Oaxaca, México.- Los seres humanos en las sociedades modernas se enfrentan a diversas problemáticas donde las distintas transformaciones económicas, políticas, sociales, culturales y ambientales detonan o exacerban problemas de salud mental. El estrés, la depresión, los suicidios, las adicciones, los trastornos del humor y afectivos; así como la ansiedad, los trastornos obsesivo-compulsivos, alimenticios y de la conducta, entre otros, son cada vez más comunes en nuestras sociedades. Sin embargo, dentro del conjunto de enfermedades que afectan a la población mexicana, la patología mental no es considerada como prioritaria, y la capacidad de respuesta de las instituciones de salud para enfrentarla es muy limitada, poniendo en riesgo a las personas, dado que las enfermedades mentales no son debidamente diagnosticadas o tratadas.
El contexto actual del país agudiza la manifestación de este tipo de enfermedades. La urbanización acelerada y sin control conlleva tiempos prolongados de traslado, costos económicos y estrés. Igualmente, en momentos de crisis económica se incrementa la pobreza, el desempleo y la precariedad laboral, con efectos negativos en los recursos disponibles para la satisfacción de necesidades esenciales. La pérdida de ingresos y la caída del poder adquisitivo aumentan la presión sobre las personas por las dificultades crecientes para cubrir con suficiencia las necesidades y responsabilidades respecto de la familia, lo cual produce dinámicas de incertidumbre y desesperanza que son terreno fértil para la depresión, la angustia y diversos psicotranstornos.
Es frecuente que las personas que presentan un trastorno mental no diagnosticado, sin saberlo, tienen limitantes para participar en las actividades laborales o sociales. En los casos donde la enfermedad es grave y existe un diagnóstico psiquiátrico aparecen patrones discriminatorios, y las familias son las que enfrentan las cargas económicas, psicológicas y de tiempo para el cuidado de los pacientes.
En México, se tiene un doble problema: 1)La salud mental es un tema relegado e insuficientemente reconocido por el Estado; 2)Las políticas de salud privilegian la atención de problemas de salud física. Además, con frecuencia la población no tiene el conocimiento suficiente para identificar trastornos mentales, excepto en situaciones extremas. La estigmatización relacionada a dichos trastornos conlleva a que se oculte el problema, no se busque ayuda para evitar la etiqueta social y la discriminación, por lo tanto, a que no se diagnostique el problema y no se acceda a tratamiento.
La Ley General de Salud señala que la prevención de las enfermedades mentales tendrá un carácter prioritario, y establece que es necesaria la coordinación entre las autoridades competentes para la promoción y el fomento de la salud mental de la población; además define qué incluirá la atención de las enfermedades mentales1.
Por su parte, el Programa Nacional de Salud dentro de la estrategia 2.1 menciona que se debe “…considerar e incluir en las acciones de promoción de la salud a lo largo del ciclo de vida, información y orientaciones pertinentes relacionadas con los factores que influyen en la salud mental de los individuos”. Asimismo, en la estrategia 5, apartado 9 se propone “…fortalecer el Sistema Nacional de Atención en Salud Mental”; principalmente los modelos innovadores, mediante un listado de acciones2 que, lamentablemente, no logran ampliar la limitada visión sobre la salud mental en México hacia una atención integral.
En el actual gobierno, se observa la desatención del problema y un retroceso en su abordaje, pues a diferencia de años anteriores en los que se diseñó un Programa de Acción en Salud Mental y se impulsaron instancias de apoyo; como la creación del Consejo Nacional de Salud Mental en enero de 2004 y la realización de una reforma psiquiátrica con base en el Modelo del Estado de Hidalgo, que buscaba aumentar la calidad de la atención a las personas con enfermedad mental, el respeto de sus derechos humanos y otorgar servicios a población abierta3 . En esta administración federal el problema ha sido minimizado.
El Gobierno Federal en su cuarto informe sólo menciona algunas acciones y cifras desprendidas de la estrategia 5.9 antes mencionada. Con respecto al objetivo “evitar el empobrecimiento de la población por motivos de salud mediante el aseguramiento médico universal”, destaca la incorporación de 2 intervenciones relacionadas con la salud mental: diagnóstico y tratamiento de trastornos de salud mental (ansiedad generalizada, crisis de angustia, pánico, reacciones a estrés grave o trastornos de adaptación); así como diagnóstico y tratamiento de los trastornos generalizados del desarrollo (autismo)4.
En lo que respecta a los recursos financieros, materiales y humanos que integran y atienden el área de la salud mental, hay una insuficiencia para enfrentar la problemática y complejidad del tema. Un claro ejemplo está en la cantidad de médicos especialistas en unidades médicas que en 2006 ascendió a 565 psiquiatras disminuyendo a 547 para 2007; con respecto al número de psicólogos había 1455 aumentando sólo a 1738 respectivamente5.
