Gerardo SANTIAGO S/FILM2011
Oaxaca, México.- Las películas mexicanas no tienen una buena distribución, las producciones no recuperan la inversión y no pueden promover la creación de más filmes: este es el panorama del cine en nuestro país.
En el marco de la XXXII Feria Internacional del Libro del Palacio de Minería, Juan Mora Catlett y Rodolfo Peláez hablaron de la situación actual del cine y de la revista surgida del Centro Universitario de Estudios Cinematográfico (CUEC),
Estudios Cinematográficos.
Ambos especialistas coincidieron en que actualmente “ya no existe una industria cinematográfica en México”. Existen producciones privadas, pero éstas no constituyen un gremio real.
Al respecto explicaron a los asistentes que para que una película sea recibida por el público deben existir dos instancias, la productora y la exhibidora; en la primera se invierte lo que se pretende recuperar en la segunda, de forma que subsista la industria.
En el primer grupo se realizan los filmes y tiene lugar el complejo proceso que lleva esta labor. El segundo se constituye por los espacios en donde se exhiben las películas, los cuales son controlados por las empresas extranjeras que los poseen y que dan prioridad a las producciones hechas en sus países; cuando esto sucede las películas mexicanas no se exhiben, tienen horarios malos, por poco tiempo o en muy pocas salas, lo que desemboca en que no se recupere el dinero.
Con el fin de hacer frente a situación los especialistas brindaron dos alternativas, la primera está en el público, que debe acudir a ver producciones nacionales en la pantalla grande. La segunda consiste en reformas legales que cobren impuestos a la exhibición de filmes extranjeros, como en el caso de Francia que invierte esas contribuciones en el impulso de las producciones locales.
Estudios cinematográficos: una visión más cercana
Esta publicación se creó en 1994 y desde esa época se diferenció de otras publicaciones pues presentó en sus páginas dos diferentes dimensiones: la primera que se enfocaba a analizar la obra de directores importantes y otra en la que se abordaban temas relacionados con el cine de manera monográfica.
La revista siempre se planteó mostrar las nuevas tendencias que ha tomado el cine. Como mencionó Rodolfo Peláez, editor de la revista, “no es tanto documentar el pasado, sino mostrar por dónde puede ir el cambio”.
Además esta publicación no intentó nunca enfocarse en reseñas o críticas de películas, ni regirse por la cartelera, pues quiso consolidarse como un material de consulta para estudiantes y especialistas en cine, y una de las características que buscaron fue su vigencia.