Oaxaca, México.- En México aún no se tiene un desarrollo en política pública, ni un papel del Estado que sea favorable para la garantía, tutela y protección de los derechos humanos, sostuvo Miguel Carbonell, integrante del Instituto de Investigaciones Jurídicas (IIJ) de la UNAM.
Es cierto que en esta materia se han tenido avances importantes en los últimos años, porque se han creado organismos como la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH), que en buena medida fue resultado del trabajo de los universitarios, pues se siguió el modelo de la Defensoría de los Derechos Universitarios, creada en 1985, subrayó en ocasión del Día Internacional de los Derechos Humanos, que se conmemora este 10 de diciembre.
“También, se retomaron las ideas que, en su momento, había propuesto Héctor Fix-Zamudio, y en ese sentido, tenemos una institucionalidad tuteladora en la materia, mucho mejor a la que teníamos hace dos o tres décadas”, refirió el coordinador del área de Derecho Constitucional del IIJ.
Sin embargo, consideró, últimamente han surgido nuevos peligros, como el incremento de los casos de tortura, las desapariciones forzadas y entradas a domicilios sin orden judicial; también riesgos derivados de los avances tecnológicos, como la protección de datos personales, o las violaciones graves del derecho al agua y al medio ambiente.
En este sentido, se tiene una agenda nutrida, claroscuros y desafíos, por lo que se puede decir que “vivimos en un avance medio, pues aunque no estamos tan mal como en otros países, tampoco estamos en el nivel óptimo”, indicó el integrante del Consejo Consultivo de la CNDH.
Específicamente, se tienen dos áreas de preocupación: la actividad del Estado en contra de la delincuencia y el derecho a la salud, debido no sólo a la falta de infraestructura, sino a la escasa capacitación de los médicos, apuntó.
Hay oportunidad, desafíos y retos por cumplir, prosiguió el también integrante del Sistema Nacional de Investigadores. En primer lugar, debe quedar claro que se puede combatir a la delincuencia con el respeto a esas prerrogativas y exigir del Estado capacitación, equipamiento policiaco, control y adiestramiento de esta organización.
“Al mismo tiempo, debe haber una corresponsabilidad social en donde los titulares de los derechos se apropien de los mismos, en lugar de esperar que el gobierno haga todo. La tarea de protegerlos y garantizarlos no es exclusiva de las autoridades, porque también empieza por la casa, en la educación formal e informal”, recalcó.
Marco jurídico propicio
Sobre el tema, Jorge Ulises Carmona Tinoco, también del IIJ, señaló que, en la actualidad, México tiene un marco jurídico propicio para la protección de los derechos humanos, con una reforma constitucional en la materia, única en el mundo, pero con un grave obstáculo de eficacia.
“No conozco otro país que tenga una enmienda en la materia como la que hizo México, incluso los planes de estudio deberán modificarse para incluir orientación en este ámbito”, comentó.
No obstante, consideró que aún se requieren otras modificaciones como “un ajuste estructural en la procuración de justicia, nuevas generaciones de jueces y una renovación en la autoridades administrativas”.
Aún con los avances, la práctica es disímil, lamentó Carmona Tinoco. “Han sido de los peores años que ha vivido la nación en este rubro. El Estado falla en su deber de protección de los mismos, tenemos una incidencia muy alta en violaciones a las garantías de periodistas y defensores de derechos humanos, y así lo confirman organismos internacionales”.
El académico añadió que en ocasiones “denunciar y hacer ver violaciones, te convierte en víctima de las mismas. Se observa un fenómeno en el que algunas personas tienen que hacer lo que las instituciones debieran, por desconfianza en ellas, y esto es peligroso porque el paso siguiente es que la gente empiece a tomar la justicia en sus manos”, alertó.
Día internacional de los Derechos Humanos
El Día Internacional de los Derechos Humanos se conmemora el 10 de diciembre, para recordar el aniversario de la aprobación de la Declaración Universal de los Derechos Humanos (DUDH), por la Asamblea General de la Naciones Unidas, en 1948.
Al respecto, Carbonell consideró que es un recordatorio de que sin su protección las condiciones de vida de las sociedades, incluso las más avanzadas, se pueden degradar.
“Precisamente, la Segunda Guerra Mundial se libró en contra de las atrocidades nazistas y celebrar este día es una señal de alerta, para que la razón esté atenta a protegerlos, porque de eso depende que podamos vivir co
mo seres humanos autónomos e independientes”.