Oaxaca, México.- Al asegurar que para los universitarios educar es construir ciudadanía, perseguir la utopía de siempre: la de la libertad y del combate a la desigualdad y la injusticia, la del respeto y el aprecio por los demás, el rector de la UNAM, José Narro Robles, advirtió que “la única forma de servir a la Universidad es hacerlo sin regateos, sin agenda personal, sin dudas, con absoluta entrega y pasión”.
Luego de rendir protesta como rector de esta casa de estudios para un segundo periodo (2011-2015), en sesión extraordinaria del Consejo Universitario, consideró que la Universidad Nacional debe mantener su papel de conciencia crítica de la nación, continuar por la vía del análisis y el debate sobre los principales problemas del país, y aportar propuestas para contribuir a su solución. “Nada ni nadie nos impedirá decir nuestra verdad. El silencio es un cobarde cómplice de los desastres y a nadie le conviene”.
Ante la Junta de Gobierno, integrantes del Patronato y seis ex rectores, Narro Robles agregó que “para nosotros una utopía no es ficción, quimera o suposición. Es, en cambio, ideal, anhelo y superación posible de alcanzar. Nuestras utopías no deben ser simples ilusiones, sino realizaciones verdaderas, por lo que continuaremos con el ensayo de formas para educar por la paz, la libertad y la democracia, de hacerlo en la ética y la tolerancia”.
La Universidad Nacional, reconoció, requiere cambios para mejorar y avanzar, y se impulsarán los pertinentes, pero con los acuerdos debidos. La primera responsabilidad de la rectoría es asegurar el funcionamiento correcto de la institución. Nada de lo que se haga o proponga debe poner en riesgo lo anterior, ni deteriorar el clima de cordialidad y tolerancia que debe imperar en la institución.
Frente a más de dos mil integrantes de la comunidad, entre directores de facultades, escuelas, institutos y centros, así como alumnos y trabajadores reunidos en la Sala Nezahualcóyotl del Centro Cultural Universitario, instó a la comunidad a sumar esfuerzos para consolidar a la Universidad Nacional, para lo cual propuso 16 líneas rectoras y 212 acciones concretas.
En docencia, detalló, será prioritario elevar la calidad de la formación y la eficiencia terminal en todos los niveles. Para ello, se ampliará el programa de tutorías y se brindará apoyo a alumnos con condiciones económicas complicadas, y se incrementará el uso de las nuevas tecnologías de la información y la comunicación, a fin de favorecer las capacidades de los docentes y el rendimiento escolar.
Con rectores de instituciones educativas, doctores
honoris causa, y profesores e investigadores eméritos, dijo que se reforzarán los procesos de actualización de los planes de estudio del bachillerato y la licenciatura; se propondrá establecer otra Escuela Nacional de Estudios Superiores y nuevas carreras acordes con las necesidades de la sociedad.
Para aumentar la cobertura de la educación media superior y superior, consideró necesario consolidar las modalidades en línea y a distancia, robustecer la estructura y los programas de las divisiones del Sistema de Universidad Abierta, e incrementar el número de programas de licenciatura y posgrado que se ofrecen en estos rubros, en especial maestrías.
También, abundó, es indispensable rejuvenecer y consolidar la planta académica. Para ello, se debe formular, con apego a la normatividad, un plan que lo facilite, y se trabajará para contar con un nuevo Estatuto del Personal Académico, a partir de la propuesta formulada por el Claustro, que ha sido sometida a la consideración del Consejo Universitario.
En el ámbito de la investigación, Narro Robles explicó que para mantener e incrementar el nivel que ha alcanzado, se debe fortalecer su desarrollo en todas las áreas, tipos y niveles en que se realiza, así como mejorar su vinculación con los asuntos y problemas prioritarios para el desarrollo nacional, lo que implicará elevar su calidad y productividad, además de favorecer una mayor proyección nacional e internacional. En especial, se impulsará el trabajo de las humanidades, las ciencias sociales y los programas universitarios.
Respecto a la difusión de la cultura, indicó que se insistirá en que ésta y las artes deben constituir parte importante de la formación integral de los alumnos, en especial en el bachillerato, al igual que en el caso del deporte. Se diversificarán los mecanismos para acercar estas expresiones a los miembros de la comunidad y a la población, en general.
Asimismo, sostuvo, la relación con el resto de las universidades públicas de México es primordial. Será necesario poner en marcha un programa que permita establecer alianzas de mediano y largo plazos, y continuar los esfuerzos para vincular las actividades de los universitarios con los sectores productivo y de servicios.
Además, se deberán perfeccionar los procesos de descentralización administrativa, y de simplificación y agilización de los tiempos. La transparencia y rendición de cuentas serán prioridad en todas las áreas y niveles, al igual que las acciones para promover el respeto a los derechos humanos, la equidad de género, así como la seguridad e integridad de los miembros de la comunidad y del patrimonio universitario.
La nación requiere de una Universidad fuerte, comprometida con su papel, pero también demanda grandes cambios para no rezagarse ante las tendencias mundiales. La desigualdad, la pobreza, el desempleo, la inseguridad, la falta de oportunidades para la juventud, la exclusión de los más vulnerables, son problemas graves que no tienen los niveles de atención adecuados.
Por ello, subrayó, en alianza con las instituciones de educación superior del país, se continuará con el impulso a la construcción de una política de Estado para la educación, la ciencia y la cultura, que cuente además con la certidumbre que dan los presupuestos multianuales.
Previamente, Francisco Bolívar Zapata, presidente de la Junta de Gobierno, le impuso la venera correspondiente y le tomó protesta. En su mensaje, pidió “arropar y apoyar” al rector para avanzar con mayor contundencia en la solución de problemas y asuntos pendientes, y para propiciar con mayor eficiencia la participación con liderazgo de esta casa de estudios, en la solución de problemas nacionales, y en la búsqueda de una vida digna y con esperanza.