Ciudadania Express
Lunes 19 de diciembre, 2011. 01:15 pm

El mejor homenaje a Fernando Benítez es leerlo: Carlos Fuentes

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Oaxaca, México.- Recuerdos y anécdotas, algunas muy personales, fueron el centro del homenaje que se realizó este 18 de diciembre en el Palacio de Bellas Artes al periodista, ensayista y dramaturgo Fernando Benítez (1912-2000), en ocasión de centenario de su natalicio. Pero el verdadero homenaje al escritor es leerlo, según dijo Carlos Fuentes durante este reconocimiento organizado por el Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (Conaculta), a través del Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA), en el que además participaron José Emilio Pachecho, Vicente Rojo, Carlos Slim, Fernando Canales y Vicente Quirate, quien moderó la mesa. Cada uno de los invitados resaltó los aportes de Benítez en distintos campos del quehacer periodístico, entre ellos, ser el creador del suplemento México en la Cultura del diario Ovaciones, el cual se dedicó durante trece años a presentar a los más importantes creadores del país y del mundo. En su oportunidad, Fernando Canales, quien trabajó con Benítez en la edición del suplemento, resaltó que fue un hombre que, con humor y crítica, impulsó con pasión el periodismo. “Era un hombre comprometido y de combate, a quien le interesaba todo, porque nunca dejó de estar asombrado por el mundo. En particular de los pueblos indígenas de México, con quienes convivió cercanamente y defendió cada vez que pudo. “Para mí, fue una suerte haber sido su amigo más de 50 años, pero sobre todo trabajar en el suplemento que él editaba, pues era un reflejo de su carácter: innovador, audaz y exquisito”. Fernando Benítez cuenta con una prolífica producción literaria, pero sus aportes más conocidos son en el campo del periodismo cultural, pues fue el primero en abrir una ventana a la difusión masiva del arte en todas sus manifestaciones. Esa labor la hizo al lado de algunos de los creadores más reconocidos del Siglo XX mexicano como José Emilio Pacheco, que fue jefe de redacción en la segunda época del suplemento, o Vicente Rojo, artista plástico que cambió la manera de hacer diseño gráfico y comunicación gráfica. Por ello, en su oportunidad José Emilio Pacheco recordó que los aportes de Fernando Benítez demuestran que es necesario conocer el pasado y tener memoria de los hechos importantes, como lo hizo con sus ensayos sobre el legado de los pueblos indígenas del país. “Fernando, mi amigo, fue uno de los fundadores del nuevo periodismo en México, pues incluyó por primera ocasión elementos literarios en el ejercicio. Pero hay otros aspectos de su producción que no se han reconocido, como sus libros La ruta de Hernán Cortés o El rey viejo, en los que es posible ver cómo su mirada se adelantó a los tiempos que hoy vivimos”. Vicente Rojo preparó un texto en que se dirigió a su amigo: “Seguramente se burlaría porque estoy aquí, pues sabía que no me gustan las apariciones públicas. Pero para revirarle el comentario, tendría que decir que es un honor recordar su memoria. “Mi relación con él estuvo marcada por las letras y las imágenes que ahora respaldan mis palabras, pues la exposición que se presenta en el Palacio de Bellas Artes incluye una serie de fotos en las que se da cuenta de cómo iniciamos y terminamos en el suplemento”. Una de las coincidencias de los invitados al homenaje, fue la de resaltar el aspecto despilfarrador y poco ahorrativo de Fernando Benítez, que si bien gustaba de vestir con trajes diseñados para él y conducir un auto BMW, el dinero que recibía lo compartía siempre con sus amigos y con quienes lo necesitaran. Carlos Fuentes recordó una anécdota de la segunda época del suplemento que aparecía en la revista Siempre: “Nos pagaba a los colaboradores 200 pesos cada semana, en billetes de peso, Benítez conducía su auto a 200 kilómetros por hora, por lo que era perseguido por patrullas o motociclistas. Una vez que lo alcanzaban, él airadamente tomaba un fajo de esos billetes y se los lanzaba al piso, para alejarse luego a toda velocidad, no sin antes lanzar una serie de improperios. Así era él. Ese fue también el espíritu de su trabajo”. Fuentes también recordó que el humor y la ironía siempre estuvieron presentes en la vida de Benítez, quien incluso contaba que, cuando era niño, su madre le decía: “Eres feo hijo, pero tienes cara de gente decente”. “Recuerdo que cuando publiqué mi primer libro, Los días enmascarados, y aún no trabajaba con él, me dijo: ‘Con un librito de cuentos no se salva nadie’. “Pero su aspecto más relevante sin dudarlo fue la manera en que estudió y reflexionó acerca de los pueblos indígenas, de quienes planteó cuestionamientos vigentes: ¿cómo mantener los valores del mundo indígena, cómo salvar su legado?”. Fernando Benítez fue ensayista, narrador, dramaturgo y diplomático. Incansable periodista y promotor cultural, fundó y dirigió la Revista Mexicana de Cultura, México en la Cultura, La Cultura en México, Sábado, La Jornada Semanal y La Jornada Libros.
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