Javier RODRÍGUEZ A/Conaculta
Oaxaca, México.- La realización del Primer Encuentro Iberoamericano de Escritores Cinematográficos, trajo a México a Eduardo Sacheri, autor de la novela
El secreto de sus ojos.
Conaculta Cine, en colaboración con la asociación civil de Escritores Cinematográficos El Garfio, realizaron este encuentro en el que participaron autores de España, Colombia, Venezuela, México y Argentina, con la idea de propiciar intercambios de experiencias y proyectos.
Para Sacheri, se trata de la oportunidad de conocer a colegas de la región, enterarse de sus metodologías de trabajo y compartir ideas e inquietudes, pues las coincidencias en el mundo hispano son muchas, pero poco expuestas en el cine que se hacen en esos países.
“Es cierto que el lenguaje nos une, pero no es el único elemento –dijo Sacheri-, pues hay muchas particularidades que nos hacen diferentes y al mismo tiempo, le dan forma a una identidad regional, compleja y sencilla a la vez. Por ello me parece necesario realizar este tipo de esfuerzos para al menos conocernos.
“El trabajo del escritor se hace siempre en solitario, sea para cine o no, por lo que el resultado de hacer las cosas así, es que nuestras películas se vuelven profundamente experimentales e incomprensibles para todos, algo que debemos considerar cambiar pronto”.
Acerca de que su novela
El secreto de sus ojos, que fue llevada a la pantalla por Juan José Campanella, y que ganó en el 2010 el premio Oscar a mejor película extranjera, Sacheri dijo sentirse muy afortunado de haber recibido ese reconocimiento.
“Pero las cosas no han cambiado mucho en mi vida, pues no me interesa irme a Hollywood a trabajar y en Argentina ya tenía cierto reconocimiento como escritor de novelas, así que las cosas siguen muy iguales, si a caso han surgido algunas propuestas interesantes de trabajo allá, pero nada más.
“Considero que mi caso es un ejemplo de lo que a los guionistas de la región nos interesa, una coincidencia en ese sentido, pues esta primero contar historias sobre lo que somos, que hablen acerca de nuestra forma de ser, por compleja y contradictoria que esta sea”.
Sacheri se considera a sí mismo como un apasionado lector, escritor y futbolero, en ese orden. Así fue como encontró cada una de esas aficiones, por lo que cada proyecto editorial o fílmico representa también la oportunidad de disfrutar de las cosas que más disfruta en la vida.
“Recién comienzo a entrar al mundo del cine, y lo hice de la mejor manera, como si fuera un futbolista que inicia su carrera profesional y de pronto gana un torneo con su equipo y luego es seleccionado para jugar un mundial, representando a su país… como una historia de película.
“Pero también me siento en un proceso de descubrimiento, pues llevo más libros publicados que guiones para películas, así que el mundo de la literatura me es más familiar, y no pienso dejarlo, simplemente voy a combinar ambos mundos”.
Acerca del trabajo con el realizador Campanella, dijo que los personajes de su novela se hicieron más complejos bajo su perspectiva, aunque no la escribió pensando en que se convirtiera en una película.
“La novela la imaginé en términos estrictamente literarios. En varias ocasiones, me han dicho que mi narrativa es muy cinematográfica, pero desconozco las razones, sólo se que me interesa seguir contando historias de la realidad que me rodea.
“En ese sentido, se puede decir que hablo del mundo hispanoamericano, pero esa es una idea que cuesta mucho trabajo definir, pero que es cierta, es lo que debemos hacer como guionistas y escritores, que es lo mismo. Sólo así podremos mostrarle al mundo lo que somos”.
Sacheri adelantó que seguirá trabajando con Campanella, con una película para niños, cuyos protagonistas son los diminutos jugadores de un futbolito, o mete gol como le dicen en Argentina.
“Estos personajes se salen de su campo y tienen que enfrentar el mundo real, así que habla de amistad, de futbol desde luego, pero enfrentan toda la hostilidad que se les pone enfrente con su experiencia de viejos jugadores”.
En cuanto a una nueva novela, comentó que este año aparecerá
Papeles en el viento, una historia sobre cuatro amigos cuarentones, muy fanáticos del futbol, en particular del Independiente, quienes tiene que salir adelante cuando uno de ellos muere.
“Pero también deben seguir con un proyecto que tenían en conjunto, pues han invertido todos sus ahorros en apoyar a un jugador que a los 17 años parecía ser todo un
crack, pero que pasados los 20, deja de serlo.
“Así que habla de amistad, de tragedias, de sueños no cumplidos, pero lo hace con ironía y humor negro, para resaltar la manera en que es posible superar las adversidades que nos presenta la vida, es decir, algo muy parecido a la manera en como vivimos en Latinoamérica”.