Fortino TORRENTERA O.
Oaxaca. México. La noche de sábado, fue inaugurada en el Centro Cultural Universitario la muestra pictórica “Vida en Oaxaca II” del maestro Hiroyuki Yoshida, alegórica serie que dedica esta entidad.
En los muros de este centro cultural se presentan 29 obras trabajadas en técnicas que van del oleo, al acrílico y la tinta china sobre papel, producción que realizó en el último año inspirado en su estancia en Oaxaca.
[caption id="attachment_87378" align="alignleft" width="179" caption="La sencillez del maestro Hiro da fuerza al trazo y color de sus piezas."]
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Fue lo que destacó el director de ese centro Arturo Mejía, al referir la importancia que el maestro Hiro como aportación al arte plástico en Oaxaca, estando presente en el acto el maestro Tsinzaburo Takeda, quien elogió esta serie.
Comentó que la muestra surge porque ha vivido en Oaxaca durante 11 años y en 1010 recibió su carta de residencia, por lo cual siente mucha alegría por compartir su arte y tributarlo al estado y a su pueblo.
La muestra está llena de colorido, trazos que dibujan cuerpos desnudos, trazos fuertes con un manejo del color que asombra por el manejo que experimenta en los contrastes.
Es evidente el erotismo abordado desde el colorido que el maestro Hiroyuki Yoshida presenta en esta serie que se presenta por segunda ocasión en esta capital, ahora con más obras.
Comentó que se trata de compartir algunos estudios que sobre Oaxaca, su gente, su arquitectura y su fauna, ha hecho el maestro Hiro, tratando de comprenderla mejor.
[caption id="attachment_87379" align="alignleft" width="300" caption="Durante la apertura, estuvo presente el maestro Tsinzaburo Takeda."]
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“No acabo de entender el arte en Oaxaca, por eso sigo investigando, documentándome y esforzándome por promover mi obra para confrontarla”, señala el artista plástico japonés.
Por ello, en cada obra, el autor comparte su visión de este pueblo con técnicas nuevas con las cuales experimenta sobre el color, “tratando de hacer algo parecido al arte de Oaxaca”.
El maestro Hiroyuki Yoshida, ha enseñado en Europa y Japón las artes plásticas a niños con discapacidad, de lo cual es un conocedor, pero también un admirador.
Al hablar sobre su experiencia con los niños, es determinante: “Les doy las gracias, ellos son mis maestros pues pinta tan puro, con toda su imaginación, libertad y originalidad”.
Y es que el maestro ha trabajado con varias generaciones en distintas instituciones que atienden a niños con discapacidad, lo que le ha permitido constatar las grandes ventajas que tiene el arte en la salud.
“Con las artes, los pequeños desarrollan su intelecto y muchas habilidades, les hace muy bien a los niños con discapacidad o no desarrollarse en las artes como la pintura”, comenta el artista.
Recuerda que hace tiempo pintaba abstracto, pero por su cercanía con los niños, se ha dedicado a plasmar la vida, desnudos, paisajes, animales, paisajes y casas de Oaxaca que expondrá hasta el 20 de diciembre en la Galería Azomalli que se localiza en Gurrión 100, a un costado del templo de Santo Domingo de Guzmán.
Hiiro Yoshida, nació en la ciudad de Kokura en Japón; trabajó en el estudio de diseño y pintura de Óleo de Ryu Hashimoto Japón y con Mitsuo Hosoi (profesor de Aichi Kyoiku University).
Viajó a través de la URSS, Europa, África del Norte, Grecia y Francia, donde aprendió diseño en el Grande Shomier en Paris, para regresar a Japón como maestro de dibujo, pintura óleo, acrílico y tinta china contemporánea en el Centro Cultural de la Escuela Nacional de Artes.
Ahí realizó estudios de diseño, óleo, acrílico, acuarela, tinta china, en el Instituto de Arte de Taka y se dedicó a la docencia para adultos y niños de MOA Nagoya Centro Cultural, donde fue jurado en el concurso de arte Internacional de niños.
Realizó una serie de cerámicas con personas discapacitadas en el Instituto Shigaraki Jyusanjo; profesor de la Terapia para los discapacitados en el Instituto Artístico “Keisenkan” en Kasugai
Llegó a México en 1998 impartió clases de pintura de óleo y acrílico, dibujo y grabado, así como monotipo en el Taller Rufino Tamayo, desde entonces radica en Oaxaca donde imparte clases en centros de atención a niños con discapacidad, por lo que ha desarrollado al mismo tiempo una forma de trabajo con estos pequeños.