes cambios y estamos inmersos en un terrible ambiente de violencia, sobre todo con esta guerra contra el narcotráfico y el crimen organizado", planteó. A lo anterior se suma la cuestión económica, la crisis en el país y en el mundo, así como la pérdida de empleos y oportunidades, lo que provoca que la gente sienta temor, desconfianza e inseguridad, y ante ello la mayoría se paraliza y no sale a ejercer su derecho a votar. La gente ha aprendido a no confiar en los gobernantes porque les han defraudado, no han cumplido, y entonces la predisposición de las personas es "nos van a defraudar. Este caso prefiere al viejo por conocido que nuevo por conocer, porque se parte del principio de que el otro va hacernos mal", describió. "Este fenómeno social de la desconfianza provoca que la gente tenga temor, inseguridad y poca confianza en el cambio, por lo que teme salir a las calles, no sale de sus casas, no van a votar, ni expresa su opinión, ni se queja' al pensar que nada cambiará. La mayor parte de las expectativas para cambiar se depositan en la gente de poder, como gobernantes, autoridades, gente exitosa, figuras públicas, políticos y artistas, entre otros, lo que está equivocado porque el cambio empieza en los individual para extenderse a lo macro. "Pensamos que el cambio debe de venir de arriba hacia abajo, es decir, que el presidente de la República tendría que hacer una serie de cambios y procesos para que las cosas fueran diferentes, pero la realidad es que los cambios sociales se gestan al revés", insistió. Añadió que esto significa que la gente debe organizarse en lo individual, en su casa, en su cuadra y en su colonia y así de manera sucesiva, para que a partir de ahí se genere un ambiente distinto y se exijan los cambios sociales. En vez de callar 'habría que empezar a hacer acciones para nosotros, para la familia y las comunidades y crecer para fortalecernos y solidarizarnos, porque de esa forma el narcotráfico, la delincuencia y los malos gobernantes tendrían que ceder ante el poder de la comunidad y no al revés". Es importante que la gente tome conciencia y haga a un lado la apatía y el rechazo, pero sobre todo que asuma su responsabilidad de exigir y de fomentar esa cultura y educar a los hijos para no permitir abusos de ninguna índole y respetar al prójimo, ser cortés y a partir de ahí empezar hacer el cambio. Advirtió que de no ser así, lo que se espera es continuar con la violencia, agresiones externas, falta de control sobre las propias vidas, y continuar sin preocuparse por los demás e ignorar la realidad para enfrentarla. Reconoció que una actitud muy negativa de los mexicanos es la falta de solidaridad, pues se ha caído en una situación de ignorar lo que sucede alrededor, en actitudes de que nada importa como es la pobreza, el sufrimiento por causa de la violencia y la delincuencia. Dijo que como sociedad se sufre depresión debido al estrés constante por el riesgo a sufrir una agresión, un secuestro, una pérdida de empleo o un accidente. "Vivimos en estrés y eso causa la disminución de los sentidos de la gente, la incapacidad para comprender de forma adecuada lo que sucede alrededor, disminuye la capacidad de disfrute, y como sociedad estamos estresados o estamos muy deprimidos con poca energía y poca iniciativa", destacó. Por ello, la gente se acoge a distractores de la realidad como fue el Mundial de Sudáfrica 2010, que representó una oportunidad perfecta para librarse de los problemática social y económica del país y concentrarse en algo que divierte y se disfruta. Finalmente, señaló que como sociedad tenemos grandes oportunidades, a pesar de haber vividos fracasos y decepciones que nos compromete todavía más a poder salir adelante, como lo han hecho otras sociedades latinas como Argentina y Brasil. "Entonces, no veo por qué los mexicanos no podemos salir adelante, a pesar de muchas presiones políticas, económicas y sociales que enfrentamos, y a pesar de la inseguridad, porque la única perspectiva es mejorar. Y para ello se debe estar enterados, asumir el compromiso y responsabilidad de por quién se voto", concluyó la experta.