Ciudadania Express
Miércoles 18 de mayo, 2011. 11:10 am

Cultura inherente al se humano:Bolfy Cottom

| | 141 lecturas | 0 comentarios

Alicia RUBALCABA/INAH Oaxaca, México.- Más que un derecho, la cultura es una condición inseparable del ser humano, y en este sentido el Estado no puede asegurar el acceso a todos los bienes culturales, pues al hacerlo podría violentar los derechos de otros, como es el caso de los pueblos indígenas. Así lo señaló Bolfy Cottom, investigador del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH-Conaculta), al referirse a la reforma constitucional del Artículo 4° (30 abril de 2009), relativo al derecho de acceder a la cultura y al disfrute de los bienes y servicios que presta el Estado en la materia, y cuyas reflexiones están contenidas en el libro Los derechos culturales en el marco de los derechos humanos en México, presentado en Museo Nacional de Antropología. Los derechos culturales son inherentes a los derechos humanos, y por ende, no dependen de una disposición positiva, es decir, escrita o contenida en una ley; es aquello que corresponde a toda persona individual o colectiva por el simple hecho de pertenecer a una comunidad cultural o a varias comunidades culturales, puntualizó el especialista en legislación cultural. Al participar en la presentación de la publicación,  Francisco Barriga, titular de la Coordinación Nacional de Antropología del INAH; Rafael Tovar y de Teresa, abogado e historiador, y el editor Miguel Ángel Porrúa, también expusieron sus puntos de vista sobre el tema. El antropólogo Cottom señaló que en esta publicación los lectores “podrán acercarse al conocimiento sobre los aspectos relacionados con el acceso a la cultura y los derechos humanos, con el objeto de comprender el origen y sentido actual de este asunto. De igual manera detalla la experiencia que México ha tenido en materia de derechos culturales, y qué es lo que se ha logrado avanzar en ese sentido”. “Son derechos culturales los museos, las bibliotecas, las exposiciones, las fiestas populares, los rituales, la música popular, los diseños textiles, la comida, la medicina tradicional, las obras, los libros, las creencias de una comunidad”, expresó Cottom al indicar que si bien el Artículo 4° Constitucional establece que es derecho de toda persona acceder a la cultura y al disfrute de los bienes y servicios que presta el Estado, no es correcto pensar el derecho a la cultura concediendo esta prerrogativa a éste. El Estado, reiteró, no puede asegurar el acceso a todos los bienes culturales, pues al hacerlo podría violentar los derechos de otros. “Un ejemplo son las festividades o rituales en los que varios grupos culturales del país prohíben el acceso a personas que no pertenecen a ellos. “Ésta es la discusión, por un lado, el Estado establece que todos los mexicanos tienen derecho a acceder a la cultura, y en sí mismas estas celebraciones son manifestaciones culturales, pero por el otro, debido a sus características simbólicas éstas no están abiertas a todo el público, porque son fundamentales para la vida de esas colectividades”, acotó Bolfy Cottom. El libro, publicado por la editorial Porrúa, es resultado de tres años de investigación, sistematización, análisis, y reflexión de información diversa, mucha de ella obtenida en el Seminario sobre Patrimonio Cultural, Antropología e Historia y Legislación, que en 2009 organizó la Dirección de Estudios Históricos del INAH. La obra está integrada por tres secciones, la primera versa sobre los antecedentes de los derechos humanos, desde el reconocimiento de los derechos naturales en el mundo helénico y la época medieval, los ideales de la Revolución Francesa y la Independencia de Estados Unidos, hasta la Declaración Universal de los Derechos Humanos en 1948. El segundo apartado es un análisis de documentos en materia de derechos humanos en nuestro país, basado principalmente en tres: la Declaración Universal de Derechos Humanos; el Pacto Universal de Derechos Económicos, Sociales y Culturales; y el Convenio 169 de la Organización Internacional de Trabajo.  La tercera sección está dedicada a los aspectos relativos a la modificación del Artículo 4° Constitucional. En su intervención, Miguel Ángel Porrúa, editor de la publicación, comentó que entender la cultura es identificarla plenamente con acciones que guardan estrecha relación con las normas del comportamiento e inciden en nuestra manera de actuar y concebir la realidad. La cultura nos atañe a todos tan directamente que reviste en nosotros el sentido de identidad. Por su parte, Rafael Tovar y Teresa manifestó que “este libro se convertirá sin duda alguna en una referencia para poder analizar el tema de la cultura, ya sea para su promoción, su difusión y el acceso a los bienes y servicios culturales desde un ángulo de la protección jurídica. “Además, es un tema que se tiene que convertir en un punto de partida de nuestra sociedad debido a que el derecho a la cultura se debe encuadrar en los propios derechos humanos”, concluyó el historiador.
www.ciudadania-express.com