Oaxaca, México.- La tercera edición del Encuentro Iberoamericano de Poetas El Vértigo de los Aires, se lleva a cabo del 6 al 16 de octubre; la ceremonia de apertura se realizó en el Museo Nacional de Historia, con la participación del chileno Diego Maquieira.
Reunidos en el Cárcamo de Dolores de ese recinto, ubicado en la segunda sección del Bosque de Chapultepec, participaron Inti Muñoz, director del Fideicomiso del Centro Histórico; Eduardo Vázquez, director del Museo, y Jocelyn Pantoja, organizadora del Encuentro Iberoamericano de Poetas.
Diego Maquieira Astaburuaga, (Santiago, 10 de julio de 1951), poeta y artífice plástico chileno, es considerado un autor trascendente por la crítica de su país, a pesar de su escasa producción literaria. En 1989 recibió el Premio Pablo Neruda de la fundación del mismo nombre.
En el Encuentro Iberoamericano de Poetas –apoyado por Conaculta-, Maquieira ofreció una conferencia magistral. En ella expuso cómo logró desarrollar su trabajo en medio del régimen militar chileno, en la década de los años 80.
En esos años, el poeta –que ahora es más conocido en el mundo que en su propia tierra-, escribió obras en las que habla del dolor desde el goce y de un erotismo descarnado, a la vez que orgiástico.
“Pero para mí, la búsqueda no era por esos elementos, sino por que quería hacer una poesía en la que hubiera libertad de espíritu, rara para la época. Para lograrlo, me di cuenta de que debía construir una aleación de fuerzas.
“En cuanto a la popularidad que me atribuyen, la verdad es que no alcanzo a medir la real importancia de lo que hago, soy bastante autocrítico. No creo que sea tan importante, los estudios que hacen esas categorías son muy aleatorios”.
Maquieira comentó que en su obra, así como en la vida personal, le interesa más el concepto de viaje, que la idea de una carrera literaria, “así que creo que eso podría ser una especie de recomendación para los nuevos poetas”.
Acerca de los elementos que se reúnen en su producción literaria, dijo que le interesa lo completo, entonces utiliza las hormonas femeninas que posee para desarrollar sus versos, como ocurre con “La Tirana”, su libro más conocido.
“Incorporo ese aspecto para dar con un ser más completo y para eso no es necesario ser homosexual. Lo femenino es un mundo de una profundidad poética que me apasiona.
“No me interesa el yo poético, ni hablar de mí mismo. El yo poético es un estorbo, es de un narcisimo enfermo. Lo que quiero con la poesía es ser un canal, un viaducto por donde pasan cosas”.
De ese modo, la poesía de Maquieira no es nada inocente, es extraordinariamente rica en referencias culturales de todo tipo.
"Tengo un gran amor por el verbo, por el lenguaje, soy un poeta prolijo, me interesa mucho el trabajo artesanal con la palabra, más que ‘el mensaje’. Me siento más un compositor que un poeta, tengo ojos en los oídos y viceversa.
“Soy un discípulo de Stravinsky, en cuanto a la poética musical. Me abrió los ojos cuando planteó la búsqueda de la unidad a través de la música, donde había que proceder por similitud y no por contraste, entonces mi oído busca una música, un sonido que suena igual a otro emitido mil años luz después”.
Las sedes del Encuentro Iberoamericano de Poetas El Vértigo de los Aires, serán el Museo de Historia Natural, el Museo Nacional de Arte, el Centro Cultural España, la Central del Pueblo, la Hostería La Bota y la Feria Internacional del Libro en el Zócalo.
El ciclo incluye recitales, lecturas, mesas de discusión, lecturas colectivas y otras actividades