Oaxaca, México.- En la última década, los ingresos de los estados por concepto de transferencias y participaciones federales se duplicaron a la par que su deuda sin que ello se tradujera avances significativos en rubros prioritarios para la población como infraestructura, educación y salud. Además, esta bolsa de recursos desincentivó su esfuerzo de recaudación: menos del 10% de sus recursos los obtuvieron por esta vía, concluyó el más reciente análisis de la Deuda y el Gasto Estatal 1995‐2010 México Evalúa. Centro de Análisis de Políticas Públicas AC.
Aunque el problema de la deuda estatal no es de gravedad, ni pone en riesgo el funcionamiento del sistema financiero ya que en la mayoría de los casos se detectó a tiempo, la de algunas entidades muestra una tendencia preocupante, sobre todo en los últimos dos años. Tal es el caso de Nuevo León, Coahuila, Veracruz, Michoacán y Quintana Roo.
La deuda estatal bruta es de 315 mil millones de pesos, equivalente sólo al 2.5% del PIB, mientras que la federal representa un 31%. Los estados contrataron deuda a mejores tasas de interés (6.3% en 2010 frente al 11.2% de 2005) y a plazos mayores de vencimiento que pasan de 8.3 años en 2005 14.1 años en 2010. Sin embargo, si la deuda no se utiliza para crear mejores condiciones de crecimiento, los estados sólo heredarán más deuda y compromisos financieros a futuras generaciones.
En 2009, Veracruz destinó a inversión 6% de su gasto, Nuevo León 12%, Michoacán 12%, Coahuila 20%, y Quintana Roo 14%. En tanto, al pago de gasto corriente y subsidios, Veracruz destinó 65%, Nuevo León 66%, Michoacán 71%, Coahuila 62% y Quintana Roo 60%.
Si la economía de esos estados no crece de forma acelerada, el pago de la deuda estrechará sus márgenes de maniobra. Por ejemplo, de acuerdo con la calificadora Fitch, Veracruz podrá cubrir sus obligaciones presentes hasta 2036.
¿Y qué han hecho los estados con esta mayor bolsa de recursos?
La información disponible no permite a la ciudadanía conocer con precisión el impacto de estos recursos, principalmente en los rubros básicos donde deberían ser invertidos. México Evalúa presenta sus hallazgos en los rubros de infraestructura, educación y salud.
El crecimiento de la
red carretera estatal ha sido desigual. De 1995 a 2010, el estado con mayor crecimiento en su infraestructura carretera fue Veracruz, seguido por Guanajuato y Guerrero. Por el contrario, Coahuila, Tlaxcala y Baja California Sur se ubican en las últimas posiciones. A nivel nacional, la densidad carretera se incrementó 30% en dicho periodo.
México Evalúa encontró que en algunos estados, más deuda no se tradujo en mayor infraestructura carretera estatal. Por ejemplo Coahuila, con una deuda per cápita de 11 mil 948 pesos, no registró avance en este rubro de acuerdo con información oficial.
Sin embargo, la infraestructura sanitaria básica registró avances significativos en esos 15 años: la población sin acceso a servicio de agua potable en Guerrero pasó del 35% al 22.2%, en Chiapas de 30% a 19.6% y en Oaxaca, pasó del 33% al 18.6%. Pese al avance, siguen lejos del promedio nacional (8.1%). En contraste, para este mismo rubro, el Distrito Federal, Aguascalientes y Colima casi alcanzan la cobertura universal.
En cuanto a drenaje, la población en Oaxaca sin este servicio pasó del 58% al 33%; en Guerrero, del 54% al 28% y Yucatán del 51% al 32%. También en estos casos, pese a sus avances, siguen lejos del promedio nacional (10.1%). Cabe señalar que los recursos para atender estos dos rezagos básicos provienen del Ramo 33, los cuales están etiquetados y se ejercen con un menor grado de discrecionalidad.
En materia de
educación, México Evalúa observó una importante desconexión entre el incremento del gasto y los resultados: sólo se lograron 2.3 años adicionales de instrucción a nivel nacional entre 1995 y 2010, llegando a un promedio de 9.3 años. En Brasil y Chile, el promedio es de 14 y 14.7 años, respectivamente. Zacatecas y Tabasco registraron el mayor avance, acercándose a los 3 años adicionales de instrucción. Por su parte, Chiapas registró un incremento que superó al avance promedio nacional (2.3). Cabe resaltar que este
logro educativo se consiguió con inversiones dispares: Baja California Sur gastó hasta el triple que Guanajuato para un avance similar.
Además, en términos de calidad, en 31 entidades la mayoría de alumnos tiene un desempeño insuficiente o elemental de acuerdo con los resultados de la última prueba ENLACE. Actualmente, en el rubro de
salud, los estados cuentan con mayores recursos beneficiando primordialmente a la población no asegurada. Destaca el aumento en el gasto a la atención a este sector entre 2000 y 2009 en Baja California Sur, que pasó de 2 mil 525 pesos a 6 mil 93 pesos; en Campeche de mil 871 a 4 mil 991 y en el Distrito Federal de mil 525 a 4 mil 634.
El Estado de México encabeza la lista con el mayor incremento porcentual de gasto per cápita dirigido esta población entre 2000 y 2009 con el 443%. Le siguen Guanajuato con 402% y Baja California con 354%. Baja California Sur fue el estado con el mayor gasto per cápita en términos nominales en 2009, con 6 mil 93 pesos frente al promedio nacional (2 mil 883 pesos).
Sin embargo, al analizar todos los estados, se detectó una gran ineficiencia en el uso de estos recursos cuando se compararon los servicios provistos por el Programa de Seguro Popular (PSP) con los del IMSS e ISSSTE (consultas generales, de especialidades e intervenciones quirúrgicas): se observó que el sistema de seguridad social es hasta cuatro veces más eficiente que el PSP. El sistema de salud también contabilizan pocos médicos por cada mil habitantes (2.3 en el promedio nacional) e incluso, en algunos estados la cifra disminuyó entre 1995 y 2010. Es el caso de Baja California, Guerrero, Chiapas y Coahuila.
A pesar de todo, en un indicador tan importante como el de mortalidad infantil, se registró una reducción del 49% en el mismo periodo ubicándose en 14.2 decesos por cada mil nacimientos. Los estados con el mayor avance fueron Chiapas (pasó de 37 a 19.5), Guerrero (de 37 a 20) y Oaxaca (de 34 a 18).
México Evalúa señala que en el tema de deuda se requiere mayor observación, control y rendición de cuentas. En específico:
• Contar con mecanismos que regulen mejor el endeudamiento y alerten oportunamente de incrementos sustanciales en contrataciones. Ajustar el reglamento del artículo 9 de la Ley de Coordinación Fiscal, instruyendo un registro completo, confiable y actualizado de los financiamientos, pasivos y obligaciones adquiridas.
• Impulsar el Sistema Nacional de Fiscalización que coordine el trabajo de los órganos de control y fiscalización superior de los estados y la federación.
• Corroborar que los nuevos recursos se utilicen en proyectos concretos, soportados por anteproyectos con horizontes de tiempo, retorno esperado y objetivos concretos y medibles.
• Hacer evaluaciones antes y después de un proyecto para medir el impacto y replicar experiencias exitosas y evitar las soluciones deficientes para atender problemas específicos.
• Promover una Ley de Presupuesto y Gasto Federalizado que ayude a fortalecer las finanzas públicas locales a la vez de elevar la calidad del gasto.