Oaxaca, México.- No son un equipo de fútbol ni una banda de rock, Los Kinkín Fonseca y El Gringo Castro (Los KFGC) son un colectivo formado en 2009 por cinco individuos con muchos intereses en común girando en un solo eje: la literatura, y este sábado 10 de diciembre, a las 20 horas, presentan un espectáculo multimedia y su primer libro
No use la manos (Amarillo Editores, 2011) en La Jícara, Librespacio cultural, ubicado en Porfirio Díaz 1105, Centro.
Andrei Vásquez, Ánuar Zúñiga, Oliver H. Incháustegui, Jorge Posada y Jorge Sosa, todos nacidos en la década de los ochenta, hablan de Los KFGC, de su trabajo como un colectivo de escritores, conjugando una sola voz, con la que viajan por el país con su “spam poético”, y que es la misma que permea en los 6 distintos apartados que componen el libro. Es que “lo importante no son los autores, sino la obra; no un estilo individual, sino la búsqueda estética”.
El colectivo
En las primeras piezas, dicen Los KFGC, era evidente la individualidad de cada uno de los integrantes, no obstante que siempre había ciertas correspondencias. “Pero los proyectos fueron exigiéndonos el trabajo conjunto”. Ahora, agregan, “siguen habiendo piezas en donde se nota más la intervención particular de alguno de nosotros, pero al final es un cuerpo que se abre, lo trabajamos y lo desmenuzamos entre todos”.
Los temas en Los KFGC son muy claros conforme uno va completando las páginas que nos llevan al final del libro: la música, los videojuegos, la infancia, la paranoia, la arbitrariedad, la burocracia, el deporte. “Es que la poesía es un hombre que juega fútbol”, dice unos de ellos. Y otro más revira: “Hay jugadas en las que desbordas, o a veces sólo tocas el balón para alguien más”.
Aseguran que la pérdida de la identidad de los autores tiene que ver con el sentido del colectivo, “no apuntábamos a hacer una recopilación ni a impulsar nuestras carreras como escritores, tenía que haber este segundo paso de intervención, para realmente conjuntar nuestros universos poéticos y narrativos”.
Son como una banda rock, dicen, “la primera impresión del espectador siempre es el grupo, nunca te enteras de quién escribió las letras, ni quién hizo la música”. Y es que tanto sus presentaciones como el mismo
No use la manos son un ejercicio conjunto parecido al que hicieran Adolfo Bioy Casares y Jorge Luis Borges en sus libros policiales, “simplemente crearon un universo, y seguramente a ellos les divertía imaginar al lector preguntándose quién había escrito qué cosa. A nosotros también nos divierte eso, y es uno de los objetivos fundamentales”.
El libro
Para Omar Pimienta, artista visual y poeta tijuanense, “Los KFGC son un equipo que está más allá de la goliza, juegan por el de la honra. Como en todo colectivo, su obra se sostiene por la práctica misma: estar, ver y hacer y volver a hacer hasta que salga bien, no hay de otra en un país como éste. Sabemos de antemano que vamos a perder el partido pero nadie olvidará estos versos... El en fútbol, en la poesía y en la práctica de estos jugadores el error es la norma pero los aciertos (y los hay) los convierten en cracks; momentáneos, pero cracks”.
Por su parte, Los KFGC apuntan que
No use las manos es parte de un juego arbitrario, los deportes como metáfora de lo que vivimos, “en el fútbol no se puede tocar el balón con las manos; es un juego lleno de una serie de prohibiciones y reglas absurdas, así son los deportes, una serie de protocolos que uno va viviendo desde la infancia, pero el juego cobra sentido hasta que se unen las reglas”.
No use las manos también es el derivado de esas instrucciones de incendio que todos conocemos: “no use las escaleras, no use el elevador… es una pieza que si se lleva al infinito entonces descubres que nada está a tu alcance: no use las manos, no use las palabras, no use la razón”, sostienen. El libro está armado en tomos: la infancia, que no es otra cosa que la búsqueda en el pasado; la arbitrariedad, de los juegos que los apasionan; los derrumbes, que es la parte lúdica; los lados B, textos generados a partir de otros textos; el instructivo, que es una búsqueda interna; la paranoia. “Más que un poemario queríamos publicar nuestros temas de conversación”.
Otra apuesta de
No use la manos fue la exploración, un fenómeno que ha ocurrido en las primeras publicaciones de los autores que ellos prefieren. “Hay una búsqueda de una voz, de un ritmo, de una forma común de crear. Tratamos de encontrar nuestros propios límites de creación en conjunto, y cada una de las secciones mantiene unido no sólo al libro, sino también al colectivo, pero no buscamos la forma que nos lo facilite, sino más bien estamos jugando”.
