2012, año de reflexión y esperanza: Ciudadanía Express

Fortino TORRENTERA O.   Oaxaca, México. A nombre de quienes colaboramos en este medio, deseamos con toda nuestra intensidad que 2012 sea un año de éxitos, pero también de reflexión y esperanza. Concluye un año difícil, de cambios, de retos que desde nuestras trincheras pudimos afrontar en mayor o menor medida, pero siempre de frente a la realidad.   En el año que acaba en nuestras páginas nuevamente, reporteros, colaboradores, medios e intelectuales aquí publicados en general remarcaron la urgencia de establecer una mayor participación ciudadana en el devenir público. La noticia del año fue el arrojo ciudadano frente a una cruenta realidad nacional; otra vez la población sacó la cara con valentía y responsabilidad, diversos sectores salieron a la calle a enfrentar el miedo a la inseguridad, la incertidumbre económica, caminando con dignidad. La armonía es base del desarrollo y aún cuando nos sobrepusimos a difíciles condiciones, prevalece un gran vacío en la unidad social, especialmente en un Oaxaca que se encuentra lastimado en tu tejido vital. Frente al heroísmo de cada mexicana, de cada mexicano responsable, queda un pendiente para éste y los años restantes; la vinculación, la organización de una población engañada una y otra vez por quienes usas a las instituciones para propósitos personales. 2011, un año convulsionado, nos deja grandes enseñanzas y encamina nuestros anhelos hacia otro donde sólo con la reconstrucción del entramado social podremos superar. Además de las antiguas y modernas profecías sobre el 2012, donde el punto de coincidencia con las ciencias se encuentra en una sola palabra: FIN DEL CICLO, lo cual no implica necesariamente una hecatombe. Este fin de un largo ciclo astronómico, existencial, antes que todo nos debe mover a la reflexión y a la voluntad de cambio, no a lucubrar sobre predicciones, ni aterrorizarnos; por el contrario, a llenarnos de más valor y demostrar que somos una generación capaz de enderezar el rumbo como humanidad. Nuestros errores no pueden ser el legado a las nuevas generaciones, por ello, independientemente de los fenómenos que presenciaremos en todos los campos del conocimiento, en la reprimenda de la naturaleza, sólo unidos, responsables, valientes, habremos de demostrar nuestro momento en la historia. Reflexión y esperanza en que tendremos la inteligencia y el valor de enfrentar cualquier vicisitud, es lo que nos hemos propuesto y a quienes amablemente nos favorecen con su visita, queremos desearles que el 2012 sea el mejor año de su vida, que todos sus planes se cumplan y que la armonía y felicidad acompañen el pan diario de sus familias. Finalmente queremos agradecer nuevamente la atención de amigos, colaboradores y familiares de nuestra directora general, quien ya se encuentra en una recuperación satisfactoria y hacemos votos por su completo alivio. FELIZ 2012