Oaxaca, México.- Ante la relevancia y trascendencia de su trabajo académico y de la aportación que el fallecido, investigador ecuatoriano Bolívar Echeverría hizo al conocimiento de la teoría crítica y la filosofía de la cultura, se presentó la segunda edición de su libro Definición de la cultura, en la Unidad Iztapalapa. [caption id="attachment_95802" align="alignleft" width="268" caption="El desapaecido académico, Boívar Echeverria."][/caption] El doctor Eduardo Nivón Bolán, del Departamento de Antropología, resaltó que el autor definió a la cultura como el momento autocrítico de la reproducción de un grupo humano determinado en una circunstancia histórica determinada que hace de su singularidad completa; es el momento dialéctico del cultivo de su identidad. Nivón Bolán indicó que en el libro –editado por el Fondo de Cultura Económica y la editorial Itaca– Echeverría hace cinco aclaraciones. Entre ellas está que la cultura es un cultivo crítico de la identidad; es decir, lo contrario de resguardo, conservación o defensa; la identidad no significa algo sagrado que deba ser mantenido, ya que está en constante transformación. Asimismo, que es una dimensión, no una cosa, un campo de la vida social, una dimensión presente en todas las actividades. La cultura o la vida social es un flujo que consta de una rutina que para tener sentido debe romperse constantemente en momentos extraordinarios, indicó. También que la actividad cultural no requiere, en principio, de un tiempo y de un espacio propios; se realiza en cualquier situación, puede acompañar, como una sombra, a cualquier actividad ordinaria; sin embargo, incluso en este caso, implicó un gasto de energía ultra funcional y es improductivo. Por su parte, la doctora Laura Hernández Martínez, del Departamento de Filosofía de la Unidad Iztapalapa, comentó que si bien el texto se refiere a múltiples problemas y disciplinas, en su calidad de lingüista puso el acento en el concepto de lenguaje, que es tratado en la lección tercera, con el título Producir y Significar. Señaló que el lenguaje no representa una sección ayudada en la definición que Bolívar Echeverría propone para la cultura, de la dimensión cultural de la vida humana, en virtud de que el autor lo considera como el eje de su diferencia con la vida puramente animal como una calidad semiótica que no aparece en los lenguajes de los otros animales y que debe añadirse; es a su vez la esencia de la dimensión política de la vida humana.