Ciudadania Express
Miércoles 14 de diciembre, 2011. 06:44 pm

Inaugura Bodega Quetzalli "Flora filosófica" de Patrick Pettersson

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Oaxaca, México.-  En las actividades de cierre año, la Bodega Quetzalli, inaugura este 15 de  diciembre a las 19:00 horas la exposición Flora filosófica del artista mexico-estadounidense Patrick Pettersson. Pettersson nace en 1970 de familia mexicana en la ciudad de Pittsburgh, Pennsylvania, Estados Unidos. Se forma en México y parte a los Estados Unidos a realizar sus estudios universitarios. Se licencia  en Artes Visuales por la Universidad de Texas, Austin (1994) y estudia una Maestría en Artes Visuales en la Escuela Nacional de Artes Plásticas, UNAM (1997). Realiza su primera exposición individual en la Casa de Cultura de la Universidad Autónoma del Estado de México (1995). Ese mismo año su obra se expone en el Instituto de Cultura Puertorriqueña, en San Juan, Puerto Rico. Pertenece al programa de Jóvenes Creadores del FONCA (generación 2000 - 2001) y es seleccionado en el Encuentro Nacional de Arte Jóven del INBA del mismo año. Tras diversas exposiciones individuales y colectivas en México D.F., su obra es premiada en la VIII Bienal de Monterrey FEMSA con una residencia como artista invitado en la Ecole des Beaux Arts de St. Etienne, Francia. Ha representado a México en la feria de ARCO 2005, con México como país invitado, y en la I Bienal de Arte Joven en Moscú. Su obra ha sido expuesta en importantes instituciones culturales de México como el Museo Nacional de San Ildefonso, el Centro Nacional de las Artes, la Biblioteca Nacional José Vasconcelos y el Parque Fundidora de Monterrey. Adicionalmente, se ha desempeñado como docente en la universidad Centro de Diseño, Cine y Televisión, e impartido un taller como artista invitado en la Escuela Nacional de Pintura, Escultura y Grabado “La Esmeralda”. Internacionalmente su obra ha sido expuesta en el Museo de Arte Moderno de Moscú, la Fundación Arte Contemporáneo de La Haya, y la Embajada de México en Alemania, entre otros. El Imperio de la Transformación, exposición individual del artista, fue presentada en el Instituto de México en España (2010), como una de las actividades culturales  oficiales para festejar el Bicentenario de México en dicho país. Actualmente forma parte del Sistema Nacional de Creadores Artísticos del FONCA. Vive y trabaja en la Ciudad de México. Sobre esta exposición, José Springer, narra así la Flora Filosófica de Patrick Pettersson El edén, lugar donde la naturaleza ha sido reinventada por la mano del creador. Un jardín,  la reconstrucción de un espacio exuberante por medio de la razón y la sensibilidad. Flora Filosófica, representación de especies botánicas dentro un paisaje delirante e ilusorio. Un conjunto de ideas sobre la pintura y la belleza que se sobreponen por medio de formas y colores. El trabajo de Patrick Pettersson es proponer un recorrido personal por un universo pictórico. Dentro del rompecabezas que plantea representa los enlaces de su gusto personal usando elementos de la tradición pictórica. Su finalidad es desmaterializar, desviar la ilusión del plano continuo de la tradición pictórica y mostrar que la belleza es resultado de un artificio, de un engaño, de una construcción. Acostumbrados como estamos a saltar de una imagen a otra, de una fotografía a otra imagen, las pinturas de esta exposición nos plantean una producción de sentido diferente:  percibir varios planos, momentos distintos en un sólo movimiento. Esa es la  forma en que la cultura actual  trabaja, mediante recortes, traslapos y recontextualizaciones. La utilización de elementos artísticos preexistentes en una nueva unidad, tiene como resultado el  replantear el gusto por la naturaleza, la botánica, el jardín, privilegiando el ángulo estético sobre el verismo.  Se trata de una conjunción de los elementos decorativos sobre el paisaje de lo real,  usando  los instrumentos y dispositivos que tiene el pintor a la mano, y usando la pintura como discurso didáctico de  la mirada.  