La OMS señala que los países de ingresos bajos cuentan con 0.05 psiquiatras y 0.16 enfermeras psiquiátricas por cada 100 000 habitantes, mientras que en los países de ingresos altos esa cifra es 200 veces superior6. Una situación similar se presenta en el presupuesto del Secretariado Técnico del Consejo Nacional de Salud Mental que para 2007 fue de 85,262,400 pesos reduciéndose a 46,611,400 para el 2008.
Actualmente existe una serie de propuestas legislativas en materia de salud mental que van desde crear una ley general de salud mental que garantice el derecho de todas las personas a la misma, buscando mejorar la atención; actualizando las necesidades de tratamiento, recuperación y rehabilitación, para que contribuya a erradicar los prejuicios y estigmas contra las personas que padecen estos trastornos7.
Otras iniciativas de menor alcance van desde incluir en el rubro de protección social en salud, la atención de enfermedades mentales y sus trastornos8 ; instalar como mínimo seis camas en los hospitales generales, servicios psiquiátricos, así como aumentar los centros comunitarios de salud mental9 ; establecer un marco normativo para implementar una política pública de prevención y atención a las personas con síntomas suicidas para evitar los suicidios10. Por su parte, algunos senadores presentaron una iniciativa para incorporar a la ley una definición más amplia de salud mental11.
Tanto la salud mental, la salud física y la salud social son componentes esenciales de la vida, estrechamente relacionados e interdependientes siendo fundamentales para el bienestar general de las personas12. Un primer reto es avanzar hacia la inclusión del manejo y tratamiento de los trastornos mentales en el ámbito de la atención primaria. Es necesario un cambio de visión en los tomadores de decisiones para establecer una política de salud mental amplia, incluyente y accesible para toda la población, en el marco de una política de salud que realmente avance en la garantía del derecho a la protección a la salud para todos los mexicanos.
NOTAS
1. Ley General de Salud, artículos 72-77. Ley publicada en el Diario Oficial de la Federación el 7 de febrero de 1984.Texto vigente. Últimas reformas publicadas DOF 27-04-2010
2. Programa Nacional de Salud 2007-2012 Por un México sano: construyendo alianzas para una mejor salud. Las acciones que señala son las siguientes: Integrar una red nacional de salud mental, conformada por unidades especializadas de atención, organizadas bajo un modelo comunitario; reorganizar y fortalecer la atención en salud mental del sector, para que se brinde atención ambulatoria, hospitalaria y de rehabilitación especializada de pacientes con trastornos mentales; implantar estructuras de hospitalización, breve como villas de transición hospitalaria y unidades de psiquiatría en hospitales generales en todas las entidades federativas; instrumentar programas de rehabilitación psico-social (talleres de inducción laboral, salidas terapéuticas y centros básicos de abasto) dentro de las unidades hospitalarias y fuera (casas de medio camino, cooperativas mixtas, talleres protegidos, departamentos independientes, residencias para adultos mayores); e incorporar al CAUSES intervenciones que respondan a las principales necesidades de servicios de salud mental.
3. Programa de Acción en Salud Mental, 2000-2006. Dirección URL: http://www.consame.salud.gob.mx
4. Véase Felipe Calderón. Cuarto Informe de Gobierno, 2010 en dirección URL: http://www.informe.gob.mx/
5. Observatorio de Política Social y Derechos Humanos, SIDESC.
6. Organización Mundial de la Salud. Dirección URL: http://www.who.int/topics/mental_health/es/
7. Ramírez Marín, Jorge Carlos; (PRI). Proyecto de decreto que crea la Ley General de Salud Mental. Cámara de Diputados. Agosto 2010.
8. Ríos Vázquez, Alfonso Primitivo; (PT). Proyecto de Decreto que reforma el artículo 77 Bis 1 de la Ley General de Salud. Noviembre 2010. Cámara de Diputados.
9. Díaz Salazar, María Cristina; (PRI). Proyecto de decreto que reforma el artículo 73 de la Ley General de Salud. Noviembre 2010 Cámara de Diputados
10. Felipe González González (PAN). Proyecto de decreto que adiciona el artículo 76 bis a la Ley General de Salud. Septiembre 2010. Cámara de Diputados
11. Velázquez López, Rubén Fernando; Mazón Alonso, Lázaro; García Zalvidea, José Luis; Mejía Haro, Antonio; Sotelo García, Carlos; López Hernández, Rosalinda; Guadarrama Márquez, José; (PRD). Proyecto de decreto por el que se reforman los artículos 72 y 75 de la Ley General de Salud. Cámara de Senadores. Octubre, 2009.
12. Organización Mundial de la Salud (OMS). Invertir en Salud Mental. Departamento de Salud Mental y Abuso de Sustancias. Ginebra, Suiza, 2004
Te podría interesar...
Esta conversación es moderada acorde a las reglas de la comunidad “Ciudadanía Express” . Por favor lee las reglas antes de unirte a ella.
Para revisar las reglas da clic aquí