Oaxaca, México.- Almadía tiene voz en su editor general Guillermo Quijas-Corzo Morales quien reseña en primera persona, los avatares de su fundación hace seis años y que ha hecho, que en la actualidad, sea considerada una de las editoriales locales con proyección nacional e internacional.
Así Guillermo Quijas hace la remembranza:
Mi abuelo fundó la Proveedora Escolar hace más de 60 años, y además de dedicarse al comercio de papelería y libros, realizó un trabajo de divulgación a través de Ferias del Libro y ediciones de textos. En el 2002, me integré al trabajo de Proveedora y en principio sería temporal, duraría seis meses y después me iría a estudiar a Puebla. Trabajaba apoyando a mi abuelo en sus diversas actividades. En noviembre de ese año mi abuelo murió y me quedé al frente del negocio.
Las actividades que vi que desarrolló con más entusiasmo fueron precisamente las encaminadas al fomento de la lectura: fundó la Feria del Libro de Oaxaca en 1979, realizó muchas actividades con bibliotecas, y trabajó en la publicación de libros de textos locales, de autores de Oaxaca y de temas directamente relacionados con el estado.
Los escritores iban a verlo para pedirle que publicara sus libros, así la Proveedora pagaba la impresión, el escritor recibía ejemplares y el resto se ponían a la venta en la librería.
Fue así como tuve mi primer acercamiento a la edición de un libro, se me pidió resolver el diseño y llevar a la imprenta el libro “Leyendas y tradiciones de Oaxaca” de Oliver Guadalupe, mi abuelo murió ese mismo año y yo guardé la inquietud de seguir con la publicación de libros a través de la fundación de una editorial.
El tiempo pasó, conocí al escritor Leonardo da Jandra y tuve una charla con él cuando sin más y con el arrojo que le caracteriza me propuso hacer una editorial, sin conocerme y sin saber que había pensado hacerla. El viaje comenzaba.
Pensé en editar libros sobre Oaxaca o literatura, arrancamos con la segunda opción y así en 2005 fundé Editorial Almadía, que nació bajo la idea de navegar en el mar de la literatura. Una Almadía es una barca antigua donde se transportaban, entre otras cosas, pergaminos.
Los contactos de Leonardo da Jandra ayudaron a establecer una relación con varios escritores y el respaldo de la Proveedora permitió conexiones con los libreros. La realización de la Feria del Libro ya a nuestro cargo, también nos permitió contar con una plataforma de difusión de autores mucho mayor. Así la librería, la editorial y la feria caminaban de la mano en un proyecto integral.
Ave Barrera se sumó al equipo y publicamos nuestros primeros tres libros: En tiempos de penuria de Jorge Pech, Instantes de la llama de Araceli Mancilla y Entrecruzamientos de Leonardo da Jandra, un libro de mil páginas en coedición con el Conaculta. Con esos tres libros nos terminamos el dinero con el que habíamos arrancado la editorial.
Tres colecciones iniciaron el proyecto: narrativa, ensayo y poesía, para después sumársele literatura para niños, y tiempo más tarde periodismo literario. Colecciones que mantenemos hoy en día.
El diseño de las portadas eran inicialmente pinturas de artistas plásticos que residían en el estado, la distribución la hacía yo a bordo de mi automóvil, en el que viajé a Distrito Federal, Estado de México, Puebla, Guadalajara, Monterrey y Veracruz. No vendimos tantos ejemplares de los mil que habíamos impreso de cada uno.
Por fortuna la coedición de Leonardo da Jandra nos permitió contar con el dinero necesario para publicar los libros de Guillermo Fadanelli, Eusebio Ruvalcaba y J.M. Sevín, lo que dio cierta visibilidad a la editorial y las cosas empezaron a caminar mejor.
Pasaron un par de años y publicamos 20 títulos, la Editorial se posicionó como novedad, lo que puso los ojos de más libreros, editoriales y autores en nosotros.
Martín Solares y el diseñador gráfico Alejandro Magallanes se sumaron al proyecto para marcar una transición de Almadía. Buscando conseguir títulos de grandes autores, mejorar la distribución y promoción y cambiar el diseño de los libros que prevalece hasta ahora en la Editorial y que es una de las características más importantes que nos define.
Así llegaron Juan Villoro, Sergio Pitol y Margo Glantz, a la par se le sumaban Mario Bellatín y muchos autores más.
Almadía se volvió algo así como el centro de atención, una editorial pequeña y de provincia publicaba Los culpables, de Juan Villoro y además lo hacía con un diseño innovador, el mismo autor hizo el año del lanzamiento alrededor de 30 presentaciones en todo el país y en 2007 ganó el premio internacional Antonin Artaud. Uno de los primeros premios que Almadía ha recibido por sus publicaciones.
Nos volvimos una opción ante las agencias y editoriales extrajeras, que comenzaron a proponer libros. Así llegamos a publicar libros como La fiebre de Le Clezio y Jerusalén de Gonçalo Tavares.
En el mes de febrero de 2011 cumplimos 6 años de haber nacido, nos faltan pocos títulos para publicar el libro número 100, tenemos distribución en todo México, Estados Unidos y varios países de latinoamérica. Empezaremos a distribuir editoriales de otros países, así como dos mexicanas y las cosas caminan. Pero estamos convencidos de que lo más importante de ese camino, viene ahora. Mantenernos por muchos años más, y mejorar día a día.