Oaxaca. México. Un centenar de hortelanos acudieron desde muy temprano a los viveros del parque “El Tequio” para cosechar las diez toneladas de tubérculos que serán utilizados en la celebración de la “Noche de Rábanos”, este 23 de diciembre en el zócalo capitalino.
Lo anterior fue informado por el secretario de Desarrollo Agropecuario, Forestal y Pesca (Sedafp), Salomón Jara Cruz, quien aseguró que la población oaxaqueña y visitantes disfrutarán en paz esta tradicional fiesta.
Refirió que la “Noche de Rábanos” que organiza el gobierno constitucional de Gabino Cué y el Ayuntamiento de Oaxaca de Juárez inició hace 113 años con hortelanos que vivían en el barrio de Trinidad de las Huertas.
Se sabe que en 1897, el presidente municipal de la capital en ese tiempo, don Francisco Vasconcelos Flores, convocó a un Primer concurso de flores y hortalizas con lo que se montó una exposición de figuras y creaciones en la Plaza del Marqués o Plaza de Armas, actualmente Plaza de la Constitución, quedando así instituida esta celebración.
Aunque los hortelanos y floricultores tenían ya por costumbre adornar sus puestos con diversas figuras hechas sobre todo a partir de los rábanos.
El responsable de la política agropecuaria, forestal y pesca del estado aseguró que la presente administración conservará y fortalecerá las tradiciones oaxaqueñas, pues ellas le dan a la entidad los rasgos que la identifican, por ello invitó a la población en general a sumarse a este festejo único en el país.
Indicó que los hortelanos que participan han iniciado el proceso de la hechura y moldeado de cada una de las figuras que su imaginación y habilidad dará a los rábanos, lo que causará después la admiración y la alegría de los visitantes.
Para la confección de estas verdaderas creaciones de arte popular, fueron sembrados con la debida antelación rábanos de la variedad Champio (tipo bolita) y Bartender (largo), son estos tamaños los que ahora permiten que las manos mágicas de oaxaqueños y oaxaqueñas provoquen la delicia de los observadores.
Música, juegos pirotécnicos, elaboraciones con totomoxtle, platos que se rompen para pedir deseos, y la voluntad de sumarse a la alegría, son elementos que reinarán, una vez más, en la Noche oaxaqueña de los rábanos.