Ciudadania Express
Martes 22 de marzo, 2011. 08:50 am

El joven Juárez, en el ciclo de cine del IIHUABJO

| | 445 lecturas | 0 comentarios

Copelia MALLÉ Oaxaca, México.-  En el marco del 205 aniversario del natalicio del Benemérito de las Américas,  se proyectará la película El joven Juárez  de Emilio Gómez Muriel. En el segundo patio del Instituto de Investigaciones en Humanidades de la UABJO,  continúa este martes 22 de marzo a las 1: 30 horas,  el ciclo Las revoluciones de México a través del cine que en esta ocasión la dedica al gran director Gómez Muriel quien filmo El joven Juárez en 1954. El triunfo del liberalismo cambió el rostro del país y de su gente. La visión liberal se opuso con energía a la vida indígena tradicional, tanto por su necesidad de crear riqueza a partir de la modernización de la tenencia y la explotación de la tierra, como por su convencimiento de que el progreso social estaba en la igualdad derivada del común mestizaje. El mejor ejemplo de las bondades de la “desindianización” la dieron los próceres liberales, como Juárez o Ignacio Manuel Altamirano, hombres que surgieron de la más absoluta pobreza, ligada la vida indígena, para abrirse paso hasta las alturas del heroísmo patrio. Es de sobra conocida la historia infantil de Juárez, su infancia en Guelatao cuidando ovejas o su trayecto a pie hasta la capital oaxaqueña para pedir asilo en la casa donde su hermana hacía servicio doméstico; también lo es el triunfo que representó que terminara casándose con Margarita, nada menos que la hija de su benefactor, el europeo Antonio Maza. La película narra esta historia con la rigidez usual de la historia de bronce, aquella que hace de los personajes históricos estatuas, guiados por un especie de destino ineludible. Las revoluciones de México a través del cine, Oaxaca y su historia según el cine“En un pueblo corto, como el mío, que apenas contaba con veinte familias […], no había escuela; ni siquiera se hablaba la lengua española, […] [por eso] me formé la creencia de que sólo yendo a la ciudad podría aprender, y al efecto insté muchas veces a mi tío para que me llevara a la capital […]. Por otra par-te, yo también sentía repugnancia de separarme de su lado, dejar la casa que había amparado mi niñez y mi orfandad […]. Era cruel la lucha que existía entre estos sentimientos y mi deseo de ir a otra sociedad, nueva y desconocida para mí […]. Sin embargo, el deseo fue superior al sentimiento, y el día 17 de diciembre de 1818 y a los doce años de mi edad me fugué de mi casa y marché a pie a la ciudad de Oaxaca.”Benito Juárez, Apuntes para mis hijos.
www.ciudadania-express.com