Oaxaca, México.- Con el propósito de fijar las voces y vocablos de la lengua castellana en su mayor propiedad, elegancia y pureza, la Real Academia Española se fundó en 1713 por iniciativa de Juan Manuel Fernández Pacheco, marqués de Villena, siendo aprobada su constitución por el rey Felipe V, el 3 de octubre de 1714.
A 297 años de su fundación, la Real Academia de la Lengua Española es identificada con un emblema que exhibe un crisol en el fuego con la leyenda Limpia, fija y da esplendor, lo cual muestra de su misión de preservar la pureza de nuestro idioma.
La institución ha ido adaptando sus funciones teniendo como misión principal velar porque los cambios que experimente la lengua española en su constante adaptación a las necesidades de sus hablantes no quiebren la esencial unidad que mantiene en todo el ámbito hispánico.
El edificio que en la actualidad alberga la institución en España fue construido especialmente para ella por el arquitecto don Miguel Aguado de la Sierra, en unos terrenos del conjunto del Buen Retiro cedidos por la Casa Real. La nueva sede se inauguró el 1 de abril de 1894, con la asistencia de la regente María Cristina de Habsburgo y el rey D. Alfonso XIII.
La Academia funciona por Comisiones que se reúnen periódicamente. También por un pleno integrado por todos los académicos, que realiza sesiones y recibe propuestas para crear enmiendas y adiciones al diccionario de nuestra lengua.
Las resoluciones sobre cambios en el castellano, en el caso de que se produzca disparidad de criterio, se adoptan mediante votación. Las comisiones tienen la misión de elaborar las propuestas que posteriormente examinará el pleno para decidir sobre su aprobación.
Al servicio de los trabajos que la Academia desarrolla en pleno o en comisiones, funciona el Instituto de Lexicografía, integrado por los filólogos y lexicógrafos que realizan las tareas de apoyo para la elaboración de los diccionarios académicos.
La organización cuenta con fondos documentales y bibliográficos de gran importancia. El archivo de la academia reúne la documentación generada por la corporación desde el año de su fundación, 1713, hasta la actualidad.
La biblioteca, que dispone actualmente de unos 250 mil volúmenes entre libros y revistas, cuenta con fondos de valor incalculable, entre los que se cuentan: colección de manuscritos, incunables y primeras ediciones de obras de los principales escritores españoles que van de Cervantes a Lope de Vega.
Dispone asimismo de un importante fondo dedicado a asuntos de lingüística y literatura española e hispanoamericana.
Recientemente, la Real Academia de la Lengua Española y YouTube han propiciado, mediante un acuerdo conjunto suscrito en 2010, la lectura global de El Quijote de la Mancha en la Red. Con la participación de 2,149 hispanohablantes de todo el mundo ha sido posible recrear en video la lectura completa del Quijote, obra cumbre de la literatura española y universal escrita por Miguel de Cervantes Saavedra.
El propósito de esta iniciativa es lograr una lectura completa y universal del Quijote en Internet, a cargo de lectores de todos los rincones del planeta. La Real Academia de la Lengua Española ha publicado ediciones especiales del Quijote en 1780, 1782, 1787, 1819 y 2004.
Actualmente dentro de la institución funcionan las siguientes Comisiones: Delegada del Pleno y para el Diccionario, Instituto de Lexicografía, Diccionario histórico de la lengua española, Información lingüística, Gramática, Banco de datos del español, Publicaciones y Boletín, Armonización de las obras académicas, Comisión Permanente de la Asociación de Academias, Comisión Conservadora de la Casa Museo Lope de Vega, Ciencias Sociales, Vocabulario científico y técnico, Ciencias Humanas y Cultura.
La Academia instituyó en 2003 el Premio Real Academia Española con el fin de fomentar los estudios y trabajos que de manera señalada contribuyen al mejor conocimiento de la lengua y la literatura españolas. Se concede a través de la Fundación Premios Real Academia Española, que resultó de la fusión de las diversas fundaciones existentes relacionadas con los premios institucionales. La concesión de este galardón se rige por el reglamento aprobado por el Pleno de la Academia el día 18 de diciembre de 2003, y modificado parcialmente el 18 de marzo de 2004.
En los nuevos estatutos aprobados en 1993, se consideró necesario supeditar el antiguo lema fundacional “Limpia, fija y da esplendor” al objetivo superior de trabajar al servicio de la unidad del idioma. El artículo primero establece, en tal sentido, que la Academia tiene como misión principal velar porque los cambios que experimente la lengua española en su constante adaptación a las necesidades de sus hablantes no quiebren la esencial unidad que mantiene en todo el ámbito hispánico