Oaxaca, México.- Un viaje por la vida y obra del artista plástico Pedro Friedeberg es lo que ofrece el libro Vacaciones por la vida. Memorias no autorizadas del pintor Pedro Friedeberg, relatadas a José Cervantes, editado por Déborah Holtz y Juan Carlos Mena de Trilce Ediciones, con el apoyo de la Dirección General de Publicaciones (DGP) del  Conaculta y la Universidad Autónoma de Nuevo León (UANL). Aspectos de su infancia y adolescencia, su salida de Italia ante la política impuesta por Mussolini, su llegada a México, anécdotas, viajes, descubrimientos personales, el origen y propuesta estética de su obra, se convierten en una biografía que acercará al lector al universo de Friedeberg plagado de amor por el arte, la arquitectura y la literatura. “He tenido la suerte de tener una vida en la que he hecho lo que yo quiero”, mencionó el artista que en reconocimiento a su influencia en la plástica mexicana recibió un homenaje con una retrospectiva de su obra en el Palacio de Bellas Artes de octubre de 2009 a enero del 2010.         Con el humor mordaz y sarcástico que lo caracteriza, admitió que  de niño fue malo, sádico e insolente, aunque con el paso del tiempo los adjetivos fueron cambiando. “Lo que pasó es que me eduqué un poco”, dijo entre risas.         El libro narra los encuentros con personajes de la talla de Mathias Goeritz, Antonio Souza, Kati Horna y Tamara de Lempicka, su influencia en el desarrollo artístico de Friedeberg y los lazos de amistad y admiración que los unieron.         “Mathias Goeritz fue mi maestro, me abrió los ojos, era un artista más genuino que yo, por eso inventó la arquitectura emocional. Era un ser maravilloso, nos entendíamos muy bien porque era igual de cínico y sarcástico que yo.  Luego hablábamos en alemán para que nadie nos entendiera pero además burlándonos para hablar como Cantinflas pero en alemán”, explicó Friedeberg.         También se incluyen pasajes en los que pintor catalogado como un artista excéntrico con un estilo ecléctico y tintes surrealistas, conoció a figuras del arte como Francisco Toledo, Salvador Dalí y el compositor Igor Stravinsky e incluso, algunos desencuentros como el que tuvo con la pintora Leonora Carrington, con quien entabló una amistad en los años cincuenta.         El texto es resultado de charlas que Friedeberg sostuvo con el escritor José Cervantes, a lo largo de cinco años. El pintor nacido en  enero de 1936 en Florencia, Italia, explicó que la idea de titularlo Memorias no autorizadas, surgió de la premisa de que la memoria puede dar pie a historias con ciertas dosis de exageración y cuyos detalles pueden ser mal interpretados.         “Hay mucho material que no se publicó, tal vez por ser muy escatológico o hay cosas que uno no puede decir por respeto”.         La edición cuenta con viñetas realizadas por el pintor en algunos casos, hace más de cincuenta años, fotografías familiares, imágenes de sus obras, carteles de sus exposiciones y cartas que se convierten en obras de arte al incluir personajes que remiten a símbolos medievales y alquímicos y diseños al estilo de los tapetes orientales que caracterizan su obra.   “Mis cuadros son dibujos coloreados. Siempre me fascinó la arquitectura y el uso de líneas rectas para darle rectitud y dirección al trazo”, agregó el artista egresado de la carrera de arquitectura por la Universidad Iberoamericana, quien dedica cinco horas diarias para dibujar y hacer esculturas.         Actualmente, la exposición El Cubo, conformada por 40 pinturas y 30 de sus esculturas se presenta en el Centro Cultural de Tijuana para luego continuar su exhibición en Hermosillo, Sonora.         De vacaciones por la vida. Memorias no autorizadas del pintor Pedro Friedeberg. Relatadas a José Cervantes, se presentará el día de mañana, jueves 8 de septiembre a las 20:00 horas, en el Alcázar del Castillo de Chapultepec, en la Primera Sección del Bosque de Chapultepec.         Contará con la participación de Elena Poniatowska, Fabrizio Mejía Madrid, Guadalupe Loaeza, Nicolás Alvarado, y como moderadores estarán Déborah Holtz y Julio Trujillo. Para darle un toque de irreverencia y humor, la cantante Astrid Hadad será la invitada especial.