Oaxaca, México.- La biblioteca de Alí Chumacero está integrada por 50 mil ejemplares y conformada por libros, folletos, publicaciones periódicas y obras publicadas en ediciones numeradas y con dedicatorias de los autores.
Se trata de una de las colecciones más importantes que existen en nuestro país ya que muchas de las obras con las que cuenta contribuyen, de manera decisiva, a trazar el mapa de nuestra república literaria.
Entre los temas que destacan dentro esta amplia colección se pueden mencionar: culturas de la antigüedad, literatura, historia, antropología, filosofía, psicoanálisis, arte y ciencias sociales; así como facsímiles de códices, obras sobre arte y escuelas artísticas en diversos países del mundo.
Se pueden mencionar además escritos significativos por su antigüedad, como las
Obras espirituales, de San Juan de la Cruz, publicada en 1703; el célebre
Diccionario de Gramática, del humanista español Antonio de Nebrija en edición de 1792; la obra clásica de derecho testamentario
De primogeniorum hispanorum origine, ac natura, de Luis de Molina, editada en 1727, entre otras.
Del siglo XIX se cuenta con el
Manifiesto de la nación española a la Europa, editada en 1809;
La armonía del universo, de Juan Nepomuceno Adorno (1862-1882); la novela de costumbres
El hijo pródigo: Páginas del libro de la vida, de Ramón Ortega y Frías, en edición de 1889; y la obra teatral
Una escena estudiantil: Juguete cómico en un acto, de Narciso Bassols, editada en 1894.
Alí Chumacero comenzó a formar su biblioteca personal a los 10 años de edad con dos textos que le obsequió su padre: la primera de ellas, una edición infantil de
El Quijote, y la segunda, unos volúmenes de la colección Lecturas Clásicas para Niños, editada por la Secretaría de Educación Pública durante la administración de José Vasconcelos.
Conaculta anuncia la adquisición de la biblioteca de uno de los grandes hombres de libros del siglo XX mexicano: Alí Chumacero. El anuncio coincide con el primer aniversario luctuoso del poeta y editor mexicano, a celebrarse el próximo 22 de octubre. El acervo se suma al proyecto de La Ciudadela, la ciudad de los libros, que cuenta hasta el momento con las bibliotecas de José Luis Martínez, Antonio Castro Leal y Jaime García Terrés.
Con la adquisición de este acervo, el proyecto de preservar las bibliotecas personales acuñadas por los grandes hombres de letras de la segunda mitad del siglo XX continúa consolidándose. Estos fondos, portadores de un enorme valor artístico y cultural, se ponen ahora a disposición de investigadores, amantes de las letras e interesados en conocer la manera en que estos personajes concebían la cultura.
El Arquitecto Jorge Calvillo Unna será el encargado de la obra que albergará dicho fondo bibliográfico y Luis Ortíz Monasterio el autor de la obra de arte que lo acompañará