Javier RODRÍGUEZ A/Conacaulta
Oaxaca, México.- Los ideales que modificaron a la sociedad del mundo en los años sesenta, marcaron la vida y la producción literaria de Hernán Lavín Cerda, quien alternó su ejercicio periodístico con su poesía y narrativa.
Residente en México desde mediados de los años setenta, recibido como refugiado político luego del golpe de Estado de Augusto Pinochet en su natal Chile, el escritor encontró en nuestro país las condiciones favorables para desarrollar su literatura.
Actualmente es catedrático de la Universidad Nacional Autónoma de México, en la Facultad de Filosofía y Letras; recientemente ha publicado su libro Alabanza del amor.
“Cuando ocurrió el golpe de estado en Chile, aún estaba en la universidad, ya había comenzado a publicar textos periodísticos en un diario de la capital y aún no me encontraba con mi vena literaria.
“Desde luego que el exilio fue algo muy duro; salir de mi país coincidió con la redacción de mis primeros textos poéticos, que surgieron de la experiencia periodística, pues luego de alguna entrevista o un evento, surgían en mí ideas e imágenes que se expresaban de otra manera”, relató el escritor y periodista.
Lavín Cerda refiere que se encontró con la necesidad de expresarse de una forma distinta a los textos periodísticos, algo que con el tiempo definió su estilo, pues sus versos están escritos en prosa.
“Luego, durante mi estancia en México, país al que amo por su generosidad, tuve la oportunidad de continuar con mi producción literaria, que se extendió al cuento y la novela, además de que comencé a dar clases en la UNAM.
“Todas esas vivencias están en mi producción, porque me interesa hablar de los sentimientos y las emociones del ser humano, es lo que nutre mis versos y mis historias; por eso las experiencias que he acumulado en mi vida son muy importantes, vitales diría yo”, expresó.
Otro aspecto que Lavín Cerda toma como sustento para su trabajo, es el hecho de asumir un compromiso con los acontecimientos sociales que le ha tocado vivir, como latinoamericano y como residente en un país en el que no nació, pero que lo recibió de manera incondicionalmente.
“Desde el principio, he querido que mi trabajo como periodista y escritor constituya un aporte al mundo, a la reflexión sobre la vida y el momento que nos ha tocado vivir, pues existen muchas coincidencias culturales y sociales entre las personas que conformamos esta región del mundo.
“Así que en mis clases y en la poesía, los personajes centrales son las emociones, las ideas y los deseos, todo eso, de un modo y otro, está detrás de esta nueva compilación, que incluye textos recientes y otros de hace algunos años, pero coinciden en la necesidad de compartir estas reflexiones con el lector”.
Respecto a los ideales surgidos en la década de los sesenta, Lavín Cerda consideró que éstos no se han terminado, que son vigentes y lo que vivimos es aún parte del proceso de búsqueda de mejores condiciones de vida.
“El mundo se ha globalizado, para bien y para mal, pero las necesidades y reclamos de los jóvenes de mi generación son prácticamente las mismas, sobre todo porque nuestro continente enfrenta dificultades añejas.
“La capacidad de comunicación que nos da la tecnología, producto de la globalización, nos permite desarrollarnos a nivel mundial, lo cual para la literatura y el arte es algo muy bueno; considero que la poesía debe ser un recurso para reflexionar sobre lo que ocurre, para hacerlo de una manera afectuosa”, consideró Hernán Lavín Cerda.