Isidoro YESCAS
Oaxaca, México.- El politólogo Andrés Vadez Zepeda, autor del libro Campañas Electorales Inteligentes, afirma que es exitoso quien menos se equivoca. En otras palabras, una campaña electoral no se gana tanto por los aciertos del candidato y su partido como por los errores que su adversario pueda cometer.
Y eso es precisamente lo que está ocurriendo ahora en las filas de la Coalición Unidos por la Paz y el Progreso.
Ni en la designación de su candidato a gobernador, ni mucho menos en el reparto de cuotas partidistas para las diputaciones y presidencias municipales, y tampoco en la definición de las candidaturas a las diputaciones y planillas de concejales, se procuró diseñar una estrategia tanto para el control de daños de cada fase del proceso electoral como para tender puentes de comunicación y negociación con los sectores y figuras políticas excluídas de toda posibilidad para contender por un cargo de elección popular.
Lo que más llamó la atención es que una vez definido el registro de Gabino Cué, sus asesores y operadores electorales prácticamente lo alejaron de toda consulta y decisión en la definición de las candidaturas de los distritos y municipios de mayor peso electoral, dejando en completa libertad a las dirigencias de los partidos políticos para que se repartieran las diputaciones y presidencias municipales.
[caption id="attachment_56796" align="alignleft" width="300" caption="Las facturas por pagar de la coalición Unidos por la Paz y el Progreso"]
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Y todo esto no hubiera generado mucho ruido e inconformidades si en estas negociaciones y amarres por lo menos se hubiesen establecido algunos candados o requisitos mínimos que blindaran a la CUPP de candidaturas a modo, de la infiltración de auténticos caballos de Troya y de la reproducción al seno mismo de las burocracias y camarillas partidistas de prácticas antidemocráticas y clientelares en perjuicio de decenas de cuadros políticos y ciudadanos valiosos simpatizantes de la CUPP que no solamente terminaron marginados sino hasta con la honra en duda.
Hoy, a media jornada de las campañas electorales de gobernador, y cuando se esperaría que las campañas de diputados y concejales abanderados por la CUPP pudieran catapultar la campaña de Gabino Cué aparecen algunas señales en sentido contrario.
Por el tiempo ya transcurrido desde que se definió el nombre del candidato a gobernador de la oposición y el momento político-electoral en la que decide renunciar al PAN, lo dicho y expresado públicamente por Pablo Arnaud para justificar su salida pierde credibilidad pero no así el efecto electoral buscado por quien o quienes lo convencieron de tal decisión, que luego le patrocinaron las primeras planas de los diarios locales para publicitar su renuncia y que, casualmente, 48 horas después, ya lo están invitando a sumarse a la campaña del candidato del PRI a la gubernatura e integrando a su esposa, Laura Bustamante, a la planilla de concejales de dicho partido por la ciudad de Oaxaca.
Demasiadas coincidencias como para darle crédito a los argumentos del expresidente municipal para separarse del PAN. Contar con una amplia cobertura mediática patrocinada por el gobierno del estado para denunciar que fue engañado y traicionado por la dirigencia estatal del PAN y luego que, de la noche a la mañana, su esposa figure en la cuarta posición de la planilla de concejales priístas, lo único que revela es un arreglo político al mas alto nivel y, por otro lado, un descuido de la cúpula panista en sus negociaciones internas.
En el caso de Juchitán, por donde se le quiera ver, el gran perdedor será la CUPP y su candidato a gobernador Gabino Cué. La fuerte división que dentro de la COCEI generó el proceso interno para elegir a su candidato a presidente municipal no pudo ser arreglada por ninguna expresión partidista, y bajo esas circunstancias el reconocimiento y registro de Lenin López Nelio se traducirá en el alejamiento de las tribus y líderes de la COCEI que apoyaron a Hector Sánchez, partiendo así casi a la mitad el capital electoral del municipio de Juchitán que ya tenía en la bolsa Cué Monteagudo. Pero, esta división también impactará negativamente en la elección municipal en donde todo parece apuntar al afianzamiento de la candidatura del priísta Daniel Gurrión.
Aun cuando ya fue juzgado y exonerado por las autoridades federales por su presunta participación en los episodios violentos del 2006, difícilmente Flavio Sosa podría ser aceptado por todos los sectores y clases sociales que ahora apoyan a Gabino Cué pues muchos de estos, sobre todo las clases medias, lo tienen como un personaje non grato y por tanto nocivo para Oaxaca. Es y ha sido un político de izquierda controvertido: ayer muratista, luego foxista, hoy obradorista. Mantiene serias diferencias con la dirigencia estatal del PRD y no se diga con el panismo calderonista. Por eso su postulación ha generado tanta polémica y por eso las expresiones locales de estos partidos, así como el PC y el PT, lo han exhortado a que renuncie a la candidatura. Pero en estricto sentido, si ésta candidatura está resultando incómoda para la CUPP y restando preferencias a la candidatura de Cué Monteagudo, a quien deberían dirigirse para realizar la sustitución es a la dirigencia nacional del PT y a Andrés Manuel López Obrador.
Pero de igual forma el foco rojo prendido con esta candidatura también debería llamar la atención sobre otras candidaturas plurinominales que por sus tonos grisáceos y olores a azufre solo servirán para cubrir las cuotas familiares partidistas pero en nada contribuirán a oxigenar y democratizar la vida parlamentaria oaxaqueña.
Que este tipo de errores -y las que todavía se revelarán tan luego concluya el registro de las planillas de concejales-estén dañando la unidad de la CUPP y poniendo en riesgo lo que a partir de la campaña de gobernador han logrado es un hecho.
Por supuesto, en el PRI también se han cometido errores y tal vez mucho mas grandes, pero la gran diferencia entre los que se han presentado en el partido oficial y los que ahora se están registrando entre los partidos de la coalición opositora, es que,primero, el PRI es un partido vertical con el gobernador en el papel de Gran Elector, tesorero y coordinador de campaña; segundo, todos obedecen a una sola voz; tercero, el manejo patrimonial del aparato gubernamental le ha servido para premiar a los excluidos ; cuarto, tiene a su servicio al poder judicial para someter a los inconformes; quinto, cuentan con aliados dentro de la CUPP para lo que se pueda ofrecer y, sexto, el impacto mediático de sus crisis internas no trascienden mayormente por el control que ejerce sobre la mayoría de los medios de información.
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Publicado en Noticias, mayo 30 del 2010.