Heriberto BLANCARTE L/Conaculta
Oaxaca, México.- En opinión del realizador Martín García-Urtiaga los medios audiovisuales son una herramienta vital para apoyar la educación y el conocimiento entre las nuevas generaciones, de ahí que cuando se planteó realizar un proyecto para las conmemoraciones del Bicentenario de la Independencia, su primera opción fue realizar un cortometraje que retratara una obra icono de la Nación.
“Quería que el recuerdo de esos 200 años de Independencia, fuera a través una idea distinta en fondo y formato. Después de darle muchas vueltas se me ocurrió hacer algo similar a un corto titulado
American Time Capsule, donde en unos tres minutos se presentaba la historia de Estados Unidos”.
Fue de esa forma que el realizador buscó el apoyo de la fundación del empresario Manuel Arango para realizar el cortometraje
200 Segundos. Una visión de la historia de México, basado en el mural de Diego Rivera
Epopeya del pueblo mexicano, pintado en las Paredes de Palacio Nacional.
“Tuve la oportunidad de conocer el cortometraje de American Time Capsule cuando cursaba una maestría en cine en la USC a principios de los años sesenta, me sorprendieron sobre todo las fotos editadas al ritmo de un solo de batería, con una edición muy rápida, muy picada, pero efectiva”.
Al pensar en los 200 años que habían transcurrido desde la Independencia, Martín García-Urtiaga pensó que el mejor simbolismo sería narrar una epopeya en 200 segundos.
“
La idea en borrador se la presenté a Manuel Arango, con quien he trabajado en varios proyectos, el último fue
Clipperton, la Isla de la Pasión como productor asociado, y en trabajos relacionados con la edición de libros de arte, en principio le gustó mucho porque representaba algo diferente”.
Recordó que al dimensionar el proyecto de contar la historia de México con imágenes en tres minutos 20 segundos, fue evidente lo complicado y laborioso del proyecto y sobre todo la investigación iconográfica, el buscar tantas imágenes y conseguir los permisos para usarlas.
“En una reunión, Gabriel Loera, colaborador del proyecto, propuso hacer algo relacionado con el arte, la pintura. La idea me gustó y llegamos al concepto de hacer algo con los muralistas mexicanos, que es un tema tan nacional”.
Comentó que después de una larga reflexión decidió usar solo un mural, el de Diego Rivera, que cuenta la historia de México con una visión muy particular y universal.
“Conseguimos las fotografías con Rafael Doniz, extraordinario fotógrafo y buen amigo, que acababa de hacer un libro sobre los murales de Diego Rivera. Se digitalizaron las fotos a tamaños desde un 100 por ciento a un 500 por ciento”.
Dijo que previamente se hicieron varias pruebas, editando partes del mural, y a manera de un guión cinematográfico se utilizó el propio mural, que está compuesto por tres grandes secciones que abarcan en el Palacio Nacional alrededor de 276 metros cuadrados.
“Lo dividí en los nueve períodos o sucesos históricos plasmados que retrata, siendo el más extenso la Conquista y la Colonia, y a cada período le asigné un tiempo de pantalla, dividiendo los 200 segundos, que debería de durar el corto, en los 9 períodos, otorgando mayor tiempo a los períodos con mas personajes”.
Con respecto a la música que dota de gran energía y majestuosidad al cortometraje, Martín García-Urtiaga encargó su composición a Eduardo Gamboa, quien ha trabajado en varias películas de renombre y conoce a fondo el lenguaje cinematográfico.
“El siguiente gran reto era la edición. Para tal efecto se contrató a Fernando González que además de editor es músico, lo que nos ayudó mucho y fue el responsable del diseño visual y de la postproducción, así como el apoyo de Vanessa Velázquez, los dos hicieron un gran trabajo que llevó varias semanas”.
Recordó que a causa de la complejidad del mural se identificaron unos 160 a 170 grupos de personajes, mismos que fueron separados en secciones para iniciar el montaje.
“A estos grupos los llamamos viñetas, y la idea era mover la cámara entre estos personajes en acercamientos o movimientos laterales, arriba, abajo, etcétera. Hicimos varias pruebas, con cortes rápidos, con pequeñas transiciones entre grupos y sus personajes, incluyendo cuadros en negro”.
Afirmó que el proceso total duró más de seis meses, en los que se probaron cientos de combinaciones con base en un primer guión visual donde se calcularon los tiempos aproximados de cada evento histórico para encajar con exactitud en la meta de 200 segundos.
“La grabación de la música fue en la Sala Nezahualcóyotl el 20 de agosto de 2010, con toda una orquesta conformada de grandes músicos y al tener la banda sonora terminada y después de unas sesiones de grabaciones y regrabaciones por Eduardo Gamboa con nuevos instrumentos musicales, la composición final fue el guión maestro para la edición. Todos los cambios y ajustes se hicieron en base a la composición musical final”.
García-Urtiaga considera que se debe poner al alcance de las nuevas generaciones diversas herramientas para que conozcan la historia de su propia nación y se percaten de la gran riqueza de acontecimientos que han llevado a conformar el México actual.
“Este trabajo es una contribución realizada por un amplio equipo colmado de entusiasmo, así como productores e instituciones preocupadas por dar cuenta del largo camino que hemos recorrido como país, desde los tiempos prehispánicos, la época colonial, hasta el México moderno. Nos sentimos muy satisfechos con los resultados, pero sobre todo al darnos cuenta de cómo las imágenes de Diego Rivera continúan tocando con su poder el corazón de nuestro pueblo”, concluyó el director Martín García-Urtiaga.