Marisela ÁLVAREZ /Conaculta Oaxaca, México.- Depositario de uno de los acervos más importantes de arte mexicano del siglo XX relativo a pintura, escultura, fotografía, dibujo y grabado, el Museo de Arte Moderno (MAM), es uno de los recintos del circuito de museo de INBA-Conaculta que busca consolidar aún más su colección mediante la revisión e investigación permanente. El MAM tiene su antecedente en lo que fue el Museo Nacional de Artes Plásticas, creado por Carlos Chávez en 1947, dentro del Palacio de Bellas Artes. Seis años más tarde, en 1953, Carmen Barreda, en ese entonces directora del Salón de la Plástica Mexicana y quien más tarde sería la primera directora del MAM (1964-1972), fundó un patronato con la intención de crear un recinto dedicado exclusivamente a difundir y estudiar el arte moderno. Fue así como, después de casi 10 años, se inauguró formalmente el Museo de Arte Moderno, el 20 de septiembre de 1964, construido como emblema oficial de modernización y parte del programa político de institucionalización de la cultura que caracterizó a los gobiernos de Adolfo López Mateos y Gustavo Díaz Ordaz. Cabe recordar que en aquellos años se abrieron también el Museo Nacional de Antropología, el Museo Anahuacalli, la Pinacoteca Virreinal (ahora desaparecida), el Museo de Historia Natural y el Museo de la Ciudad. El edifico del MAM partió de un diseño del arquitecto Pedro Ramírez Vázquez, en colaboración con Rafael Mijares. Una parte del proyecto original, el cual incluía auditorio, biblioteca y bodegas, nunca fue completada. Los jardines fueron parcialmente concebidos por Matsumoto aunque el diseño final correspondió a Juan Siles. El diseño del museo se basa en los postulados de la arquitectura orgánica, que trata de conjugar los elementos naturales con las construcciones humanas. En su diseño el edificio simula la figura de una amiba, en el centro está dominado por una escalera que une las dos plantas y las dos alas del museo. Los impresionantes domos que coronan este recinto cultural son obra del arquitecto Juan José Díaz Infante, de los cuales cabe resaltar que fueron hechos de fibra de vidrio y resina de poliéster aplicada capa por capa. Para su apertura, las salas del MAM adoptaron un perfil historicista muy amplio. Se destinó una sala para arte prehispánico y arte occidental, arte barroco del siglo XVIII y arte académico del siglo XIX. Otra sala se dedicó a obras de José María Velasco, y una más a pinturas del Dr. Atl, José Clemente Orozco, Diego Rivera y David A. Siqueiros. Se reservó una sala para exposiciones temporales. El programa inaugural del MAM presentó la primera gran exposición dedicada al  entonces recién consagrado Rufino Tamayo. La decisión desató polémica y marcó una transición del dominio del muralismo y de la Escuela Mexicana de Pintura, a una nueva imagen del arte nacional: lo moderno, en vínculo con lo internacional, sería la búsqueda rectora. Desde su apertura el MAM ha jugado un papel fundamental en la consolidación y difusión de un patrimonio artístico público, a través de su colección de arte mexicano moderno y contemporáneo. Igualmente, a través tanto de las propuestas de los propios artistas como aquellas de los curadores, el MAM ha contribuido a definir y a afianzar --o por el contrario a cuestionar-- tanto los discursos históricos de identidad visual, como a esbozar, de manera incluyente, contemplativa y siempre reflexiva, el panorama de la actualidad artística nacional. El MAM resguarda uno de los mayores acervos de arte mexicano del siglo XX conformado por alrededor de 3 mil obras de arte entre pintura, escultura, fotografía, dibujo y grabado. La colección del MAM tal y como hoy día se conoce, no corresponde al acervo original del año de la inauguración. En 1974, la colección formada por Alvar Carillo Gil dejó de estar en custodia del MAM, para integrarse definitivamente y de manera independiente al acervo del  Museo de Arte Carrillo Gil (hoy Museo de Arte Contemporáneo Carrillo Gil). De igual manera, en 1981, se cedieron al MUNAL obras del siglo XIX que representan un antecedente o transición a las vanguardias del siglo XX. El Museo cuenta con un jardín escultórico que el público recorre mientras admira la obra de Ángela Gurría, Luis Ortiz Monasterio, Manuel Felguérez, Germán Cueto y Jesús Mayagoitia, entre varios más, lo cual lo convierte en un lugar único de la Ciudad de México, pues el visitante experimenta con el arte actual y al mismo tiempo se reencuentra con el solaz esparcimiento que le brinda un bosque milenario. En 2002, el Museo recibió la donación de La colección Isabel Gruen Varsoviano, integrada por 38 pinturas y dibujos de la pintora surrealista Remedios Varo, que pertenecen principalmente a la década de los cincuenta, período en el que la artista, desde su llegada al país en 1941, realizó la producción más representativa de su trabajo. Este conjunto de obras complementa además, el panorama artístico en México en donde participaron también otras mujeres dentro del movimiento surrealista, como Alice Rahon y Leonora Carrington. La colección del MAM ha tenido diferentes enfoques dependiendo de cada dirección. Por años, bajo direcciones anteriores, la Colección usualmente permanecía largos períodos con una única disposición y basada en un texto único introductorio, En la actualidad, el MAM realiza sucesivos acercamientos temáticos y conceptuales a la colección, a manera de relecturas temporales, mediante una serie de curadurías propuestas por especialistas invitados o por el equipo del MAM. Estas revisiones integran también obras provenientes de otras colecciones, tanto públicas como privadas, nacionales y extranjeras; con el fin de enriquecer el diálogo entre los discursos visuales, reforzar la idea de tejido patrimonial y cubrir ausencias existentes en el acervo MAM en el discurso museográfico. El Museo de Arte Moderno está ubicado en Paseo de la Reforma y Gandhi, Bosque de Chapultepec. El horario de atención es de martes a domingo de 10:00 a 17:30 horas.