Oaxaca, México.- Ante la decisión de los familiares del cronista y ensayista mexicano Carlos Monsiváis (1938-2010), sus cenizas reposan desde anoche en la Sala de Lectura del Museo del Estanquillo, señaló hoy Moisés Rosas, director del recinto capitalino.
En entrevista, el directivo explicó que la colocación de la urna de barro pintada al óleo, que simboliza a un gato que juega con una pelota, se llevó a cabo a las 18:33 de este viernes durante una ceremonia a puerta cerrada.
“La cola del animal rodea su propio cuerpo y al mismo tiempo abraza a los restos del intelectual mexicano, explicó a Notimex Moisés Rosas, director del Museo del Estanquillo donde fue colocada la “Gaturna”.
Destacó que Carlos Monsiváis y Francisco Toledo, “dos grandes creadores que ha dado México”, uno en las letras y oro en las artes plásticas, “son los dos artistas más reconocidos y populares de nuestro tiempo; están unidos por el carácter social de su obra, de hombres comprometidos socialmente”.
Consideró que el afecto que hubo entre los dos está contenido también en la urna hecha por Toledo para su amigo Monsiváis.
“Obviamente la urna no costó nada, pues fue un regalo de Francisco a su amigo Carlos”, dijo el entrevistado, quien puso en relieve que ambos fueron luchadores sociales.
El que las cenizas estén aquí por decisión de la familia, hacen del museo un lugar privilegiado. “Está en un edificio de fines del siglo XIX, en el corazón de la Ciudad de México y de su historia, posee las colecciones de Carlos Monsiváis y ahora, él mismo descansa aquí, ¡Que orgullo!”.
“El maestro Toledo se ofreció a hacer esta pieza a raíz de la entrañable amistad que siempre lo unió con Carlos Monsiváis. La idea es que el cronista y coleccionista repose aquí, en el Museo que él fundó, junto con sus colecciones”, agregó el actual director del recinto museográfico.
Aquí están sus crónicas, objetos, grabados, y arte popular. Toda la colección refleja la historia del país, por lo que la familia pensó que dado que se trata de un legado muy importante de Monsiváis el que se halla en este museo, lo más conveniente es que él descanse aquí, en tanto el museo esté en pie, explicó.
La “Gaturna” se halla colocada a la vista del público que asiste a la Sala de Lectura abierta hoy en el museo. El acervo de más de tres mil libros tiene dos vertientes, una en literatura y otra en historia, donde se habla del devenir del país. “Es una sala pequeña como todo el edificio”, añadió.
Ahora, dijo, se desea tener obras literarias que el público pueda observar de manera paralela a las exposiciones que se presenten, tanto de manera temporal como permanente. “Actualmente se presenta algo de José Guadalupe Posada, por lo que en la Sala de Lectura tendremos libros sobre el tema”.
La decisión de llevar las cenizas del cronista al estanquillo, explicó Rosas, se fundamentó en la afición que Monsiváis tuvo a lo largo de su vida para crear una colección tan vasta que ahora representa un patrimonio cultural muy importante para México.
De esta manera, la familia decidió que lo mejor que podía hacer es que sus cenizas estuvieran junto al espacio de sus colecciones.
El acto se realizó en un ceremonia privada con la familia consanguínea de Monsiváis, con la que vivió y creció como sus primos y sobrinos, además de amigos cercanos, entre ellos, la presidenta del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (Conaculta), Consuelo Sáizar; los escritores Elena Piniatowska, Marta Lamas y Jenaro Villamil; el periodista Jesús Ramírez Cuevas y los artistas plásticos Armando Colina y Víctor Acuña.
“Fue una ceremonia privada, donde los invitados fueron convocados por la propia familia del maestro Monsiváis, la ceremonia fue muy sencilla donde la familia emitió unas palabras de agradecimiento a los presentes, resaltando el pensamiento que Monsiváis concebía de la familia, el cuál decía que habían dos tipos: la familia con la que nacemos y la que elige uno en la vida, los amigos que uno convive mucho”.
Al hablar del diseño de la Sala de Lectura del Museo del Estanquillo, Rosas indicó que fue realizada por el arquitecto Raúl de la Torre Madera quien reside en Cuernavaca la cual armoniza con el diseño de la urna.
El directivo señaló que hubo varias propuestas que circularon entre la familia de Monsiváis y entre los amigos más cercanos, por lo que señaló que no hubo un concurso como tal ni un ganador, simplemente se eligió el proyecto más gustado.