Los KFGC son contundentes al decir que “en el momento en el que el juego nos aburra buscaremos hacer otra cosa, o simplemente parar, porque, aunque es un juego, estamos buscando presentar una propuesta artística”.
Sin embargo, destacan, el libro también es narrativo porque para llegar a una pieza el proceso creativo requería de largas jornadas de conversación, de intercambio de ideas, como los entrenamientos de un equipo de fútbol. “En algún momento nos planteamos la manera de descubrir a los adultos que somos a través de los textos en los que rememorábamos la infancia y la adolescencia, fragmentándonos y uniéndonos con la narrativa”.
Los orígenes
El colectivo tiene su origen en 2009 con un espectáculo de “spam poético” que conjuntó video, música y literatura
Los Kikin Fonseca y el Gringo Castro como lo vio en TV, ahí todos los textos giraban alrededor de la televisión; más tarde hicieron
La pelea del siglo XX, otra acción entorno a la burocracia y a la lucha que como seres humanos libran, la misma que otras generaciones han enfrentado;
El motel del primer tiempo, obra muy narrativa que aborda las cosas extraordinarias que le ocurren a ciertos personajes en el tiempo;
No use las manos, es uno más de sus ejercicios, sólo que esta ocasión todo gira alrededor del libro que presentan.
Los soportes creativos
“Tenemos formaciones e influencias distintas, y usar distintos soportes artísticos es nuestra manera de responder a ellas, cualquier habitante de una metrópoli está expuesto a montones de influencias, referencias y estímulos: visuales, auditivos, etc. Conjuntarnos es nuestra manera de respuesta a los estímulos, y buscamos explorar los límites que marcan los formatos como tal”.
Aunque el libro es uno más de los resultados, el video, la música y las publicaciones digitales, también forman parte del mismo universo. “El libro nos permitió jugar, pero el juego es más grande”.
Las presentaciones siempre han sido su forma de compartir la obra en curso. Es en estos momentos performáticos donde hurgan posibilidades infinitas, buscando romper los paradigmas y lo ceremonioso de las lecturas de poesía. “Nosotros buscamos que nuestras presentaciones sean tan estimulantes como ir a ver una película o un concierto de rock. Queremos ir convenciendo poco a poco a nuestro público de romper con ello (lo ceremonioso) y que vaya predispuesto a divertirse y que incluso baile”.
Y es que la mayoría de sus piezas incluyen mash ups, remixes y música original. “Porque el juego de un recital de poesía es irte a aburrir, por eso, al incluir elementos no programados, también provocamos el extrañamiento en el espectador, tanto como nosotros mismos lo experimentamos”.
A los KFGC no les preocupa que con su muy particular forma de hacer literatura corran el riesgo de dejar de lado la tradición del libro impreso. “No existe esa posibilidad porque los textos son la vitalidad del colectivo, y sin ellos, nada de lo que somos existiría”. Es para ellos muy importante conservar el aspecto puro de los textos, las grafías hechas de tinta, la oralidad, “porque al mismo tiempo que somos unos juglares, nos preocupa que quede geométricamente bien ensamblado nuestro trabajo literario.”
Son conscientes de estar en medio de formatos impresos y digitales: “somos parte de una generación que no creció leyendo blogs, sino libros, aunque somos personas que buena parte de su obra está en blogs, por eso la necesidad de sacar un libro de papel, porque la literatura vive más allá de su soporte”.
Lo que viene
Por estas fechas ya están pensando en un nuevo libro, aunque cada quien tiene sus obsesiones personales y sus proyectos de vida literaria, no aspiran a ser el próximo guitarrista de Caifanes, ni buscan ser el próximo videoasta que gané premios en festivales con sus creaciones, “aunque podría ocurrir, pero nuestro empeño está enfocado en la literatura”.
Tanto
No use las manos como los demás espectáculos de “spam poético” que han presentado están llenos de metáforas de la cultura pop, por eso mismo el nombre que los convoca está inserto en la misma idea. “Los KFGC exceden a cada uno de nosotros, cada presentación es distinta, y por lo tanto es un ejercicio efímero”, sostienen.
El trabajo de este colectivo también ha llamado la atención de Osvaldo Montaño Ruiz, guionista y director del cortometraje de ficción
Martín, quien los sigue por donde se presentan haciendo un documental que por el momento sigue creciendo.
El show multimedia y la presentación del libro
No use las manos de Los KFGC tendrá lugar el sábado 10 de diciembre a las 20 horas, en La Jícara, Librespacio cultural, ubicado en Porfirio Díaz 1105, Centro.