Alfonso CARBALLO
Oaxaca, México.- De alguna manera se intentaría: El Primer Festival Internacional de Literatura en la Central de Abasto Oaxaca 2011 pone en marcha los engranajes de la actual literatura hecha en Oaxaca. Y ésta, dada su consistencia y el trabajo de sus actores presentes, se re(b)ela robusta y audaz. Quién lo dijera: escritores jóvenes empujando una literatura que parecía estancarse en sus eternos fantasmas. ¿Y el ejemplo?: lo habían dado los escritores en lenguas originarias. Éstos apuntalaron una literatura que no cesa ni se eclipsa. Veamos: las lenguas originarias de nuestros pueblos se respiran
más vivo que nunca en la pluma de sus actuales escritores: Palabra de raíz antigua develándonos el rostro de nuestro origen.
Y ahora, junto a esto –como en el caso de la pintura oaxaqueña-, Oaxaca tiende a ofrecernos algo más: una confluencia generacional donde las diversas voces líricas y escriturales ensanchan su territorio y se entreveran en una eclosión viva, latente. Y ante tal logro, como si tal eclosión fuese un azar de constelaciones en el momento justo, uno augura la vitalidad de dicha literatura agenciado por sus diversos actores presentes. Por lo que éste, el Primer Festival Internacional de Literatura “Abasto de Letras” en Oaxaca resulta prometedor: ¡Años acá que una confluencia tal no se convertía en el visor-espejo de la literatura hecha actualmente en Oaxaca! (Esa literatura viva, audaz, a la par con las diversas manifestaciones literarias que confluyen en los encuentros nacionales de escritores). Y esto se celebra. Pues, si en décadas anteriores las voces escriturales desperdigadas como islotes dibujaban ya una literatura naciente, las múltiples lecturas y colisiones presentes, el Manifiesto Poscorrientista y el ahora festival “Abasto de Letras” reafirman tal consistencia y eclosión.
Dicha confluencia se percibe. Oaxaca, con sus múltiples manifestaciones culturales, se torna inquietante, asombrosa. Verlo pues con un ojo
caciquista eclipsaría nuestro pensamiento. Por lo tanto, ante tal reconocimiento, podemos afirmar que la confluencia generacional en la literatura oaxaqueña está más vivo que nunca. Y ésta, me atrevo a decir, se percibe en su pluralidad, consistencia e insurrección crítica ante lo magro y sospechoso. Pues, si he de parafrasear a Karl Vossler, diré que ésta, la literatura, es capaz de florecer aún entre las rocas y el hielo.
Cierto es que dicha confluencia no es un resultado gratuito: basta observar los diversos proyectos que se gestan no sólo en la capital oaxaqueña sino también en regiones como la Mixteca, el Istmo de Tehuantepec o la Cuenca del Papaloapan. El visor-espejo de la literatura ensancha su territorio y uno observa cuánto se ha robustecido actualmente la literatura oaxaqueña. Ésta se re(b)ela prolífica y el panorama presente es un almácigo de voces crecientes que no cesan de sorprender al ojo y oído atento. Puede decirse (glosando algunos apuntes de Víctor de la Cruz y de Heidegger)
que la flor de la palabra ha sido instaurada. Y, sobre todo, instaurada espléndidamente en un territorio que goza de una invaluable riqueza y diversidad lingüística; aunque golpeado constantemente por el rezago educativo y el desánimo social. ¿Qué de la vida si no el arte como goce para habitar el mundo?
¡Ujujujú!... Y los engranajes ya están puestos. En este mes de copiosa actividad cultural en el estado vale la pena disfrutar del Primer Festival Internacional de Literatura que se está llevando a cabo en la Central de Abasto. En un hecho inédito por su vitalidad e insurrección literaria, poetas, narradores, perfomanceros, etc., se están dando cita en una ciudad convertida ya en una fiesta de múltiples manifestaciones culturales. El transeúnte, oidor, público, podrá gozar de un
abasto de letras organizado en plena central de abasto como una forma de mover la literatura a partir de sus infinitas posibilidades.
Quién tenga oído oiga. Quién tenga tomates, esconda la mano.
El objetivo, reza en una de las invitaciones difundida por sus organizadores, es realizar un festival literario que convide a que más personas de nuestra ciudad se involucren como lectores… Jesús Rito García, Óscar Tanat y Andrés S. Victoria, responsables de este proyecto, han convocado a un buen número de escritores oaxaqueños que, en lecturas programadas, están dando cabida a la poesía, narrativa, ensayo, y el debate a través de mesas de discusión con los siguientes temas: La poética del escuadrón de la muerte, La central de abasto y la literatura, Los mercados y la globalización. Asimismo, el performance, la poesía multimedia, el teatro, la música y el video están presentes en este abasto de letras.
El festival se está llevando a cabo del lunes 7 al jueves 10 de noviembre en la Central de Abasto de la capital oaxaqueña. Los horarios de las mesas de lectura y demás actividades son de 17:00 a 20:00 horas. ¡Albricias por esta confluencia literaria! Enhorabuena.