Oaxaca, México.- Con la vistosa espuma que los identifica y el cacao como uno de sus principales ingredientes, el chocolate y tejate, bebidas tradicionales en Oaxaca al igual que otras  poco conocidas como el  atole de espuma, pozontle, pozonque, tchone, popo, chaw popox, bupu y tzone, que se consumen en diferentes comunidades en ciertas épocas y celebraciones del año, se presentaron en un solo lugar. El Centro Académico y Cultural San Pablo de la Fundación Alfredo Harp Helú (FAHHO), fue espacio propicio para la Posada del Cacao, evento realizado conjuntamente con la empresa Chocolate Mayordomo y que por vez primera en el marco de las festividades navideñas, reunió  para demostración y degustación de habitantes y visitantes lo más representativo de las bebidas elaboradas con el grano apreciado desde tiempos ancestrales. En Oaxaca, el cacao, legado cultural prehispánico que empezó a cultivarse en las tierras tropicales de América del Sur, es esencia de una variedad de productos cuya elaboración es un ritual delicado en el que manos expertas combinan con herramientas de materiales naturales los mejores ingredientes cuidadosamente seleccionados para ser ofrecidos en eventos especiales. En esta ocasión, con los acordes de la banda Auténticos de San Andrés Huayapan, cientos de personas y familias se reunieron en el antiguo ex convento de San Pablo, donde en jicarítas probaron y disfrutaron de la variedad de sabores de mezclas, frías y calientes, elaboradas con cacao combinado con canela, almendras, azúcar y otros ingredientes. Previamente, el doctor Nisao Ogata, del Centro de Investigaciones Tropicales (CITRO), de la Universidad Veracruzana de Jalapa y el doctor Alejandro de Ávila, director del Jardín Etnobotánico, impartieron conferencias donde abordaron el origen del cacao y su historia biológica natural en Mesoamérica.

En presencia de los también investigadores y organizadores del evento Sebastián van Doesburg y Michael Swanton así como el director general de Chocolate Mayordomo, los ponentes expusieron los antecedentes del grano, el significado que tenia para las antiguas culturas lo cual que se encuentra plasmado en diferentes códices y las variantes de las bebidas que hasta la fecha con el se elaboran.

El cacao se ha cultivado por milenios en Oaxaca y de ahí deriva el tradicional chocolate que Moctezuma gustaba tomar. Fue él quien le invitó a Hernán Cortés a tomarlo por primera vez y este lo llevó hasta Carlos V. En la Posada del Cacao participaron Carina Santiago Bautista, de Teotitlán del Valle con atole de espuma; Juana Vásquez de Yalalag con Pozonque; Teresa Pérez Colmenares, de San Bartolo Coyotepec, con tchone, un atole amarillo endulzado con panela, y el maestro Fulgencio Agustín García de San Felipe Usila con popo, donde se combina el cacao, arroz y maíz con el jugo de una guía de nombre kolcomeca. Asimismo, Saturnina Ardeda Figueroa, de San Mateo del Mar, ofreció chaw popox, que consiste en un atole con espuma en la que el ingrediente clave es la corteza de un bejuco conocido como “ncheed”; Deyanira Aquino, de Juchitán, con Bupú, ingeniosa creación gastronómica de la familia del chocolate-atole; Alma López Contreras, de San Andrés Huayapan con téjate y la empresa Mayordomo con chocolate y champurrado. En el lugar se encuentra abierta al público una exposición sobre el cacao que permanecerá hasta el próximo 22 de diciembre.