Oaxaca, México.- La economía mexicana no es inmune y puede resentir los efectos del entorno internacional, advirtieron expertos del Instituto de Investigaciones Económicas (IIEc), y externaron que se desacelera más de lo previsto. Prueba de ello, es que el Producto Interno Bruto (PIB) creció 3.3 por ciento anual en el segundo trimestre, el menor nivel logrado en año y medio, y la estimación para finales de 2011, es de entre 3.3 a 3.7 por ciento.
La Coordinación de Análisis Macroeconómico Prospectivo (CAM), del instituto, anticipó que las exportaciones reducirán su crecimiento casi a la mitad, respecto al nivel registrado en 2010; sólo aumentarán diez por ciento, mientras que las importaciones reducirán su dinamismo de crecimiento y sólo alcanzarán una tasa del 8.5 por ciento.
Asimismo, anticipó que el Índice Nacional de Precios al Consumidor (INPC) aumentará 3.4 por ciento este año. Esta estabilidad, explicó, se asocia con la escasa dinámica económica; “la inflación estable sólo refleja el estado de una economía estancada”.
En tanto, en su Boletín Momento Económico, los investigadores refirieron también que el Indicador Global de la Actividad Económica se contrajo 0.21 por ciento en junio, respecto al mes previo; los pronósticos se ubican en 3.8 por ciento para finales de año, y el dinamismo en el sector turístico, que se anticipa en dos por ciento, estará 13 puntos debajo del proyectado por la dependencia federal respectiva.
Además, precisaron, la industria de la confección retrocedió 6.9 por ciento en el segundo trimestre de este año; cerraron 219 Micro y Pequeñas Empresas (Mipymes); la tasa de desempleo en nueve meses es de 5.6 por ciento, y la caída de la inversión extranjera en el primer semestre del año se ubica en 17.5 por ciento.
También, en el documento del IIEc, los investigadores destacaron que el número de jóvenes sin trabajo y sin estudios se incrementó 25 por ciento; además, 33 por ciento de las familias se encuentran en la informalidad, pues en 2010 los empleos eventuales creados por el gobierno representaron el 25 por ciento del total formal, es decir, uno de cada cuatro inscritos en el Seguro Social era trabajador no permanente. Para los primeros meses de 2011, la creación de fuentes de trabajo señalaba que casi tres de cada cuatro fueron generadas en el sector informal.
De los que no tuvieron acceso al empleo formal, detallaron los investigadores, 1.5 millones emigró a Estados Unidos en los últimos cinco años, y 2.5 millones buscó refugio en la informalidad fenómeno que, al segundo trimestre de este año, ya alcanzaba la cifra de 13 millones 386 mil trabajadores.
Las cifras, alertaron, muestran claras tendencias hacia el crecimiento de la informalidad, del empleo no permanente o eventual, el deterioro de los contratos colectivos y la precarización de las relaciones laborales. En este sentido, el desempleo en julio pasado alcanzó 5.6 por ciento de la Población Económicamente Activa (PEA), y los mayores índices se registraron en Tamaulipas. Aguascalientes, Distrito Federal y Estado de México.
A ello se agrega, comentaron, que el índice de morosidad hipotecaria se disparó de 9.6 por ciento en junio del 2010 a 17 por ciento en igual lapso de este año.
En su análisis
El empleo y el Informe del Banco de México (2010), incluido en el Boletín, Juan Arancibia destacó que el tema del empleo y el desempleo, al parecer por el contenido, cuantitativo y cualitativo del Informe de Banxico, no es una variable central en la situación de la economía nacional.
Por su parte, Josefina Morales en su apartado Expresión regional de la crisis, destacó que en las últimas décadas se observa que la evolución de la economía, ha llevado a la profundización de la desigualdad regional.
Ana Alicia Peña López, de la Facultad de Economía (FE), en su análisis Las remesas en el Informe del Banco de México 2010, detalló la relación que guarda la emigración de mexicanos hacia Estados Unidos, con la economía, y recuerda que estos recursos fueron de seis mil 500 millones de dólares en 2000 a 23 mil millones en 2006 y en 2010 descendieron a 21 mil 271.2 millones de dólares.
Por último, Genoveva Roldán del IIEc planteó en su artículo ¿Crisis del neoliberalismo?, que la dimensión de ésta, que se inicia a finales de 2007, en cuanto al replanteamiento de las políticas económicas que se aplican desde hace más de tres décadas, generó expectativas sobre el rediseño del modelo económico. Sin embargo, por el contrario, lo que enfrentamos es el recrudecimiento de las políticas ortodoxas, causantes de esta profunda crisis de la economía mundial