Heriberto BLANCARTE L/Conaculta
Oaxaca, México.- Al moderar el Foro Valores en la Cultura para la Identidad Nacional, en el marco del Congreso Educación y Valores para la Convivencia en el Siglo XXI, Consuelo Sáizar, presidenta del Conaculta, afirmó que todo proyecto de nación atraviesa por un proyecto cultural.
“En México la cultura es un hecho cotidiano y decisivo que tanto en las horas de crisis como de consolidación es raíz y motor de nuestra patria. La cultura nos identifica en la diversidad”, destacó la titular del Conaculta en el Teatro Orientación de la Unidad Cultural del Bosque.
En el Foro estuvieron presentes la investigadora Gabriela Gallardo de Córdova, el arqueólogo Eduardo Matos Moctezuma; Alfonso de Maria y Campos, director del Instituto Nacional de Antropología e Historia; Teresa Vicencio, directora del Instituto Nacional de Bellas Artes, el investigador Carlos Elizondo y el escritor Álvaro Enrigue.
Consuelo Sáizar recordó a Carlos Monsiváis cuando dijo que en México ha habido momentos históricos de gran relevancia como la creación de la UNAM y su Coordinación de Difusión Cultural, las misiones respaldadas por José Vasconcelos, la creación del Fondo de Cultura Económica, además de la aparición de los medios electrónicos.
“Hablamos de la cultura como el origen, como la identidad, en un siglo XXI donde existe un gran desarrollo y una gran infraestructura, todo ello con la presencia de nuevas herramientas tecnológicas que nos ayudan a difundir al momento cualquier proyecto de este ámbito”, señaló Consuelo Sáizar.
Teresa Vicencio mencionó a la plástica mexicana como uno de los principales referentes de la cultura de nuestro país, teniendo en el muralismo a su movimiento más característico, donde están presentes lo prehispánico, lo popular y el retrato de la lucha social de los mexicanos.
“En esa plástica se toman temas propios que van de la mano de una política pública educativa. No podríamos explicarnos el arte contemporáneo si no hubiese existido la búsqueda de lo nacional a través de nuestros artistas plásticos, tampoco podríamos entender la llamada ruptura”, refirió Teresa Vicencio.
La titular del INBA aseguró que del siglo XX se debe rescatar el binomio de educación y desarrollo artístico, recordando que una de las grandes impulsoras de las campañas de alfabetización fueron artistas como Gabriela Mistral.
“Las expresiones artísticas muestran nuestras transformaciones como sociedad y por ello la cultura debe estar inserta en los programas educativos. El arte es una herramienta para la transmisión de ideas, no de ideologías, y es sumamente importante en una época donde nuestra identidad la estamos reconociendo todo el tiempo con pluralidad y diversidad creativa”, consideró la directora general del INBA.
El arqueólogo Eduardo Matos Moctezuma expuso que el concepto de cultura ha sido motivo de discusión a lo largo de los años, existiendo más de 200 definiciones al respecto, sin embargo, aseguró que cultura es lo que nos caracteriza como mexicanos, lo que comemos, los modismos al hablar, al igual que las expresiones de nuestros artistas.
“A la cultura la aprendemos desde –indicó-- niños en los juegos y los cantos y por ello debemos defenderla como una parte esencial de nuestra identidad y existencia”.
Eduardo Matos Moctezuma destacó que los maestros juegan un papel fundamental en la difusión de la cultura, además del seno familiar donde se fincan los valores de lo universal.
“Sabemos que hay ciertos factores que invaden estos lugares y que no son los mejores difusores de los valores culturales. La casa y la escuela son los principales escenarios sobre los cuales se va a fincar la identidad de las nuevas generaciones y de ahí la importancia de dirigir la difusión cultural hacia ellos”, precisó el arqueólogo.
En tanto, Alfonso de Maria y Campos, director del Instituto Nacional de Antropología e Historia, expresó que en el contexto cultural es la historia la ciencia que explica las demás ciencias sociales y que nos ayuda a entender cómo toda civilización tiene un reto y una respuesta.
“El siglo XIX en México es un tema paradigmático –señaló De Maria y Campos-- nos muestra cómo al no haber un único proyecto de nación y con diversas confrontaciones entre diversos sectores, surgió el liberalismo que puede ser considerado como un proyecto cultural. El siglo XX se establece por otra parte, como el escenario de una revolución social que nos dio la Constitución y que nos marca también por su aspecto cultural”.
El investigador Carlos Elizondo puntualizó que actualmente se construye en medio de la democracia un proyecto de nación, por ello la construcción de una cultura debe tomar en cuenta que somos un mundo global y abierto, además de estar inmersos en una era digital que hace una enorme diferencia con el pasado.
“Hoy muchos proyectos culturales se pueden digitalizar y transmitir, han cambiado las maneras como el ciudadano va creando sus capacidades cognitivas, por ello al hablar de cultura se debe tomar en cuenta que con un solo click cualquiera puede bajar un video que se creó en Corea y conocer aspectos de esa cultura”, agregó Carlos Elizondo.
El escritor Álvaro Enrigue, por su parte, hizo ver que esta es la primera generación de creadores globalizada en la que los creadores conviven en contextos tanto locales como mundiales, abriendo nuevos circuitos de difusión para la cultura.
“Nuestra generación le tocó transitar en medio del Tratado de Libre Comercio, es decir, de los Miguelitos a los Milky Way, existiendo toda una maquinaria de industrias culturales internacionales que va marcando las pautas en todos los ámbitos”, dijo Álvaro Enrique.
Gabriela Gallardo de Córdova, mencionó finalmente que la educación debe ser el equilibrio del cosmos humano, contribuyendo a su formación y no solo a su información.
“Deben integrarse la cultura, la educación y la salud, y esa salud debe ser física, mental y espiritual. Imaginemos una pirámide donde cada una de las aristas son estos conceptos, no hay cultura si no existen cualquiera de los otros conceptos. Se debe comenzar trabajando con los niños para prepararlos para el conocimiento desde una perspectiva tanto intelectual como emocional”, precisó Gabriela Gallardo de Córdova.