Javier RODRÍGUEZ J/Conaculta
Oaxaca, México.- Como buen artista de su época, Luis Eduardo Aute incluye en sus composiciones musicales y líricas las emociones que le provoca su entorno, por lo que al participar en el ciclo Solo poesía aparecieron en sus versos ironía, humor negro, crítica social, desasosiego y la búsqueda de una vida plena.
La serie de presentaciones, en las que participan diversos creadores, se desarrollan en el vestíbulo del Palacio de Bellas Artes, organizadas por Conaculta, a través de la Coordinación de Literatura del INBA.
El escritor Eduardo Casar fue el encargado de hacer la presentación de Aute en esta noche poética, quien tuvo un positivo recibimiento por parte del público, en la que fue su primera aparición en el Palacio de Bellas Artes.
Para esta ocasión, Aute leyó algunos de los poemas que aparecen en su libro
Animalhada, que incluye un formato de escritura definido por él mismo como
poemigas, que consiste en decir breves composiciones de gran significado.
Los
poemigas son poemas que necesitan ser reinterpretados socarronamente, para lo cual echan mano de lugares comunes de la literatura o bien pasajes conocidos de la historia del arte y la cultura.
Luis Eduardo Aute también dialogó con las greguerías del español Ramón Gómez de la Serna, los
poemínimos de Efraín Huerta y sus
poemigas y así, con unas cuantas líneas, ofreció una imagen poética deslumbrante y provocadora.
La participación se prolongó por espacio de una hora, en la cual aprovechó para decir que es aficionado al estudio de las palabras desde sus raíces etimológicas.
“Me gusta mucho jugar con ellas, darles la vuelta como un calcetín y ver que otros conceptos pueden tener ocultos. Las palabras son vehículos para comunicarnos, pues no conozco otro lenguaje inteligente que ellas.
“No hay animal que por
anibien no venga”, “La única diferencia entre anima y animal, es la ‘l’ de locura o de Lucifer… o lo que ustedes quieran”, “No existe arriba ni abajo, no delante ni detrás, ni izquierda ni derecha, sólo el centro de gravitación animal, es decir: yo”, son algunos ejemplos de los poemigas de Aute.
Producto de su libertad creativa, la poesía de Aute discurre entre la ironía y el humor negro; de la vanguardia surrealista a la crítica de la poesía social de los años 60, pasando por la reinvención de temas poéticos tradicionales.
Luis Eduardo Aute nació en Manila, Islas Filipinas, en 1943, y vive en Madrid desde 1954. En 1966, tras componer canciones para otros intérpretes, comenzó a grabar sus propios temas hasta convertirse en uno de los artistas más importantes de Iberoamérica.