Oaxaca, México.- En el Auditorio Jaime Torres Bodet, del Museo Nacional de Antropología, en el marco  del Simposio Internacional del Libro Electrónico, la presidenta del Conaculta, Consuelo Sáizar, anunció la creación del cerebro bibliotecario de México. Durante la conferencia magistral “El futuro del libro”, que ofreció durante este encuentro, Consuelo Sáizar dijo que el rescate de los fondos bibliográficos se centra en la digitalización de contenidos con el fin de crear el cerebro bibliotecario. La titular del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes comentó que el  libro electrónico no va a acabar con el libro impreso, pero si va a amenazar seriamente a las bibliotecas personales, por lo que uno de los proyectos de esta administración se centra en rescatar las grandes bibliotecas del siglo XX, convirtiendo al edificio de La Ciudadela en la Ciudad de los Libros. “El Proyecto Cultural del Siglo XXI Mexicano se propone convertir a México en la plataforma intelectual del español, por ello este proyecto es fundamental para preservar nuestra memoria para las futuras generaciones”. Consuelo Sáizar recordó a Carlos Monsiváis cuando afirmó que México tuvo tres grandes hazañas culturales en el siglo XX,  la campaña alfabetizadora de José Vasconcelos, la creación de la Dirección de Difusión Cultural de la UNAM y la fundación del Fondo de Cultura Económica. Dijo que a raíz de esas iniciativas, la edición en México se desarrolló de forma excepcional con los libros respaldados por las tres grandes instancias editoras: el Fondo de Cultura Económica, la Comisión Nacional del Libro de Texto Gratuito y la Dirección General de Publicaciones del Conaculta. Explicó que el Fondo de Cultura Económica preserva hoy un catálogo canónico y ha sido pieza clave en la distribución de libros con nueve filiales en el extranjero, fortaleciendo la patria de la Ñ, cuyas únicas fronteras son los acentos. Sobre la Dirección General de Publicaciones del Conaculta, precisó que rescata libros de gran importancia que no circulan en todos los circuitos editoriales. Además de promover el lanzamiento de nuevos talentos, haciéndose cargo también del fomento de la lectura a través del Programa de Salas de Lectura y de las ferias del libro más importantes del país. En este sentido, mencionó que el Conaculta ha tomado en cuenta los retos digitales planteando un proyecto que pretende preservar el canon literario, digitalizarlo y distribuirlo. “México es muy grande y la tecnología nos va a ayudar a dotar de contenidos a los lugares que no cuentan con una biblioteca establecida”. Agregó que dentro del Proyecto Cultural del Siglo XXI Mexicano se cuenta como directriz fundamental el colocar a México como una de las plataformas intelectuales del español, además de generar el tránsito del brick al click. “La primera vez que nos planteamos esto, reflexionamos sobre la utilidad de hacer una librería de ladrillos con libros de papel o digitalizarlos y ponerlos en línea”. Consuelo Sáizar detalló los diversos proyectos de rescate de los fondos bibliográficos de José Luis Martínez, Antonio Castro Leal y Jaime García Terrés, realizados con una concepción arquitectónica personal, para preservar la manera como en sus casas estos sabios mexicanos mantenían sus libros. Explicó que el proyecto incluye la digitalización de los contenidos, las anotaciones y los links, para crear un gran cerebro bibliotecario y ofrecer la mayor oferta bibliográfica de México a toda la nación. “Todos los libros que estén libres de derecho, podrán ser consultados durante cinco días por los usuarios a través de un password, este será uno de los grandes legados de esta administración”. Recordó cuando hace unos años el experto Akio Morita presentó ante el público un floppy donde se encontraba contenida  toda la enciclopedia británica, sorprendiendo al público. “Hoy en día, para el floppy como soporte electrónico no encontraríamos como leerlo, por ello es necesario  ir recorriendo todas las estaciones tecnológicas” . Y agregó: “Más allá de conveniencias tecnológicas y financieras, tenemos la responsabilidad de conservar los contenidos para que el lector los disfrute en cualquier formato en el futuro”, concluyó la titular del Conaculta