Oaxaca, México.- El teatro Macedonio Alcalá se vistió de gala para recibir el espectáculo de música, danza y poesía “Resplandor del Istmo”, una exposición organizada por la Asociación de Juchitecos radicados en la ciudad de Oaxaca para difundir la evolución del traje regional istmeño a lo largo de su historia.   Por cerca de dos horas, jóvenes mujeres modelaron sobre el escenario de ese majestuoso teatro los diferentes trajes regionales que ha tenido el Istmo de Tehuantepec. La pasarela estuvo acompañada por una narración que describía a los espectadores las características de cada una de las prendas.   Ante una gran multitud que admiraba la singularidad de cada una de las prendas que ahí se mostraban, se habló de las mujeres zapotecas del Istmo de Tehuantepec, quienes portan con garbo la ropa típica regional que las identifica de otras culturas.   Se realizó un viaje a través del “traje de la mujer istmeña”, desde sus inicios hasta la actualidad. En el siglo XVIII, los primeros trajes de la mujer eran los conocidos como “enredos”, los cuales eran elaborados por las mujeres en un telar y obtenían sus colores a través de tintes naturales como el caracol o añil.   La vestimenta de la mujer zapoteca varía de acuerdo con cada momento social, ya sean fiestas, bodas, las tradicionales velas, la fiesta del santo patrón, sepelios, de luto y para uso cotidiano. La ropa típica de la mujer zapoteca consta de huipil, enagua y refajo. Además, como complemento, la mujer istmeña siempre va acompañada de  joyería de oro, aretes, pulseras, esclavas, torzales, pectorales y ahogadores, de acuerdo a la ocasión.   Al ritmo de la tradicional Sandunga y el son “Paulina”, desfilaron por el escenario gran variedad de colores que adornan el huipil de la mujer istmeña, ya sea bordadas a mano con hilo de seda, de cadenilla, con listón, en terciopelo o tela sintéticas, los huipiles reflejan la preocupación y esmero de la raza zapoteca por lucir sus tradiciones.     Al igual que las mujeres, algunos hombres subieron al escenario para mostrar el traje regional que se usa para las ocasiones especiales. Guayabera blanca, pantalón negro, huarache, paliacate y el tradicional sombrero de “charro 24” –conocido así porque debido a su bordado en oro alcanzaba un costo de 24 reales en la época de la revolución- corresponden a la vestimenta tradicional del hombre del Istmo.   La maestra Patricia López, creadora de este espectáculo y originaria de esta región oaxaqueña, explicó que “Resplandor del Istmo”, nació hace 20 años, a iniciativa de un grupo de istmeños que tenían como propósito que los jóvenes, niños y adultos de la zona, pudieran conocer y preservar sus tradiciones. La preparación va desde lo básico, como poner  un holán, almidonarlo, cuando usarlo, como peinarse, hasta las costumbres y tradiciones que respaldan cada uno de los elementos del traje istmeño.   Este espectáculo cultural y musical también se presentará el próximo 28 de julio a las 19:00 horas en el Teatro Juárez.