Marisela Álvarez c/Conaculta
Oaxaca, México.- Que en el año de 1910, el Zócalo de la Ciudad de México era una enorme alameda con kiosco, fuentes, árboles y jardineras; que ahí confluían músicos, comerciantes, devotos y paseantes de todas las clases sociales; que es un espacio emblemático para comprender el momento histórico del país, el cual comenzaba su transformación de lo rural a lo urbano; que, en síntesis, era un espacio vivible y muy agradable al que podemos asomarnos como una ventana al pasado. Todo esto puede ser conocido gracias a
Zócalo 1910,
un paseo virtual, una aplicación desarrollada por creadores del Centro Multimedia del Centro Nacional de las Artes (Conaculta-Cenart).
Esta aplicación, desarrollada como un sistema de navegación tridimensional a través del cual los interesados pueden, desde una computadora, conocer cómo era esta parte de la ciudad de México, recrea de manera virtual la arquitectura, el mobiliario urbano y hasta la vestimenta que utilizaban los habitantes de principios del siglo XX.
Cuauhtémoc Sentíes Rascón, coordinador del proyecto y actual subdirector de talleres del Centro Multimedia, explicó en entrevista que el propósito de
Zócalo 1910 es brindar es un acercamiento a lo que sucedía socialmente, cómo se veía y cómo se vivía el espacio del Zócalo en aquella época. “Para ello hicimos una reconstrucción de carácter digital, tridimensional, de todos los edificios y mobiliario urbano. También nos tomamos la licencia de colocar algunos personajes dentro de este espacio para que se hiciera más viva la experiencia de hacer un recorrido.
“Este recorrido está soportado en tecnologías de computación gráfica. Lo que nos permite, de manera voluntaria y con la decisión del usuario, es hacer el recorrido por el espacio planteado sin necesidad de que sea una secuencia de imágenes de carácter lineal, como sería el video, estamos pensando en un espacio abierto, de exploración, para que conozcan aspectos de la vida cotidiana en el año de 1910 en el Zócalo de la Ciudad de México”, indicó Sentíes.
A través de este recorrido, el usuario se encontrará con tranvías eléctricos, autos, el sistema de iluminación tal como funcionaba en la época, el mobiliario urbano, cilindros de cera en los que se pueden escuchar las grabaciones originales, que son de 1906 a 1909; hay fotógrafos que muestran galerías de imágenes que corresponden a la época del país. También hay periodiqueros que cuando uno se acerca a ellos dan noticias de la época, noticias son recabadas de fuentes de primera mano, es decir, de la hemeroteca.
“Creemos que el Zócalo es el espacio donde mejor se refleja el gran cambio que estaba existiendo en nuestro país. El esfuerzo de Porfirio Díaz de inscribir a México en la modernidad generó un cruce de épocas donde se vivía un gran desarrollo en la ciencia de la época. Había tranvías eléctricos y tranvías que eran impulsados con mulas, teníamos carretas conviviendo con vehículos automotores de combustión interna, teníamos una relevancia relativamente fuerte de la fotografía como documento.
“Eran los albores de un momento de cambio tecnológico y, por el otro lado, la tradición de un país rural, por ello en este espacio se ve este cruce tan fuerte. Por eso decidimos que ese espacio era muy representativo de lo que sucedía a nivel nacional, un punto de referencia para conocer lo que estaba sucediendo en todo el país”, detalló el coordinador del proyecto, en el que intervinieron alrededor de 10 creadores.
Para la recreación virtual de la arquitectura, los especialistas contaron en algunos casos con los planos de los edificios, pero en muchos otros tuvieron que hacerlo sólo con imágenes fotográficas. Cabe recordar que varios de los inmuebles que rodean la Plaza de la Constitución ya no existen o fueron modificados durante el último siglo.
Se trató de una labor muy ardua de documentación en el Archivo General de la Nación, el Archivo Histórico de la Ciudad de México, la Fototeca del INAH, la Fonoteca Nacional del Conaculta, colecciones privadas como la colección de fotografía de Fundación Televisa y la Universidad Iberoamericana, entre otros acervos.
“Tratamos de acercar al público a una especie de experiencia emotiva de cómo era el Zócalo en 1910. Era un espacio arbolado, con bancas, un espacio vivible, un lugar no solamente de tránsito sino para estar ahí. El kiosco tenía programación de música de bandas y funcionaba como caja de resonancia para todo el Zócalo. Cuando te acercas al kiosco escuchas una serie de referencias sonoras de la época, también hay cantinas, pulqueros que venden en los espacios externos, etcétera”, precisó Cuauhtémoc Sentíes.
La construcción de este proyecto provocó la conjunción de todas las áreas tecnológicas del Centro Multimedia, con Luis Romero Ramos, jefe del taller de Realidad Virtual; Beatriz Reza, a cargo de la coordinación documental; y Enrique Jaimes, quien encabezó la integración del motor gráfico de la aplicación.
“Yo diría que
Zócalo 1910, un paseo virtual es una ventana hacia el pasado. No podríamos decir que las personas que hagan el recorrido se van a sentir en la época, pero sí es una ventana para conocer el pasado de una forma completamente distinta. Para algunas personas puede ser lúdica, para otras, orgánica o incluso complicada si no tiene familiaridad con el medio tecnológico, pero lo que nosotros tratamos es brindar esa posibilidad de un acercamiento distinto a un proyecto que permite conocer el pasado de una forma dinámica”.
Zócalo 1910, un paseo virtual es una aplicación liberada para Windows XP, Vista y 7. Basándose en la experiencia del público que descargue la aplicación, se realizarán modificaciones, para lo cual los creadores han establecido un correo electrónico en el que recibirán la retroalimentación y a partir de eso harán las actualizaciones.
"En adelante queremos desarrollar un área que complementaría muy bien aplicaciones de este tipo. Empezar a integrar inteligencia artificial al proyecto y aspectos de física dentro del mismo espacio, es decir, crear sensaciones de sujetar, desplazar o lanzar objetos en ese espacio. Queremos explorar un área tecnológica que complementaría muy bien la aplicación y eso nos dará un mayor nivel para ésta”, señaló Sentíes.
Finalmente, el coordinador del proyecto dijo que el público debe tener la certeza de que todo lo que aparece en
Zócalo 1910 está documentado. Además, pidió que todos los interesados descarguen la aplicación y hagan los comentarios pertinentes, ya sean técnicos o históricos.