Oaxaca, México.- La experta brasileña Eliana Yunes, miembro de la Cátedra UNESCO de Lectura, está convencida de que el amor por la palabra es el primer punto de unión entre el promotor de la lectura y quienes se acercan a él en busca de una guía para ampliar su conocimiento.
La representante de la Cátedra UNESCO de Lectura, participó en el último día de actividades del Segundo Encuentro Internacional de Salas de Lectura, organizado por el Conaculta, a través de la Dirección General de Publicaciones y el Programa Nacional de Salas de Lectura.
Eliana Yunes, recordó que el gusto de la lectura se propicia en la infancia, siendo los primeros libros, ecos bellos y lejanos de un pasado donde despertó la memoria más viva.
“En las canciones de cuna comienzan las primeras narraciones ancestrales, la palabra es rescate de cosas vividas, enseñanzas que rememoran y aspiran a la unidad, como si cada punto remitiera al otro sin roturas”.
La especialista, quien desde 1981 ha mantenido contacto con la promoción de la lectura en México, dedicó parte de su intervención a leer dos correos electrónicos de las promotoras de lectura Gabriela Nájera y Laura Aguirre, quienes dedican su tiempo a leer literatura a jóvenes de diversas entidades buscando propiciar el enamoramiento por la palabra, los conceptos y la imaginación.
“Miremos nuestros circos, teatros de arenas, espectáculos, ahí también se celebra la palabra, dictada, cantada, compartida, entre un circulo de escuchas; las palabras han estado desde la creación y siguen con nosotros”.
Dijo que la palabra instaura universos en la ficción sin jugar con la falsedad, plasmando los deseos de los seres humanos en obras que dicen mucho de ellos mismos.
“La lectura comienza en realidad como una exigencia para sobrevivir en este mundo, si no leo puedo no alcanzar un diálogo en el que no se alcancen las dos enunciaciones primordiales: el tú y el yo, la alteridad que permite evaluar, distinguir y resistir”.
Aseguró que la palabra permite que comprendamos en el otro lo que ignoramos en nosotros, además de recrear sentimientos que nos permiten tomar la voz como sujetos de un discurso que argumenta.
“Muchas veces estamos atrapados en un yo que no nos permite hablar de un mí. Fue con palabras, que en la biblia cristiano-judía, Dios hizo al mundo y desde entonces toda la historia fue narrada a través de su influjo”.
Comentó que en los soportes en los que ha sido plasmada la palabra, ya sea piedra o papel, siempre necesita de un lector para despertarla sin importar la época.
“La escritura se inventó para que las palabras fueran más lejos, y para que no se alejaran del corazón humano, se creó la lectura. En los códices y pergaminos las palabras encontraron sus alas para dar la vuelta al mundo a través de nuestras voces”.
Dijo que desde las tribus originales la palabra ya estaba creando mundo, y con la comunicación oral se creó la magia de escucharnos mejor y comprender nuestro entorno.
“Cuando leemos un libro tenemos la sensación de que todos esos universos que caben en la ficción también caben en nosotros, Mario Vargas Llosa afirmó que la escritura y la lectura son una forma de lucha contra la muerte y el fracaso”.
Dijo que son necesarios lectores pensantes que se apropien de la palabra para crear un discurso propio, es decir, que se conviertan en entes responsables de la palabra como legado.
“Queremos mucho más de lo que aporta la palabra para realizar un sueño común de justicia para todos, tenemos a menudo miedo de la palabra amor, pero decimos que queremos justicia que es la forma de amar hasta a los enemigos “.
Concluyó diciendo que la lectura es un acto de amor en el que ofrecemos un espacio dentro de nosotros para que el otro exista, por ello hace falta mucha cosecha para quienes no encuentran el trigo y el pan de la solidaridad.
“El libro con sus diversos formatos no va a desaparecer, por ello lo que se defiende en el programa de Salas de Lectura es una humanización permanente y renovada del libro y el proceso de leer”.
Y agregó: “No importa cuántos soportes adquiera la literatura, la palabra siempre será un hecho inaugural, y la herramienta para traducir nuestro misterio personal en verbo”, concluyó Eliana Yunes.