Oaxaca, México.- A la manera de un teatro de cámara en la que el público se vuelve parte de la puesta en escena y los actores o ponentes recolectan ideas, se desarrolló la mesa Estética de la violencia en la dramaturgia mexicana, organizada por el Conaculta a través de la Coordinación Nacional de Literatura del Instituto Nacional de Bellas Artes, en el Centro de Creación Literaria Xavier Villaurrutia la noche de este martes 8 de noviembre. El especialista en teatro Boris Schoemann, el periodista y editor Braulio Peralta y el dramaturgo Alejandro Román fueron los invitados para hablar sobre cómo plasmar en la dramaturgia los problemas que vive actualmente la sociedad y de cómo hacer valer la estética en las representaciones escénicas. Días antes de la realización de la mesa, el director, actor, traductor y maestro de teatro nacido en París, Francia, en 1964, Boris Schoemann recomendó la lectura de tres obras: El cielo en la piel de Edgar Chía, Civilización de Luis Enrique Gutiérrez Ortiz Monasterio y Usted esta aquí de Bárbara Colio, piezas que retratan algunos de los problemas que vivimos. De la lectura de las tres obras, de las intervenciones de los ponentes y de las posturas del público surgió una cascada de ideas sobre los temas que abordaron las obras aludidas. Civilización es una biografía de las clases políticas y empresariales de México, compuesta por seres amorales y ambiciosos. La pieza de Bárbara Colio plantea un caso que recuerda a uno ya conocido por la sociedad, el empeño de una madre por encontrar a su hijo que fue secuestrado. Mientras que Edgar Chía aborda la violencia de género. Las piezas elegidas por Boris Schoemann ejemplificaron cómo el contexto de violencia ha impulsado a varios dramaturgos a trabajar el asunto desde sus propias propuestas y a plantearlo de manera cruda, sutil o poética, de acuerdo, a las propuestas, estilos y tendencias de cada uno de los escritores. Una de las cuestiones mencionadas, además de enfatizar en la violencia como tema natural actual de la dramaturgia contemporánea a causa de la situación que se vive, fue el buen teatro que se está desarrollando actualmente, que parte justamente de la necesidad de los creadores por expresar los miedos, las frustraciones y la incapacidad en la que estamos ante las situaciones extremas. Alejandro Román Bahena, egresado de la Escuela de Arte Dramático y quien se ha asumido como un cronista crudo, comentó su interés por consignar en sus obras la realidad que nos está avasallando. Por ello, en sus piezas narra conflictos, dramas y tragedias, pero realizado artísticamente y con una dramaturgia ligada a las artes pláticas, a la poesía y la emoción. El editor y ensayista Braulio Peralta, como sus compañeros y el público, coincidió en la necesidad de los dramaturgos mexicanos de llevar a la escena la tremenda y trágica realidad que nos envuelve y rebasa, lo que hace del teatro un arte que está analizando los temas que en muchas ocasiones no se examinan en otros medios.