Notimex Oaxaca, México.- Los exvotos o retablos coleccionados por la artista mexicana Frida Kahlo (1907-1954), que sirvieron como modelo para algunas de sus obras, serán exhibidos a partir del próximo viernes en el Museo que lleva su nombre. Bajo el título "Con veras de mi corazón", la muestra reúne 138 imágenes de las 450 que componen el acervo de La Casa Azul, las cuales estarán distribuidas en cinco salas del recinto capitalino. Destacan piezas dedicadas a la Virgen de Talpa, al Señor del Encino en Jalisco, a la Virgen de Guadalupe, a diferentes Cristos y a los Santos Reyes de Cajititlán, entre otras figuras divinas a las que se les atribuye algún milagro. La exposición separa los cuadros votivos por tema o favor concedido. Entre los más socorridos están la recuperación de la salud, el hallazgo de animales perdidos y el alivio después de accidentes o violencia. Sólo algunas de estas piezas tienen un entorno urbano; el resto son netamente rurales. "Con veras de mi corazón", curada por Graciela Romandía de Cantú, recrea un modismo del lenguaje local de la época entre la gente de Jalisco y refleja la confianza y devoción de los donantes. En la colección del Museo Frida Kahlo destaca el retablo más antiguo que data de 1842, y el más reciente, una fotografía fechada en 1934. Con una antigüedad que remite al periodo de la formación de la Nueva España, los exvotos son una ofrenda que se da a una imagen divina a cambio de un favor recibido. El primero de estos objetos en México fue encargado por Hernán Cortés para agradecer a la Virgen María por la sanación por una picadura de alacrán. Tal es la importancia de éstos que los muros de muchas iglesias se llenaron con representaciones pictóricas de acontecimientos que iban de lo increíble a lo conmovedor. En cada una de esas piezas se plasmaba un discurso plástico y narrativo que empezó a gestar una nueva y rica manifestación de arte popular. Provenientes, la mayoría de ellos, de santuarios ubicados en los estados de Jalisco, Michoacán y Zacatecas, los retablos son parte del testimonio de las expresiones artísticas, del fervor del mexicano y de la vida cotidiana de un pueblo que se pinta a sí mismo. De ahí la relevancia de presentar estos artilugios. Esta exhibición es organizada por La Casa Azul, en coordinación con el Fideicomiso de los Museos Diego Rivera y Frida Kahlo del Banco de México.