Carolina QUEZADA
Oaxaca, México.- Desde el año 2005, el colectivo 1000 Metros bajo tierra que nace en Argentina integrado por cineastas, diseñadores y escritores, mantiene un circuito de exhibición permanente de Cine Underground en sedes itinerantes a nivel internacional.
La intención de este proyecto reside en abrir los espacios de difusión para obras audiovisuales independientes, que teniendo una búsqueda estética y discursiva, por sus modos de producción y realización están por fuera de las estructuras institucionales y convencionales, y por ende, sin alternativas de difusión dentro de los circuitos comerciales.
Teniendo como uno de los principios basales, el criterio de “no selección” (lo cual significa que a toda obra que llega a nuestras manos se le busca fecha de proyección) toda película (cortos, medios o largos) que no haya tenido estreno comercial y que por sus modos subterráneos de producción brinde la posibilidad de entrar en contacto con una mirada distinta, tiene la oportunidad de llegar al espectador a través de los Micro Festivales 1000 METROS BAJO TIERRA, que tienen por desafío la formación de un público para este cine que nos convoca.
Analizando el concepto de cine subterráneo desde una perspectiva local, nuestras experiencias nos hacen concluir que actualmente en Latinoamérica el Cine Underground ya no se refiere únicamente a una búsqueda experimental sino a la manera posible de hacer cine en los países de nuestra región.
Lo cual profundiza nuestro compromiso de abrir nuevas pantallas, de alentar la difusión del cine latinoamericano e internacional, entendiendo al audiovisual como una herramienta indispensable para conocer nuestras realidades y acortar distancias.
Este propósito le ha dado al colectivo 1000 Metros Bajo Tierra, un carácter expansivo y transterritorial que determinó la realización de los Microfestivales en otros países, manteniendo sedes autogestionadas y autónomas a través de la conformación de colectivos 1000 Metros Bajo Tierra locales.
Actualmente funcionan de modo permanente las sedes de Buenos Aires, (Argentina), Mérida (Venezuela), la sede de Península Ibérica y alrededores, en España y desde hace pocos meses la sede de Clermont Ferrand, en Francia, dándole de esta forma pantalla al cine under latinoamericano también en Europa.
Actualmente está por comenzar la primer edición de los festivales en México, con sedes en DF y Oaxaca y paralelamente se están gestando, con el apoyo y coordinación del Colectivo de Buenos Aires, nuevas sedes del colectivo en Brasil y Colombia, extendiendo aun más las redes de difusión y distribución audiovisual.