Oaxaca, México.- Con dos visiones disímbolas que exploran nuevas lenguajes para el género documental, la cineasta, periodista y productora Jacaranda Correa presentará en festivales mexicanos de gran prestigio los filmes
Había una vez y
Granicero.
“Se trata de dos propuestas de 52 minutos para las que conjuntamos un equipo de gran talento con el objetivo de retratar diversas realidades de nuestro país.
Había una vez lo dirigí con el apoyo en la investigación de Alfonso Castañeda, mientras que para
Granicero fui productora del trabajo de Gustavo Gamou”.
Había una vez se presentará el próximo 16 y 17 octubre en el marco del Festival Internacional de Cine de Morelia, y
Granicero se proyectará como parte del Festival Docs DF el 1, 2 y 3 de octubre en sedes como el Centro de Cultura Condesa y Lumiere Reforma.
Jacaranda Correa dijo que
Había una vez representa un ejercicio sobre la violencia de género en nuestro país, centrándose en los testimonios de diversas mujeres que en el Estado de México han vivido esta situación.
“Todo comenzó cuando me enteré que la zona de Chimalhuacán es actualmente donde más alto número de asesinatos de mujeres se cometen, superando incluso tres veces más a Ciudad Juárez. En realidad se trata de un retrato mínimo de la violencia doméstica, narrada por quienes la han vivido”.
Explicó que desde un inicio dividió la narración del documental en cuatro micro historias, en las cuales se muestra que el primer paso para combatir la violencia de género doméstica se encuentra en la educación dentro del propio hogar.
“Tuvimos una relación muy cercana con una mujer a la que todos los vecinos conocen como doña Mere, quien se ha convertido en una luchadora social de la zona defendiendo a mujeres que sufren de maltrato. Al mismo tiempo mostramos la visión de Pilar de Negri, quien fue testigo de cómo su padre fue asesinado por su pareja a causa de la violencia que ejercía sobre ella”.
Los otros dos casos que conforman la película son el de Antonia, quien cuida a los hijos de su fallecida hija Nadia, asesinada por su esposo enfrente de toda su familia. También se incluye el caso de Gloria, representante del DIF en Chimalhuacán, quien se especializa en trabajar con ancianas víctimas de la violencia por parte esposos, hijos y nietos.
“Realmente fue una experiencia aleccionadora. Hubiéramos querido tener más tiempo para profundizar en las situaciones de cada uno de estos casos, que sin duda sólo muestran una pequeña parte de lo que está ocurriendo con el maltrato hacia las mujeres en nuestro país”, dijo Jacaranda Correa.
En el caso de
Granicero dijo que el director Gustavo Gamou logra una mirada de realismo mágico experimental para plasmar la vida cotidiana de esos personajes que en Texcoco afirman tener poderes mágicos para hacer llover, o bien, evitar las granizadas.
“Nos centramos en dos personajes, Noé y Timoteo, quienes a través de diversos rituales dicen tener un contacto directo con el dios Tlaloc, divinidad que sólo escucha a aquellos que han sido tocados por un rayo y sobrevivieron para contarlo”.
Dijo que en el caso de Timoteo, quien se dedica al oficio de zapatero, no fue tocado directamente por un rayo sino su madre cuando estaba a punto de dar la luz, razón por la que es considerado por la comunidad como un elegido para realizar el trabajo de granicero.
“Gustavo Gamou logra imprimir humor y misticismo convirtiendo la película cuento fantástico que aborda diversos aspectos de la fe pero sin ortodoxias”.
La directora dijo que en el lenguaje del documental hay actualmente una gran confusión, entre lo que es un trabajo para televisión y un filme que intenta profundizar en numerosos aspectos de un tema en específico.
“Debe de haber una categorización para diferenciar tres niveles: documentales de televisión, documentales cinematográficos y gran reportaje documental, que es un género que no se ha explorado mucho en México”.
Y agregó: “Es necesario construir nuevos públicos para los próximos años. Lo que ocurrió recientemente con la película Presunto Culpable es que ha mostrado a los distribuidores que el documental es una opción sólida y que incluso puede ser negocio. De ahí la importancia de apoyar a este género, como una forma de apostar por el futuro”, concluyó