Fortino TORRENTERA   Oaxaca. México. En los últimos años, el impulso cultural en la región mixteca, ha propiciado la aparición de diversos grupos y la formación de nuevas generaciones de creadores, como es el caso de Carlos Bazán. Este pintor de sólo 18 años de edad, el más joven en esa región, se muestra interesado en plasmar la belleza de las mixteca empleando lo que llama “realismo mágico”. Su gusto por este arte inicia a los 15 años, por lo que participa en un taller realizado en Teposcolula, donde es guiado por el maestro Enrique Martorell. “Lo primero que empecé pintando fue realismo, inspirado en los colores y con temáticas de la región mixteca, pero ya antes había conocido de pintura”, comenta el novel artista. Desde los 12 años, su interés lo llevó a investigar sobre esta disciplina artística y ante la falta de espacios y oportunidades de estudios en esa zona del estado, se dio a la tarea de investigar a través de la red, como hoy lo hacen muchos otros jóvenes. “Durante seis meses que estuve con el maestro Martorell, confronté lo que ya había investigado y empecé a ser retratos porque dicen que el que domina el retrato, tiene más desarrollo en la técnica”, comenta. A partir de entonces empezó a leer más libros sobre arte, teoría del color y otros temas, hasta asumirse como autodidacta; copiando a los grandes maestros, después lo que le gustaba observar, rostros de abuelitas, hombres y niños. Originario de San Cristobal Suchixtlahuaca, que significa “Llano de flores”, una de ellas se conoce como suchis que es una flor de un amarillo intenso que se da en cierta temporada en esa comunidad perteneciente a Coixtlahuaca. “Así empecé a pintar aspectos de la tradición, de las costumbres, de ver a las familias dándose los buenos deseos, pero también cuidando mucho el colorido, el color de la gente, morena, de ojos rasgados, de facciones especiales”. Al respecto comenta que en es notoria la pérdida de valores entre la juventud y a su edad considera que uno de los principales retos de la actual sociedad es inducir a la niñez a recobrar esos valores, invertir más en el desarrollo de la niñez y en la cultura. Integrante del Colectivo Transformando El Arte (TEA), se suma a los trabajos de promoción cultural que realiza este grupo que visita escuelas primarias, secundarias con exposiciones donde explican a los pequeños del sentido de la pintura. Define su trabajo como “Realismo mágico”, como una realidad alterada, por ello fue reconocido en el Festival Kundijin San Sau que se realizó en Tlaxiaco octubre pasado. Asimismo, participa en una muestra colectiva durante este mes en Villa de la Unión Tejupan y del 24 al 26 de enero estará su obra en el Festival Etnos en Ocotlán. Considera que para poder transformas hay que romper en el arte con muchas reglas, pues de otra manera se estanca, no se avanza, romper con la inercia de la globalización que mueve la creación actual.