El resultado apunta a que todos los elementos de la pintura: fondo, forma,  composición,  detalle, mancha, dibujo, se vuelven instrumentos lúdicos intercambiables. En estas pinturas contemplamos paisajes que parecen estudios de filmación. Todo en ellos resulta artificial, pero lo artificial nos atrae y nos seduce. Con sus transformaciones de lo natural a lo pictórico,  Pettersson crea una deriva de la pintura hacia un tipo de mirada que ya no se conforma con la mimesis de lo real, sino que busca afanosamente la interpretación de un mundo naturalmente utópico. Tal como reconoce el autor, las pinturas son el producto de una experiencia estética de la flora , y en algunos casos del Jardín Etnobotánico de Oaxaca, el cual, a su vez, es resultado de una creación, un diseño racional, armado por otros artistas.  Por tanto, esto hace que las pinturas de Pettersson constituyan una deriva estética de las formas naturales y la presentación de las especies vegetales en ese sitio específico;  el empalme de miradas provocadas por los corredores y el ordenamiento del jardín botánico sugieren una interacción virtual, ideal y utópica con el espacio. La intención de crear un edén artificial por medio de la pintura concuerda también con la estética barroca de la Iglesia de Santo Domingo. No obstante,  mientras en el Barroco existe la finalidad de llevar la mirada fuera de este mundo, en la pintura de Patrick Pettersson la mirada del pintor nos propone una reinvención del mundo tangible,  tan verosímil  como inalcanzable. Estamos ante pinturas que especulan, reconstruyen y reinventan un estilo ultrabarroco. Las pinturas nos enfrentan a una situación contemporánea.  Nos proponen un espacio posible, el cual está intersectado por formas recortadas, franjas de color, espacios atípicos  o retículas. Todas estas pretenden hacer desaparecer  la perspectiva, romper con el espacio figurativo y despojar al paisaje de su vestimenta realista. En estos cuadros la pintura se desarrolla como una estrategia negativa, que va vaciando al espacio ilusorio y lo convierte en un lugar específicamente pictórico,  subrayando la autonomía de la pintura.  Los espacios negativos, de color opaco y de formas recortadas, que recuerdan a las pinturas de Matisse de los años 50, remiten constantemente a la idea de pintura en sí y no a la ilusión pictórica. Los formas negativas que emplea Pettersson anulan el valor propio de lo representado.  Por ejemplo,  los pájaros que aparecen en los cuadros Corona Selvática y Jardín Polifónico están ahí más que para representar una ilustración zoológica,  para dejar volar la mirada fuera del cuadro. Como sucede en la arquitectura barroca, la presencia de los paraísos celestiales, y los llamados rompimientos de gloria, se prolongan en los elementos decorativos arquitectónicos. Es así como se crean paneles o secciones que permiten en esa tradición saltos narrativos o introducen textos y nombres. La arquitectura de formas en las pinturas de Patrick, las hace ver como una obra en desarrollo, una producción pictórica que tiene varias secuencias, sesgos narrativos y subtemas explicativos. Eliminando la delimitación  de los objetos representados, rompiendo con los códigos tradicionales de lectura, exaltando lo ilimitado y la simultaneidad de miradas, la pintura actual está centrada en ese juego de simulaciones y reciclaje. Su esencia es el ser un espacio de construcción o producción, a la manera en que lo define Nicolas Bourriaud: el pintor es una especie de DJ que trabaja con los principios heredados de las vanguardias modernas, usando técnicas de desvío,  empleando ready mades pictóricos, cuyo resultado es la de la pintura como medio de reflexión sobre la mirada. José Springer Diciembre, 2011 Proyecto apoyado por el Sistema Nacional de Creadores Artísticos FONCA CONACULTA.
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