Oscar VALDIVIESO Oaxaca, México.- Mario Ambrosio Martínez, indígena de la región Loxicha, respira aires de libertad, luego de haber permanecido encarcelado durante quince años acusado de haber participado en  ataques perpetrados por el Ejército Popular Revolucionario en 1996. Su liberación, es otro de los logros del abogado Israel Ochoa Lara, que en conferencia de prensa dio cuenta del lago camino por la tortuoso  sistema de justicia mexicano que se negó a reconocer la inocencia de Ambrosio Martínez. [caption id="attachment_110955" align="alignright" width="300" caption="Juan Sosa Maldonado, Mario Amborsio Martínez e Israel Ochoa Lara: Foto:ww.50mm.mx"][/caption] El defensor de más de un centenar de indígenas loxichas, informó que la detención de Mario, se efectuó el 15 de octubre de 1996, durante el sexenio de Carrasco Altamirano cuando el EPR perpetro una serie de incursiones armadas y ataco un puesto de vigilancia plicíaca en La Crucecita, en Bahías de Huatulco. Ambrosio Martínez, indico el abogado, obtuvo su liberación el sábado 18 de junio, luego de que únicamente se le hallara culpable del deliro de conspiración por lo que solo debió purgar una condena de un año de prisión. “Sin embargo, a pesar de una serie de procesos judiciales, el sistema de impartición de justicia, los encarceló durante 14 años más!, señaló el profesionista. Ochoa Lara, indicó que aun con la libertad alcanzada por Ambrosio Martínez, aún quedan encarcelados otros seis indígenas loxichas en los penales de Santa María Ixcotel y de Etla, en espera que sus casos sean resueltos. Amargura pero no venganza Por su parte Ambrosio Martínez, manifestó sentir una profunda tristeza por su injusto encarcelamiento que le robó los años más preciados de su vida a lado de su familia. Recordó que al momento de su detención  era el presidente de la Asociación de Padres de Familia de la escuela primaria de San Agustín Loxicha y que se dedicaba a las labores del campo para el sostenimiento familiar Pese a ello, indico que no guarda rencor ni intenciones de venganza contra quienes lo acusaron de pertenecer a un grupo armado ni que demandará reparación del daño al ex gobernador Carrasco Altamirano. Con un nudo en la garganta manifestó que todavía en México, se castiga a la gente por ser  pobre e indígena “para nosotros no hay  justicia”.